Me pregunto por nuestra capacidad de preguntarnos para encontrar respuestas propias o si tal vez sea lo "normal" buscar respuestas ajenas para no tener que reflexionar profundamente ni decidir sobre nuestras propias elecciones y responsabilidades. Como diría Unamuno, cuando se refería a nuestra cultura del acoplamiento borreguil: ¡Que elijan ellos! y ya nosotros, si eso, seguimos las huellas del rebaño bien amaestrado, que nos proporciona la seguridad tan natural y celtíbera del '¿donde va Vicente? donde va la gente', ¿acaso se puede ir a otro sitio mejor y más seguro?
Especialmente en estos tiempos de caos, en los que las ideologías políticas y religiosas han ido ocupando sibilinamente la cátedra absoluta de un "nosaber que parece que sabe", y que cada vez va ocupando más espacio y dedicación en lo que debería ser la consciencia, la despensa personal y colectiva del alimento antropológico, ético e integrador que nos afina las cuerdas instrumentales del vivir sin estancarnos en el vegetar.
Nuestra vieja cultura tradicional terrícola lleva milenios en ese plan. Basándose en tradiciones y relatos que proceden de la eterna noche de los tiempos, a base de "misterios" que nadie quiere ni se atreve a aclarar desde los poderes de siempre, para que nada cambie y por ello, considerando sacrílega, pecaminosa antipatriota, e indecente la posibilidad de que ese bagaje heredado tenga errores garrafales que con el barniz de lo misterioso y por ello "legalmente sagrado" e intocable, va tapando agujeros cada vez más inocultables y ya hasta socialmente suicidas. Lo fundamental para mantener el tenderete es conseguir el poder en cualquier formato, cuanto más absoluto, mejor. Por supuesto, la base de ese poder es el dinero que lo compra todo y abre hasta las puertas más y mejor cerradas. O cierra las más abiertas. Eso también.
¿Qué por qué digo todo esto? Por todo lo que está pasando en el mundo y en España, que es lo que tenemos más a mano. Es decir, todo lo que se refiere a conjugar alma, conciencia, ética, bien común, libertades, derechos y deberes, apertura y límites, creencias, causas y efectos, responsabilidad personal, respeto y atrevimiento sin pasar los límites de la convivencia y sosteniendo la cooperación en lo mejor para tod@s por encima de "la lucha", que solo es la expresión de los egos y no la búsqueda de soluciones a los conflictos, que si somos verdaderamente humanos y lúcidos debería ser el objetivo fundamental, por encima de manías, fijaciones, tradiciones, ganancias, rituales y absolutos comodísimos que ya deciden por nosotr@s para no tener que pensar -como buenos rebaños- y de paso, para decidir y realizar en el lugar de nuestra conciencia, tanto individual como colectiva, unidas, o ausentes, a la hora de salvar o condenar la vida, la convivencia y el Planeta que tan generosamente nos alberga.
Aborto con o sin latidos adjuntos, eutanasia, guerras 'justas', libertad, derechos, corrupción a saco...
Personalmente he sido madre de ocho hijos, que fueron llegando sin que me violase nadie ni me obligasen a tenerlos. Los tuve porque quise, aunque podría no haberlo hecho. No fue por ideología, ni por obligación "moral". Era ,y sigue siendo, un amor instantáneo e inagotable por ell@s, incluso antes de que dieran señales de vida física, nada más. Nunca he abortado porque, al haber sido hija única hasta los 18 años, tenía verdadera hambre de familia grande a la que poderme dedicar plenamente dejando de lado todo, excepto la escritura y la vida interior. En mi caso, la humanidad se me ha ido transformando en la prolongación de la familia in crescendo, sin proponérmelo siquiera, la maternidad se me ha ido haciendo universal y el amor sorofraterno por cada ser humano, sea como sea, es el mismo que siento por cada un@ de l@s hij@s que la vida me ha ido regalando vis a vis.
La experiencia es y ha sido extraordinaria en todos los niveles y a pesar de haber habido un divorcio de por medio para recolocar las vidas cuando los l@s hij@s se hicieron mayores y la pareja se deshizo como un jersey, para reciclar la lana. Todo tiene su fecha de caducidad en este mundo menos el Ser, eso sí, con el riesgo paralelo de caer en el noser, como ya avisa Shakespeare, por boca de Hamlet.
