domingo, 20 de marzo de 2022

Ni el pueblo saharaui - y ningún pueblo de este mundo- se merece esta puñalada trapera

               Un conflicto "en silencio" y "olvidado": ¿cuál es ...

 

               Historia de una deuda moral con el pueblo saharaui ...

Quienes vivimos al fin de la dictadura franquista el mismo desastre con el Sáhara Occidental, alucinamos con esta espantá del Psoe; tras cuarenta y seis años de historia añadida y de presunta democracia, se vuelve a repetir el mismo fiasco. Es lo que pasa cuando la nulidad irresponsable de los políticos, sus miedos e intereses, desde la eterna mediocridad hispánica desgobiernan a los pueblos engañados y manipulados. Unos gobiernos sin inteligencia, vendidos a cada situación y circunstancia, sin criterios éticos, sin luces ni entendimiento que superen las bombillas de verbena y el apaño instrumental del momento, sin visión preventiva de consecuencias, vendidos al mejor postor del instante. No sabemos qué presiones ni de donde salen arrebatos de este calibre, que obligan al presidente del gobierno a actuar como lo hizo la gobernanza heredera  del dictador que al parecer desde su lecho de muerte echaba chispas contra sus sustitutos en el tema del Sáhara, un lugar que desde su juventud consideró un patrimonio personal, porque allí luchó siendo teniente de infantería. Un verdadero apego ansioso.

España, en 1976, para quitarse de encima el marrón de las tensiones  con Marruecos y Francia , actuó en plan Judas total con la ciudadanía de los territorios de Ifni que eran, de origen africano y  ciudadanos españoles, con los que se había jugado desde el siglo XV, entre guerra y guerra, especialmente,  desde la independencia total de Marruecos del "protectorado" francés, en los años 50 del siglo pasado, esa zona fue constantemente castigada, invadida y machacada. Marruecos siempre se ha sentido el dueño del Sahara Occidental que entonces llamábamos Ifni. Algo similar a lo de Ucrania y Rusia. "La guerra de Ifni" para los españoles se convirtió en un hecho natural, en una costumbre/noticia.

Pero el 'sultán' de Marruecos decidió que los saharauis fuesen abandonados, para que así Marruecos se apoderase de la costa occidental del África del Norte. Montó 'la marcha verde', invadió y secuestró tierras, montañas, costa, pesca, minas y recursos. Los saharauis perdieron el derecho a habitar su tierra de origen, el demérito campechano como Jefe del Estado de desecho, firmó el acuerdo con Hassan II, el padre del actual Mohamed VI, su fotocopia total. Había que evitar que la guerra inicial continuase, eso era básico, lo que ya dejó de serlo fue el destino del pueblo saharaui, educado como español, hablando y estudiando en español durante más de un siglo, que se vio obligado a dejar sus viviendas, su tiendas de alimentación, sus hornos, sus escuelas, sus talleres, sus oficios, sus mezquitas y a aprender a vivir como nómadas forzados, procurando lo imposible: no pisar las fronteras del Sáhara con los países de alrededor para no ser considerados invasores, además de pobres y desterrados por los intereses desalmados de tres estados piraña, España, Francia y Marruecos, menudo trío  de ases sin gota de escrúpulos...

De nada sirvió la intervención de la ONU, que impuso un referéndum, para que el pueblo saharaui eligiese entre  incorporarse a Marruecos o ser independiente, referéndum que ganó -en modo inmaterial- por mayoría aplastante la independencia; pero a pesar de la ONU, como siempre y de su tribunal internacional de "justicia" (¡?) Marruecos se salió con la suya y España se hizo la loca, como de costumbre; al morir el dictador, después de tanto Borbón 'ejemplar' a su bola, España no sabe hacer otra cosa, a nivel estatal, que escaquearse con muy buenas palabras y una irresponsabilidad de manual. Huyendo a los emiratos de mirar para otro lado. Y en ello sigue sin perder comba. 

Mientras tanto el pueblo saharaui está, como el pueblo judío tras la diáspora, repartido entre Tinduf, -un territorio en el desierto cedido por Argelia-,  y miles de emigrados en España, en Francia, en Mali y en Mauritania. No tienen ningún lugar donde reposar la cabeza, como decía Jesús de Nazaret acerca de sus pertenencias materiales. 

