Voz emergente
La Maria: “No hay gente de derechas cantando en valenciano y eso es un problema: cuando mandan, no nos programan”
Maria Bertomeu, cantante revelación del folk ultramoderno, publica su primer disco largo, ‘Robina’, que presenta este viernes en el CAT, acogida por los festivales Tradicionàrius y Barnasants

La cantante valenciana La Maria, en Barcelona. / Macarena Pérez
Jordi Bianciotto
Precipitó un persistente boca-oreja bajo radar con su primer disco, el epé ‘L’Assumpció’ (2023), y ahora el álbum ‘Robina’ pone de largo sus artes como cantante y cancionista, en torno a una voz que te atrapa por su intensidad y calidez. Maria Bertomeu, La Maria, no está aquí buscando el pelotazo ni priorizando el acceso a la fama por encima de todo. “Quiero ir poco a poco, haciendo álbumes, no entrando en la dinámica de los ‘singles’, y que sea algo que perdure. Que en veinte, treinta o cuarenta años pueda mirar hacia atrás y estar orgullosa de lo que he ido haciendo”, explica la cantante y compositora valenciana, de Oliva (La Safor), en vísperas de su concierto de este viernes en el CAT, estreno del álbum en el marco de los festivales Tradicionàrius y Barnasants.

La cantante valenciana La Maria en Barcelona. / Macarena Pérez
En ‘Robina’ está el influjo del canto tradicional en contacto con las fuentes electrónicas, entre la raíz y lo ultramoderno. “Es lo que por ahora me pide el cuerpo, investigar y mezclar”, precisa. Lo hace en un cancionero que sigue un camino narrativo, reflejo del proceso de “curación y terapia psicológica” que sigue desde que tenía 16 años, hace diez. “Entré entonces en una depresión bastante fuerte”, explica. “Mis padres eran mileuristas, mi padre estaba en el paro, y con todo buscaron ayuda para que yo saliera del pozo, sacando los recursos de la comida y la ropa. Fueron tiempos duros. Y yo comencé a escribir este disco a partir de las preguntas que me hacía la psicóloga”.
La niña triste y enfadada
‘Robina’ es el femení de ‘robí’ (rubí), palabra que ella se ha ido repitiendo para conjurar sus males y darse fuerzas. Sirviendo a ese concepto están canciones como ‘Consagració’, que ve como “un autoperdón”, en forma de ‘crescendo’ apuntalado en el piano. Hay ecos de flamenco en esos fandangos del Tío Mario y de Confrents, la impronta del ‘cant d’estil’ y una habanera “que se transforma en una chacarera”, con trompeta y tuba. Muchas guitarras, flamencas y eléctricas, encrespadas en ‘Qui s’ha inventat l’amor?’, acercándose al rock industrial. Y un bálsamo acogedor en el tema final, ‘Perdona’, donde pide disculpas a la “niña triste y enfadada” que un día fue.
La Maria ha tenido maestros como Xavier de Bétera, en el conservatorio de Catarroja, un centro que quedó muy afectado por la dana. Tampoco la grabación de ‘Robina’ fue ajena a la riada, ya que el estudio donde se grababan las maquetas, en Xirivella, se inundó y hubo que buscar otro que estuviera en una cota más elevada. “Los mayores dicen que el fuego puede pararse, pero el agua, no, y las muertes se podrían haber evitado”, estima La Maria. “Es un circo lo que está pasando ahora. No nos creemos nada. Esperemos que la gente tenga memoria en unas futuras urnas”.
La música en valenciano
En aquellos días de dolor y caos, ella fue al programa ‘La revuelta’, a cantar una canción para los afectados de la dana, ‘Mon vetlatori’. David Broncano, cuando la presentó, dejó caer que “hay poca cosa actual cantada en valenciano”, afirmación ante la cual ella calló respetuosamente. “Ya, no es verdad, claro que hay mucha música en valenciano actualmente. En su caso fue un comentario muy inocente, pero mucha gente lo cree de verdad, también en el País Valencià. Los valencianos tenemos un problema de infravaloración, autocastigo y autoodio. Pero estoy muy agradecida porque llamaran a una cantante que canta en valenciano. Necesitamos visibilidad”.
El año pasado lo dejaron grupos como Zoo, El Diluvi o Tardor, pero La Maria observa que “sale mucha gente nueva” y que “hay menos miedo a hacer música en valenciano”. El problema es que “la programación depende mucho de lo político”, apunta. “No hay gente de derechas haciendo música en valenciano, y eso es un problema, porque cuando mandan no nos programan”. Cantar en valenciano “significa que eres de una ideología concreta”, hace notar. “Desde la derecha se dice que nosotros politizamos, pero cuando excluyes algo sí que estás politizando, estás negando”.
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