No fueron fáciles veintiocho años al pie del cañón desarmado de la paz en medio de todo lo contrario. El compañero era piloto de combate e hijo y nieto de militares. Traslados. Mudanzas. Bebés naciendo en Alcalá de Henares, en Madrid, Sevilla, Valencia...Cambiando de aires, de paisajes, de casas nuevas a casas militares de la posguerra, sin arreglar, de vecindario, de costumbres sociales, de clima..de todo... He tenido como maestra a la propia vida y por ello he aprendido a no condenar jamás a nadie. Descartar el delito y comprender y ayudar al delincuente a cambiar de rumbo y a desarrollar alma y conciencia, al mismo tiempo que salud y equilibrio psicoemocional. Mi verdadera carrera profesional ha sido y es reconocer y amar sin juzgar, de un@ en un@, y mucho menos condenar, a nuestra familia humana.
Fui descubriendo el Evangelio por mi cuenta, en la vida diaria, sorprediéndome por todas partes y luego me lo iba encontrando escrito y en la calle, dentro de mí y de cada ser humano, mucho más que en ninguna iglesia. Por eso mismo no condenaré jamás a nadie porque haya tenido que tomar la decisión de abortar o de irse de este mundo cuando ya no se puede más por las pésimas condiciones de salud y sintiéndose una carga agotadora para el entorno y simplemente, por el derecho humano y la necesidad de descansar esencialmente. No todos somos iguales ni podemos soportar lo peor sin hundirnos y sufrir lo inimaginable, y para colmo, creyendo que un dios todopoderoso, que podría curarnos con solo desearlo, quiera regodearse con tanto dolor como retorcimiento mientras sus criaturas/marioneta padecen sin parar y si no lo hacen es porque pecan olvidando lo genial que es sufrir "lo que dios quiere" que suframos. Indudablemente, algo muy gordo falla en las entendederas el sistem.
Por esas razones cuando veo en gente que va de cristiana esa incomprensión y juicios durísimos hacia abortos y eutanasias, sin comprender ni ser capaces de ponerse en la piel de quienes sufren tanto no por voluntad de ningún dios, sino por deficiencias voluntarias e inconscientes del propio género humano centrado instintiva y emocionalmente solo en el primitivismo de los egos hasta convertirlo en tradiciones y ritologías brutalmente "legítimas" e incluso en leyes, me preocupa muchísimo el deficiente entendimiento de esas creencias, por la deshumanización de quienes ven normal matar en las guerras por ideas religiosas, económicas, territoriales y políticas, para "defenderse legítimamente" de unos "enemigos", que en realidad son nuestros hermanos y así destrozar "legalmente" a los demás, pero condenando sin parar a quienes están sufriendo sin remedio ni consuelo. ¿Cómo es posible que en una tradición basada en la experiencia del Evangelio haya lugar para bendecir ejércitos, banderas, batallas y armamento e incluso un sacerdocio nada menos que ¡castrense! , como si aun siguiésemos en la Roma de Augusto, de Calígula o de Nerón o en el Egipto de Ramsés II?
La fraternidad y el amor no pueden ser una exclusiva "para los buenos" solamente, pues, ¿quienes son los "buenos"? ¿solo los que han sido bautizados cuando nacen, sin enterarse de nada y van recibiendo sacramentos a lo largo de la vida, como el que celebra su cumpleaños, por la rutina familiar o por el miedo a ir al infierno si no cumplen con los ritos, que para nada significan algo más que les cambie el rumbo del cuento chino convertido en ritual o viceversa, en ritual convertido en cuento chino? O sea, que se puede ser un corrupto, un abusador, un calumniador, un hipócrita maquillado de "virtuoso", un genocida, un ladrón social a cuenta del estado o de cualquier iglesia, un sinvergüenza que vive a costa de arruinar a su prójimo, a su familia humana o de hacer puré con sus negocios el propio Planeta, arruinando y especulando en los países más pobres mientras se rechaza a los emigrantes que nos piden ayuda, intentando escapar de ellos para sobrevivir como esclavos del dichosito Primer Mundo(¿¡)...
