Es un verdadero regalazo que un doctor pediatra como nuestro maestro y amigo Jorge Manresa, nos explique los beneficios terapéuticos de la Homeopatía comprobados desde su experiencia médica, desde la ciencia y su conciencia, algo mucho más fiable que sólo las teorías y opiniones basadas en dimes y diretes, sin comprobar ni experimentar, por quienes, sin lugar a dudas, desconocen la realidad en limpio, de la que hablan. Está claro que quienes niegan los efectos terapéuticos de la Homeopatía no la han experimentado en sí mismos. Tan claro como lo está para quienes tuvieron y tienen problemas con los efectos secundarios y curaciones vistas y no vistas, a base de variopintas aplicaciones alopáticas, que dejan como secuelas unos efectos secundarios tóxicos que en la aplicación homeopática de los remedios no existen.
¿Vale la pena que un medicamento cure una jaqueca y deje como secuela una gastritis o una diarrea, o calambres o irritaciones diversas? Y que para colmo, se avise hasta en el prospecto. ¿Eso es curar, o simplemente un alivio, tantas veces, con peores efectos secundarios que los síntomas que se pretenden aliviar?
La base del verdadero conocimiento es siempre la humildad, la transparencia y la ética que proporciona la praxis directa, que también, por supuesto, muestra tanto los errores como los aciertos en la aplicación de las soluciones. Un sistema que pretende curar todo sin conocer todo, sólo sirve para aumentar el dolor y el sufrimiento de los enfermos y la devaluación científica de las fijaciones erre que erre, el polo opuesto de la ciencia auténtica. Un modo de trabajar peligroso, en el que los enfermos acaban siendo cobayas de laboratorio. Como, por ejemplo, sucedió con la vacuna anticovid Astrazeneca.
Mucho peor el remedio(¿?) que la enfermedad. Seguro que las cosas hubiesen sido muy distintas y mucho más sanas si los contagiados por el corona-virus hubiesen sido tratados con Oscillococcinum. Un antigripal homeopático de la casa Boiron, descubierto en la primera Guerra Mundial, y que salvó miles de vidas en la pandemia europea de la gripe Española, en 1918. La sustancia básica del medicamento es Anas barbariae, obtenido del hígado de las ocas, elaborado en modo glóbulos. Con un poder vacunador natural impresionante. Ya que, en plena epidemia, tomando semanalmente un minienvase de glóbulos, la gripe no ataca. Y si ya se estuviese contagiados al empezar a tomarlos, los efectos gripales desaparecen en un par o tres tomas en el mismo día con una distancia de 8 horas.
Es un verdadero don del Universo, que haya médic@s y farmacéutic@s con las luces interiores encendidas y capaces de seguir el camino de la verdadera ciencia, que sería y es imposible sin alma ni conciencia. Consciencia, anima cum-scientia, según su origen latino.
Querida familia sin fronteras: Un abrazo infinito y feliz Epifanía,(del griego, demostración, revelación, hallazgo, descubrimiento )!
Que cada un@ lo aplique según su experiencia, su estado personal, su alma, su mente y su conciencia... Y que luego incluya el tesoro cognitivo en su vida diaria, claro!
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