"Tienes que saber que una mujer puede ser una madre, una esposa, una hermana y una hija.
Una mujer no es la mitad de la sociedad, es la sociedad misma”.
Lo
cuenta Manal, mujer, palestina, refugiada. Vive en Jordania donde, con
mucha determinación y entusiasmo, logró abrir un centro al que acuden
niños y niñas a reforzar su educación. Hoy su centro Farah -que en árabe
significa felicidad- tiene mucho éxito entre las familias de la zona,
pero hubo un tiempo en que a Manal le parecía imposible poder hacerlo
realidad.
“Yo no tenía
ningún título”, explica. Manal tenía pocos medios y mucho trabajo, pero
contaba con algo mucho más importante, la inspiración de su madre. “Mi
madre es mi fuente de educación y conocimiento. Ella me crió. Ella me
enseñó a
diferenciar lo correcto y lo malo y a cómo perdonar y amar sin herir a
nadie”.
Hoy, que
todo el mundo celebra el Día Internacional de la Mujer, nosotras
queremos compartir contigo una sobremesa virtual alrededor de historias
que inspiran. Historias como la de Manal, mujeres refugiadas y que con mucho esfuerzo reivindican el lugar que quieren tener el mundo.
Hoy nosotras somos ellas, mujeres que inspiran. Comparte su historia.
Conoce la historia de Manal y otras mujeres en www.mujeresqueinspiran.es >>
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