Y en ese plan, van y exaltan el chantaje emocional del "latido"; cuánta sensibilidad tiquismiquis con la minucia mecánica de la biología y qué barbaridades en lo fundamental del día a día...Necesitamos urgentemente liberarnos de pesos muertos, de tanta pompa y circunstancia amañadas, adquirir y desarrollar lo que nos falta como especie: alma y consciencia, empezando por afrontar como familia universal retos básicos como lo son las prácticas clínicas del aborto y la eutanasia, dos evidencias que se han practicado desde siempre en el lado oculto de la hipocresía hispánica tan católica y procesional, sí, también entre l@s muy católic@s, ric@s y creyentes, cuyas hijas iban a Londres en los años de la dictadura franquista para poder abortar sin problemas si por una de aquellas necesitaban eliminar un embarazo inoportuno. O cuántos enfermos incurables y sometidos a un sufrimiento total optaron por suicidarse en silencio sin poder decir adiós. El mismo dictador Franco al fin de su enfermedad, pedía a gritos que le matasen los médicos que le atendían, por ello se le trasladó de El Pardo al Hospital de La Paz, donde por fin, le sedaron eutanásicamente hasta que murió en pocos días, tras varios meses de sufrimiento agotador.
Deshacer y expulsar del cuerpo en las primeras semanas del embarazo, un zigoto que se ha producido en una situación indeseada, por violación o bajo amenazas o en estado de inconsciencia por narcóticos o alcohol, o porque la afectada es una niña que no puede elegir o una mujer que no está en condiciones de ser madre por cualquier circunstancia de salud física, emocional o mental...no solo no es un crimen, al contrario, el crimen es obligar a las víctimas de género a ser madres en semejante situación y que una célula fecundada sin sin más, se convierta en un ser humano con semejante historial, indeseado, aborrecido desde antes de nacer, con un sufrimiento que ese Dios que tanto invocan los fanáticos, jamás causaría a seres inocentes, valorando más el hecho de nacer por fuera, que el de morir por dentro, condenado al aún inexistente neonato a una vida horrible ya de antemano, con semejante panorama. Pues, ese y no otro es el destino de niños no queridos ni deseados, hijos de un delito, de una agresión, de una enfermedad conductual, de un rechazo cuyo sufrimiento es innecesario y cruel. ¿Aceptarían esas posibles criaturas asumir una vida semejante si pudiesen elegir entre nacer o no nacer en tales circunstancias? Y sobre todo porque en las primeras semanas de fecundación esas células no han desarrollado aun una vida propia, ni funciones ni mucho menos conciencia, que solo empieza a formarse cuando se nace y se comienza a respirar, una vez abandonado el útero materno y cortado el cordón umbilical. Sólo entonces el feto deja de ser un trozo de carne con ojos, con el mismo alma que una planta y comienza a ser humano de verdad. El Oxígeno autoinhalado -no recibido por el canal uterino de la madre embarazada- es la llave de la vida autónoma, del "transplante" del alma infinita al cuerpo humano, por eso es el combustible material del espíritu. Es por ello que al dejar de respirar el cuerpo biológico se muere, se desaloja el piso corporal para resucitar en otros niveles, que ya no necesitan los mismos materiales de construcción. No resucitan los cuerpos enfermos terminales ni destruidos. De hecho a Jesús no le reconocieron sus amigos hasta que les habló y les dijo quién era, como a Magadalena que lo confundió con un hortelano, o hizo sus gestos habituales, como bendecir el pan en Emaús. Es en ese territorio sutil donde suceden los milagros, las curaciones -no solo de los cuerpos físicos-, que hacía Jesús y se siguen produciendo en determinados estados psicoemocionales, para el reequilibrio de la vida, cuando la conciencia individual se funde con la bendición colectiva y universal, sin miedos, ni odios ni condenas. La Física Cuántica en ese aspecto aporta mucho más conocimiento y sensibilidad que un latido manipulado por el mismo sacrofascismo que origina las causas de tantos abortos y eutanasias.
Está claro que tomar al pie de la letra lo de las ovejas en rebaños y manadas y los pastores a su cargo for ever and ever ha hecho mucho más daño que bien a la transmisión del mensaje evangélico. Al parecer ya es hora de que eso acabe. La situación global ya clama al cielo por todas partes.
En cuanto a la eutanasia, a la buena muerte, euthanasìa en griego, es un derecho inalienable para cualquier ser humano en estado de sufrimiento irreparable. Ya vale con endosarle a Dios la única responsabilidad en el control de la vidas humanas, sobre todo cuando para más inri se admiten y sostienen "las guerras justas" y el crimen se sostiene como "legítima defensa", y se mira para otro lado cuando se matan refugiados y emigrantes en las fronteras o en las playas o se les priva de un techo y de un sustento, cuando se ven obligados a huir de sus países de origen, gracias al saqueo del Primer Mundo que luego les rechaza, les culpa de delitos que no han cometido, les castiga, les explota laboralmente porque están indefensos y solo dependen de la buena voluntad maternal y fraterna de quienes les encuentran por el camino, y tantas veces les matan. En ese panorama, el escándalo farisaico de los antiabortistas y enemigos de la eutanasia, es pura hipocresía y desgarradora crueldad. Acabar condenando situaciones difíciles provocadas por el propio sistema que las hace posibles mediante su falta de ética, de justicia social, de respeto y atención a nuestros semejantes, de responsabilidad civil y social y hasta de verdadera inteligencia, es también un atentado contra la capacidad común que debe hacer posible una calidad de vida sostenible y digna para todos y todas. Es ya una obligación urgente del mundo más rico, avanzado materialmente y con la sartén por el mango de la economía global, que se asuman las consecuencias del egoísmo, de los abusos, de la negligencia por todo lo que es humanidad no rentable financieramente, pero esencial para que la vida y el funcionamiento del Planeta sean posibles.
Pero tampoco podemos acusar solo a los hipócritas que generan estas carencias por hábito social, en realidad no debemos culpar a nadie, sino reconocer lo que se ha hecho y hace fatalmente creyendo que es lo mejor y lo más cómodo, porque se ha crecido en un ambiente confundido y mohoso durante siglos.
Además tenemos pendiente resolver el gravísimo problema de que la reproducción de nuestra especie sea tan mecánica como autómata, con muchas más tripas e instintos que consciencia, sentimientos, equilibrio e inteligencia.Y no digamos espíritu, una rareza que se imagina en la teoría de las religiones, pero muy poco accesible en nuestro estado evolutivo, y no porque el Espíritu no exista, y nos haga posibles, sino porque nuestra especie solo existe y, mayoritariamente, aún no ES. Por esa sinrazón nos hemos convertido en la peor plaga imaginable. Desde luego la mejor solución no es el aborto, sino que no haya necesidad de abortar, aunque desinstalar zigotos antes de que se acoplen al útero no es ningún crimen sino la simple interrupción de un proceso al que se le atribuyen unas virtudes morales y casi "mágicas" que no tienen las mismas consecuencias en todos los casos.
El hecho de la maternidad y de la paternidad no tienen la misma orientación para tod@s, pues dependen del estado de consciencia individual y de la salud psicoemocional de los posibles progenitores mucho más que de las creencias rutinarias y teóricas. Es decir, todos y todas podemos ser madres y padres, pero por desgracia, demasiado poc@s están en condiciones de serlo adecuadamente. Se tienen hijos mediante alquiler de úteros, como se hacen salchichas en una carnicería. Se traen seres a este mundo que no conocerán jamás a sus verdaderos padres y madres biológic@s porque se ha comprado esperma y óvulos, además de alquilar úteros al por mayor. Ucrania es un modelo de semejante sindiós. Muchos de es@s hij@s por encargo tendrán dos madres o dos padres, toda su vida se preguntarán por qué y se sentirán marcianos sociales. Y todo porque los autores del percal, colocaron en primer lugar la "libertad" de sus egopatías caprichosas y no el amor verdadero, incapaces de pensar en las consecuencias de sus fijaciones en la vida de unos seres inocentes, indefensos y vulnerables, comprados y desterrados fuera del alma, de la acogida natural y del cariño inicial, que por ello tendrán que asumir traumas y absurdos cuando comprueben que todos sus compas de clase tienen un padre y una madre biológic@s y ell@s no. Esos procesos son mucho más graves y patológicos que el aborto o la anticoncepción, que es totalmente inocua y mucho más asequible que un proceso traumático física y emocionalmente. Además de una urgencia global. No hay planeta para tanto okupa obligado y la solución no es matarlos de guerra en guerra, ni de campo en campo de refugiados ni de patera en patera, sino impedir que la especie rebose como una olla universal hirviendo a todo meter hasta quemar la comida y acabar con los nocomensales al completo, mientras unos cuantos se mueren por empacho y excesos.
