Piensa, antes de disparar, piensa! Una exigencia ya imprescindible en tiempos demoledores como estos. ¿Serían posibles las guerras si el ego, el miedo, la manipulación y la violencia no fuesen los motores fundamentales de nuestros hipotéticos e ilusos "derechos", que no van acompañados de sus correspondientes deberes? ¿Serían posibles las guerras si nadie disparase y la mayoría de los seres humanos fuesen objetores de conciencia, porque "pensando" de verdad, han comprendido que matando a los demás se destrozan también a sí mismos y que sus "victorias" en realidad son pura ficción, ante la derrota inútil y mortal de su propia humanidad, que es la tod@s? ¿Qué significan como valores humanos patrias, territorios, estados y países, si el PIB de la sociedad son la injusticia, los prejuicios, los intereses financieros, los abusos, el poder obsesivo y absoluto sobre todas las posibilidades y recursos, los enfrentamientos constantes, la fabricación de armas como negocio y creación de empleo, la manipulación mediática a cobro revertido, si el odio y la destrucción son sus paradigmas sociales y reglas intocables, si el amor, la compasión, la paz, el discernimiento, la lucidez, la empatía y la ética imprescindibles para la propia existencia digna, se consideran "buenismo", debilidades y ñoñeces?
Creer que el amor es solo una emoción, una dependencia "ilusionante" unida a un deseo y apego obsesivo por querer y ser imprescindibles e "importantes" para alguien es un verdadero bloqueo de nuestra propia evolución como especie. Un analfabetismo racional emotivo. Algo similar a estar convencidos de que estudiar y aprender es de "pijos" o de tontos, porque lo que vale en realidad para ellos, es el desguace y la destrucción de lo que debería ser su esencia y su conciencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario