martes, 22 de marzo de 2022

Es lo que hay y ya es imposible no verlo. Lo tenemos delante. Y parece mentira que sea precisamente el Mr president of the Chaotic Office, el único que no se entera de lo que hace y deja de hacer. Alucinante.

 

Pedro Sánchez y el lobo

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. EFE/Juan Carlos Hidalgo

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En el peor momento, las peores decisiones. Pedro Sánchez se está metiendo él solito en la boca del lobo, y al país cogidito de su mano. En la tormenta perfecta provocada por una guerra, una pandemia, un colapso energético y una crisis sistémica, el presidente nos dice que aguantemos el chaparrón hasta final de mes porque él no abre el paraguas hasta que se lo diga Europa. Como si Moncloa no pudiese hacer nada sin permiso de papá Bruselas. Los precios, la luz y el gasóleo están por las nubes, el campo, el mar y el transporte por los suelos, hay desabastecimiento y pérdidas en mercados y lonjas, y el presidente responde “vuelva usted mañana”. Para mañana será tarde, que cantaba Perales.  Para mañana, la lluvia fina de protestas y paros en pesca, agricultura y carreteras, que está calando gracias a la lluvia gruesa de la ultraderecha, se puede convertir en una imparable oleada de descontento que se lleve al Gobierno y al país por delante. Sánchez confía demasiado en su Manual de resistencia, pero no debería subestimar el caldo de cultivo en el que Vox están sembrando la discordia. Hay un polvorín y Abascal lleva una antorcha. El líder ultra ha visto que la ocasión la pintan calva y cree que ahora sí va a tumbar al Gobierno.  Quiere que los chalecos naranjas sean los chalecos amarillos a la española.

Lo que también hay es mucho fachaleco verde de caza. En las protestas del campo este domingo se juntaron agricultores justamente indignados por años de abandono, con una patulea de explotadores, cazadores, defensores de la tauromaquia y caciques a caballo que se paseaban por la Castellana como si fuera su finca. Ahí se reunieron, en incongruente compañía, los santos inocentes que no tienen pan para llevarse a la boca y los señoritos que les tiran las migajas. De igual manera, la Plataforma Nacional del Transporte que ha paralizado el sector con sus piquetes es una extensión de la ultraderecha, pero ha conectado con el lógico desánimo de muchos camioneros y tractoristas a los que no les llega el gasóleo a fin de mes. Llamarles “fachas” sin distinción ni atención a sus demandas, es echarle fuego a la gasolina.

A esto hay que sumar que el sindicato mayoritario de la Guardia Civil, JUCIL, nacido de JUSAPOL, el ala más cercana a Vox de la policía, critica que Interior les demande más contundencia con los piquetes para garantizar el trabajo de los transportistas que no se suman a la huelga. Es lo que nos faltaba por ver: fuerzas de seguridad defendiendo el derecho de manifestación y quejándose de tener que aplicar la mano dura. A eso se enfrenta el Gobierno, a un país que se tirará por la borda de la extrema derecha, impulsada por medios, empresarios y policías, si Sánchez no da respuesta inmediata a los problemas que tiene la ciudadanía por la interminable serie de catastróficas desgracias.

Y como éramos pocos, el presidente parió la última ocurrencia. El PSOE, sin comunicárselo siquiera a sus socios de Gobierno de Unidas Podemos, reconoció la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental y el plan de Rabat de convertirlo en una autonomía marroquí. Los socialistas pisotean las resoluciones de la ONU y los consensos nacionales que reconocen el derecho de autodeterminación del territorio saharaui ocupado ilegalmente en la Marcha Verde. Al mismo tiempo que Sánchez envía armas a Ucrania para que los ucranianos no cedan al chantaje del sátrapa ruso, él cede al chantaje del sátrapa alauí. Contenta a Marruecos ante una inminente presión migratoria causada por la falta del cereal que llega de Ucrania al Magreb, pero nos mete en una crisis con Argelia, país del que dependemos para el gas, cuando estamos sumidos en una crisis energética. Han cantado bingo.

Mientras Macron anuncia que nacionalizará la energía para bajar los precios, Sánchez ni se plantea esa opción propuesta por Unidas Podemos, y renuncia a limitar el precio en 180 euros el kilovatio, un precio altísimo en cualquier caso. De urgencia, el Gobierno ha anunciado una bonificación al transporte de 500 millones. Tarde y mal. En Francia y Portugal hace días que se bonifica, en Reino Unido es muy superior la cuantía. El país está quemado, Vox lo incendia y el PSOE está embobado con las llamas. La culpa de todo no la tiene Yoko Putin, también tiene responsabilidad un Sánchez desnortado. Llevamos años avisando que viene el lobo de la ultraderecha y no hacen caso. Cuando el lobo llegue finalmente y Pedro corra a pedir ayuda, será demasiado tarde y el votante de izquierdas no acudirá porque no se creerá nada. 

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Comentario del blogg:


Gracias, Javier Gallego, una vez más por definir con pelos y señales una realidad espeluznante que no se puede ocultar tras el trampantojo de siempre, porque esta vez "lo de siempre" va a acabar con todo: con la democracia, con los recursos, con la estabilidad, con el gobierno de coalición, con el equilibrio psicoemocional de los españoles, con la justicia social,con la credibilidad de las instituciones y con la vida de muchísimos seres humanos que no tendrán recursos ni trabajo para sobrevivir ni techo bajo el que refugiarse, ni gas ni electricidad para calentarse y cocinar. 

¿Qué pretende Pedro Sánchez con este baño de irresponsabilidad? ¿Cómo es posible que se dedique a hacer turismo político en parajes donde España no pinta nada relevante, pero que puede perder lo más necesario, si esto no se reorganiza desde dentro? 

¿Para qué sirve un estado que no es capaz de asumir el control y servicio de las energías y la regulación de los precios de las materias, la gestión adecuada de los recursos y la distribución de los productos esenciales para vivir? 

España ahora mismo es un caos, que solo se puede arreglar desde la misma España, pero  con un gobierno que ahora mismo no debería salir del despacho hasta encontrar remedio al desastre in crescendo, en un incendio social que la ultraderecha atiza cada día ni la UE como hada madrina no es la solución del Estado, sino la cooperación de los Estados que ya funcionan adultamente en el siglo XXI, y no en modo Edad Media o Imperio de CarlosV, xd! 

La situación es de extrema gravedad y un Sánchez que se escaquea y no es consciente de la situación que él mismo está agravando creyendo soluciornarla, es evidente que no sabe ni por donde anda ni por donde salir del marrón, que él debe  ver de color de rosa, tal y como está disfuncionando. Es el momento de escuchar a los socios de gobierno y a la  ciudadanía, que evidentemente están más despiert@s que un presidente de su estilazo, dedicado sin parar a la modalidad más peligrosa y estúpida del turismo : el balconing. Lo peor del caso es que su suicidio político será, y sin duda ya está en ello,  una hecatombe social para la gran mayoría de l@s español@s, y no por su completamente prescindible personaje político, sino por sus responsabilidades tan frivolamente inasumidas como plenamente ninguneadas. 

Ser un niñato político, bonico, educado, inocente y discapaz, que solo depende de los asesores que elige con la misma inteligencia con que no sabe decidir e idéntica a la de los Austrias para buscar y encontrar validos, es lo que tiene, que se puede acabar hechizado como Carlos II o como el Borbón Felipe V que le sucedió, convertido en rana y saltando de fuente en fuente por los jardines de La Granja o de Aranjuez. 

Es el vértigo del oximoron del no parar dando vueltas y más perdidos que el pudor del pp y de sus socios. Aún Pedro el del cuento distinguía al lobo desde lejos. Pedro el de La Moncloa lo tiene en casa y se lo lleva constantemente de excursión para que lo pase pipa y se distraiga,  de viaje en viaje y de cirio en cirio. Hasta que el mismo lobo diga ¡basta! y se lo coma de aperitivo, para a continuación completar el menú con la mayoría de los pueblos españoles. ¡Que karma más duro tenemos, rediez!

Discernimiento =0 / Debacle=10 . Ains!!!


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