Marruecos acusa a España de terrorista por atender a un líder saharaui enfermo de gravedad en un hospital español. Qué nivelazo humanitario, ¿verdad? Y ahora España se pone de acuerdo con Marruecos sin explicar nada al respecto y sin aclarar qué piensa hacer el Estado con las víctimas seculares de su colonialismo, oprimidas y maltratadas por Marruecos, y además ninguneadas y olvidadas oficialmente por España. Creo que esto no es política, es una pesadilla deshumanizante y monstruosa. Una iniquidad a la que poquito a poco la sociedad manipulada por la chapuza política e institucional reinante se ha acostumbrado, en un largo proceso espeluznante de muerte moral. De insensibilización que recuerda al nazismo y su banalidad del mal como la definió Hannah Arendt tras sufrir la crueldad exterminadora de los nazis  y la indiferencia de la sociedad que la hizo posible. 

España no puede ni debe colaborar con Marruecos en ese atropello de derechos y deberes humanos para no tener problemas de fronteras, que no tendría si Ceuta y Melilla fuesen marroquíes como es su geografía natural, en vez de estar políticamente secuestradas y abducidas por un país de otro continente, como es España. El hecho de que ese secuestro lo hiciesen en el siglo XV las católicas majestades de siempre, no puede ser un patrimonio ni un derecho de pernada, sino una barbaridad histórica que, como tantas otras, se ha ido afianzando como un derecho "natural" al filibusterismo imperialista, tan afín al capital y a su barbarie disfrazada de "progreso". 

Hay que pensar soluciones. Y no solo para ayudar a los ucranianos. Los saharauis no estarían como están si España no se hubiese apoderado de sus vidas y de sus tierras desde hace siglos. Como hizo el imperio ruso con Ucrania. España tiene vacío más de la mitad del territorio agrícola, hacen falta cultivos de cereales, de frutas, de girasoles, de trigo, legumbres, talleres, industrias rurales que en tiempos como los que están llegando van a ser más que necesarias para salvarnos de crisis constantes, latrocinios intermediarios, megatransportes contaminantes, etc, etc...

El pueblo saharaui es superinteligente, acostumbrado a la supervivencia sabe sacar los mejores resultados de las peores situaciones, son maestros en resiliencia. Lo digo porque les conozco de cerca y lo sé. Son honestos, compasivos, solidarios y superprácticos a la hora de inventar recursos y simplificar dificultades. Tienen la sabia humildad de los que resisten y crean esperanza donde no la hay. En las acampadas del 0'7 en 1994, en València, durante un trimestre entero, convivimos toda la familia con ellos en las tiendas de campaña que plantamos entre toda@s en la Avenida de Blasco Ibáñez, delante de las Facultades Universitarias. Fue un lujo y un privilegio  de tal calibre que hasta la alcaldesa del pp Rita Barberá nos ayudó proporcionando todo lo que se le pedía al Ayuntamiento, y sorprendentemente comenzó a cooperar con el proyecto , alucinada por el nivel de aquellos "ocupas" fabulosos que cada tarde en su enorme jaima convocaban cursos, reuniones, charlas con debates y diálogos, acompañados por el té verde delicioso tan típico del Magreb y Norte de África, una capacidad convocatoria y creativa de la que ya quisiera disponer y poder llevar a acabo Pedro Sánchez, que tal vez debería tener saharauis como asesores en vez de los que hasta ahora ha ido teniendo. 

En fin, que ese pueblo es de muy poco blablablá y de muchísimo discernimiento e  inteligencia siempre envuelta en valores éticos y en una finísima ejemplaridad conductual, compasiva y capaz de renunciar sin dramas a lo propio si lo común lo necesita, un talante y unos valores que ya nos gustaría tener en España, no como virtudes minoritarias ni para evitar multas o condenas, sino como costumbres normales.  

Si España fuese inteligente no dejaría que ese capital humano se perdiera en los desiertos o en las garras de un sátrapa como Mohamed VI que seguramente les tiene echado al ojo desde siempre sabiendo lo que valen. Para España sería la mejor inversión humanitaria y económica en presente y en futuro.  


               Amigos del Pueblo Saharaui busca familias que acojan a ...

 

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