viernes, 31 de enero de 2025

Una vez más, mil gracias, hermana Ana Pardo de Vera y Público, por compartir estas imprescindibles reflexiones. Personalmente he tenido oportunidades durante varios años, de ver en directo y en Alemania, gobernando Merkel, cómo se trataba a los migrantes , tanto en la zona de Colonia como en la de Coblenza, Baden-Baden, Bingen, Karlsruhe, Bonn, Aquisgrán, Freiburg y Selva Negra. La policía local los atendía directamente y los acompañaba a los albergues, donde eran acogidos, aprendian alemán, recibían ofertas de trabajo, disponían de ropa, aseo, comida y cama y hasta la gente poer la calle, cuando los veía deambular sin rumbo, los acompañaba y les explicaba en inglés que tenían todo el derecho a recibir ayuda y no se podía consentir que tuviesn que buscar restos de comida en los contenedores de basura...Desde luego los casos que presencié no tenían nada que ver con el desprecio ni con la deshumanización que impera ahora en gobiernos desalmados, y desprovistos de cualquier vestigio de conciencia como son los de Hungría, Italia, Rusia, Ucrania, Israel, Argentina, Marruecos, Libia o EEUU. Lo que me resultaba curioso y chocante es que aquel gobierno alemán, coordinado por Merkel, fuese de derechas y tuviese mucho más de izquierdas que el PSOE español, por no decir nada del pp. Tal vez por eso, Merkel nunca ocupó una casa especial por su cargo político, sino que siguió viviendo en Berlín, en el mismo piso de siempre, yendo a la compra, entrando y saliendo sin llamar la atención, porque para el resto de la ciudadanía era lo normal...Es completamente propio de Merkel decir lo que ha dicho haciendo lo que ha hecho siempre y que esté alarmada y destrozada si su partido deja de ser humanitario, solidario con los pobres y políticamente alejado del nazismo exterminador. No creo que sea un mal síntoma, sino la reivindicación y llamada de la justicia social, de la solidaridad y responsabilidad de Europa frente a la barbarie del quinto jinete del Apocalipsis: la ceguera y la estupidez disfrazadas de imperio racista, inhumano, exterminador y nazi. El mal síntoma sería que Merkel no dijera lo que ha dicho y con su silencio cooperar a que Alemania cayese otra vez en las garras del horror, algo que a Norteamérica y a sus compinches, como a los judíos nazis destrozando Gaza, les parece "normalísimo" y hasta "justo", como sucede con Putin y Zelenski machacando seres humanos para ver quien gana, manda y se sale con la suya. Ojalá en España hubiese una Merkel disponible para gobernar. Otro gallo nos cantaría. De poco sirve una ideología justa, ética y sana, si quienes la representan y la ponen en juego no son ni sanos ni éticos ni justos. Que no es el caso de Merkel, menos mal!

 

Opinión

Angela Merkel como (mal) síntoma

La excanciller alemana, Angela Merke.l

Por Ana Pardo de Vera

Directora corporativa y de Relaciones institucionales.

Ana Pardo de Vera

Directora corporativa y de RR.II. de Público. Colabora en RTVE, Mediaset, TV3, Catalunya Ràdio y EiTB. Filóloga y periodista, trabajó en La Voz de Galicia, Tiempo y Diario 16. Con Zapatero fue asesora en varios ministerios. Es coautora de 'La armadura del rey' (Ediciones B y Ara Llibres, en catalán) y autora de 'Chantaje a una jueza' (Espasa).

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