jueves, 18 de noviembre de 2021

No me gusta la competitividad entre personas ni entre países ni ciudades, ni culturas. No me entusiasma especialmente, aunque en este caso me beneficie, que València ahora sea la capital menos contaminada y contaminante de las Españas de la eterna comparación, pero sí me alegra mucho que haya en España, al menos una ciudad, sea la que sea, que se empeñe en cuidar a conciencia el medio ambiente hasta bajar los índices de contaminación a base de peatonalizar espacios urbanos que durante años fueron un asco, mientras gobernaron ideologías ocupadísimas en "estar en política para forrarse", como confesaron tan ufanos y ayusamente libres, como si eso fuese lo más normal y decente en este mundo. Ains! Lo que me alegra infinitamente es poder comprobar que sí, que es cierto, que se puede cuando se quiere. Y me alegra tanto que sea en València como si fuese en Bilbao, en Murcia, en Lugo, en Sevilla o en Madrid.

 

València desbanca gracias a la bici a Madrid, Barcelona y Zaragoza como ciudad más saludable

Usuarios del anillo ciclista en el tramo de la calle de Xàtiva de València.

El tan cuestionado carril bici desde los sectores conservadores ha sido uno de los factores determinantes por los que València se ha convertido en la ciudad más saludable de España. Así se desprende del Índice de Salud de las Ciudades que se ha presentado este miércoles, fruto de la colaboración entre IdenCity, consultora especializada en índices, y DKV, compañía activista de la salud.

El acto, que se ha celebrado en Madrid, ha contado con la participación de Josep Santacreu, consejero delegado de DKV; Jordi Hereu, socio de IdenCity y exalcalde de Barcelona; Gonzalo Fanjul, director de análisis de ISGlobal; Odile Rodríguez de la Fuente, divulgadora científica y conferenciante de sostenibilidad y medio ambiente; y Clara Sánchez, responsable de índices de IdenCity.

El informe, que analiza en detalle Madrid, Barcelona, Valencia y Zaragoza, presenta 78 indicadores que reflejan el estado de la salud y sus determinantes en las 50 capitales de provincia y 2 ciudades autónomas españolas. Estos indicadores permiten una aproximación a la salud que, de acuerdo con la definición de la ONU, va más allá de la ausencia de enfermedades o dolencias y supone una situación de bienestar físico, mental y social.

El Índice de Salud de las Ciudades ha arrojado un dato importante: València ha obtenido el máximo valor de la dimensión salud de la población con un resultado del 76,9%. Con esta cifra se sitúa por delante de Madrid, Zaragoza y Barcelona, las otras ciudades principales estudiadas.

Con un total de 800.215 habitantes en 2020, la ciudad presenta una puntuación general del 72,7% en el Índice de Salud de las Ciudades, por delante de Zaragoza y Barcelona y por encima de la media de las ciudades españolas que se sitúa en el 70%.

València destaca especialmente, dentro de la dimensión entorno, en la categoría de movilidad y vivienda por tener 2,80 kilómetros cuadrados ciclables por kilómetro cuadrado de suelo urbano por delante de Barcelona (2,51), Zaragoza (1,10) o Madrid (0,04). Respecto a los kilómetros de vía peatonal por kilómetro de vías de tráfico vehicular, los resultados no son tan buenos, pero se sitúa en segunda posición con un 0,13 puntos, por detrás de Barcelona (0,72).

El Índice también demuestra que Valencia tuvo unos buenos resultados en los datos COVID-19, con un total de casos acumulados por cada 100 habitantes (desde enero de 2020 hasta agosto de 2021) del 10,26, un porcentaje sobre el total de casos COVID del 7,8%, un 8,9% de ingresos en UCI/total de hospitalizaciones (solo por detrás de la capital aragonesa que obtuvo un 9,1%) y solo un 1,5% de defunciones sobre el total de casos COVID (por debajo de Zaragoza con un 2,4% o Barcelona y Madrid con un 1,8%).

La afectación de la COVID-19 en los territorios es una parte importante del Índice de Salud de las Ciudades. Sobre ello, aparece otro dato relevante a comentar: València presenta un valor elevado en cuanto a redes familiares y comunitarias. Esto es debido a las iniciativas solidarias surgidas en este territorio por la pandemia de la COVID-19.

Cabe destacar que todas las ciudades estudiadas presentan rendimientos medio-altos, es decir, cumplen entre el 50% y el 75% de los objetivos marcados, en el estado de la salud y aspectos socioeconómicos. Sin embargo, en el alcance de los servicios de salud y en ámbitos de entorno físico como la contaminación, la movilidad y el urbanismo, sí existe un mayor margen de mejora.

Indicadores y dimensiones

Este Índice nace de la observación de 78 indicadores que, agrupados en cinco dimensiones y en doce categorías temáticas, permiten una aproximación al concepto de salud.

Las cinco dimensiones analizadas son la salud de la población, el entorno, las condiciones socioeconómicas y laborales, la comunidad y, por último, los servicios de salud. Cada una de ellas tiene categorías temáticas y varios indicadores.

Salud de la población: se analizan las categorías de esperanza de vida, morbilidad y conductas saludables con 22 indicadores. Algunos de estos son: Años de vida saludable al nacer, tasa mortalidad por enfermedades del sistema respiratorio, trastornos mentales y del comportamiento o consumo diario de fruta y verdura.

Entorno: se analizan las categorías de medio ambiente, movilidad, y vivienda y equipamientos con 15 indicadores entre los que cabe destacar: gasto municipal per cápita en medio ambiente, personas vulnerables que sufren olas de calor, medidas permanentes para la movilidad sostenible o zonas verdes urbanas.

Condiciones socioeconómicas y laborales: cuenta con las categorías de seguridad socioeconómica y la calidad del empleo. Para analizarlas, se tienen en cuenta 12 indicadores como la tasa de riesgo de pobreza, enfermedades profesionales o segregación residencial por renta en la ciudad, entre otros.

Comunidad: en esta dimensión se encuentran las categorías de seguridad y de redes familiares y comunitarias. Dentro de ellas, se estudian 10 indicadores, entre los cuales la tasa de homicidios intencionales, las denuncias por violencia de género, la tasa de mortalidad por suicidios o las personas mayores que viven solas.

Servicios de salud: se analizan las categorías de actividades preventivas y promoción de la salud, además de la atención sanitaria. Para ello, se usan 17 indicadores, entre los que se encuentran la cobertura de vacunación por COVID-19, el gasto municipal per cápita en sanidad o el personal sanitario de atención primaria.

El Índice de Salud de las Ciudades permite observar el rendimiento de estos territorios frente a estándares de salud de carácter nacional e internacional; además de identificar las fortalezas y oportunidades de mejora de cada ciudad, sin olvidar hacer hincapié en el análisis territorial de la pandemia por COVID-19.

En palabras de Josep Santacreu, consejero delegado de DKV, "el objetivo de este índice es contribuir a que las ciudades españolas sean lugares más saludables y poner a disposición de la sociedad esta herramienta de análisis de desempeño para la toma de decisiones".

Etiquetas

No hay comentarios: