jueves, 28 de agosto de 2014

Otro punto de luz y de cordura y otro Luis. Gracias, amigo y también hermano

 
poe Luis W Sevilla


Mas allá de que Willy tenga o no ganas de protagonismo hay sin duda una colisión de métodos de transformación social entre sus preferencias políticas personales y el método en Podemos. El es explícito, muy polarizado a favor de un grupo de población (la más desfavorecida) y sin apenas tolerancia a otros. El partido en cambio se plantea llegar a la gente no concienciada, hacerlas pensar y participar y que sea desde la mayoría ciudadana empoderada desde la que se exija una transformación de la política institucional.

A mi Willy Toledo me parece un tipo valioso. Por su calidad humana y su compromiso. Y no siento capaz de cuestionar su entrega ni su generosidad, que me parecen máximas. Por otro lado esos mismos valores los veo en el grupo promotor de Podemos así que me dan ambos muchísima confianza. Que no puedan trabajar en el mismo proyecto creo que habla más de la (comprensible) falta de flexibilidad de Willy.

Por otro lado ... el proyecto Podemos nos reta a todos los que tenemos inquietud política y somos críticos. No es un caramelo, no es formalmente cómodo, no es obvio ... y muchas de las críticas que se le hacen creo que tienen muchísimo de proyección de miedos que de debilidades del propio proyecto. Para mi es la visibilización de un cambio que se viene produciendo en nuestra sociedad y que es más que probable que sea, como ellos dicen, que se esté construyendo una nueva mayoría social. Curiosamente esa nueva mayoría comparte preocupación y sensibilidad hacia muchos de los problemas a los que Willy Toledo ha dedicado su vida, solo que lo hace en otra magnitud.

Estamos ya en un apasionante tiempo de cambio político debido al cambio social. La transición y sus mentiras se desmorona delante de nuestros ojos. Los mecanismos que el gran capitalismo mundial ha pergeñado para mantenernos atrapados y esclavizados son solo fantasmas, que tienen su efecto paralizante si creemos en ellos. Llevamos 6 años de debacle económica antipopular, antidemocrática, anti-la-inmensa-mayoría y por fin empieza a haber una cohesión en acciones concretas para arrebatarle el poder a los genocidas que nos gobiernan.

No me preocupa nada el enfado de Willy Toledo, que entiendo. No comparto en absoluto su visión, eso si. Y tengo la espectativa de que los próximos meses son de aglutinar fuerzas políticas, de la configuración de alianzas electorales que ofrezcan un solo frente para derrotar a los enemigos de la inmensa mayoría. Pero será de una forma nueva, sin estridencias, sin capitalizarlo, con poquitos protagonismos.

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