Tenemos que resolver problemas gravísimos de índole fundamental transcendente y dejarnos de perder el tiempo en estupideces para evitar ocuparnos en vez de preocuparnos, que es mucho más cómodo y paralizante. Embarrancados en nimiedades y creencias paleolíticas, en peleas ideológicas y dogmáticas, en interpretar y remasterizar la Historia para no resolver ni canalizar el presente, que en realidad es lo único de que disponemos para cambiar "lo de siempre" por un horizonte nuevo y mucho más sano, en el que las normas y leyes estén al servicio del bien común y no para destruirlo. Un estado de resurrección ontológica permanente y natural en el que la luz del amor y su justicia deje de ser una utopía para comprobar que es el sustento y el sentido de la vida. Donde manipulación y poder son una enfermedad contagiosa hija del miedo. En realidad lo que llamamos "maldad" es gravísima ignorancia. Por eso el miedo, el odio, la violencia, la incomprensión, etc, etc, nunca solucionan nada y destrozan todo, incluídos los que odian, agreden, persiguen, engañan y provocan calamidades para hacerse millonarios durante cuatro días, porque ell@s también se acaban y para colmo, en ese plan, no han encontrado el tesoro que nunca se agota y que, si así lo queremos, en medio del camino más áspero e incomprensible, nos sale al encuentro...
Nuestro trabajo ahora no debe ser despellejar a los éticamente analfabetos y deficientes, sino hacer lo posible para que se alfabeticen y despierten cuanto antes y eso solo se puede hacer con actitudes nuevas, creadoras, con pensamientos, iniciativas y palabras que construyan lo que hasta ahora solo se ha manifestado en plan trampantojo rentable y enchufista, y por ello tan torpe e incompetente como desastroso y humanamente deplorable. Es algo así como haber dejado durante siglos que unos parvulitos fuesen los encargados de mantener activas las centrales nucleares porque estudiaron ingeniería atómica en la Universidad de la Señorita Pepis...Una ridiculez y una tragedia al mismo tiempo, pero que obviamente, tiene las peores consecuencias si no lo remediamos entre toda la Familia Global. Lo mejor de todo es que esta vez la solución está dentro de nosotr@s y no en manos de quienes no saben mirar nada más que a sus cuentas bancarias e inversiones o al número de likes que les endosan en Instagram o en Twitter por dar masteres en SeñoritaPepislogía.
¿Por qué sucede algo así? Porque se vive de relatos y de teorías, de espaldas al prójimo que no comparte nuestra forma de vivir y de funcionar, porque se vegeta fuera de la realidad. No se vive de verdad ni plenamente cuando solo vemos como aceptable "lo nuestro" y despreciamos lo que no nos encaja con lo que hemos catalogado como "bueno", no porque lo sea, sino porque es "lo nuestro". Lo habitual, lo cómodo, lo que "mola", lo "de siempre". Aunque en realidad sea injusto, amoral, bárbaro y cruel. Si tanto repelús dan los abortos y las eutanasias, ¿por qué se disfruta cazando animales inocentes, por qué se acude a las corridas de toros para verlo sufrir y morir, difrutando del pifostio, por qué "el Toro de la Vega" y los "toros embolaos" con los cuernos en llamas? Los toreros que mueren en las plazas de toros en realidad se suicidan a golpe de una peculiar eutanasia chulesca y estúpida, o como los deportistas que mueren en la práctica de sus aficiones peligrosas, sin tener en cuenta los riesgos, como por ejemplo, el motociclismo, las carreras de bólidos o el alpinismo de alto riesgo. Y no solo no se les prohíbe que se pongan en peligro de suicidio involuntario e irresponsable, sino que se les convierte en espectáculo,en iconos publicitarios y atracción de masas, considerando su irresponsabilidad una cualidad deportiva maravillosa.
En esos hábitos masificados no influye para nada la base que predican las religiones: el amor, la compasión, la empatía y el discernimiento como experiencias reales y palpables, y no solo como relatos apócrifos. Y para colmo si surge alguien como Francisco, el Papa católico actual, al que se le considera casi un hereje y eso que no ha cambiado nada decisivo, solo porque está intentando recordar el olvidado contenido práctico de los Evangelios...Es alucinante.
Hay que despertarse de una vez, porfa. Este modus vivendi es una vergüenza y un constante freno para la evolución del espíritu en la materia y viceversa. Y las religiones -si fueran lo que dicen y creen ser, como las ideologías de política ficción- deberían ser las primeras en abrir los ojos, en ser humildes, en reconocer sus limitaciones, sus tremendas e históricas meteduras de pata amparadas en tradiciones ya insostenibles, dejar de juzgar y de hacer compatibles el disparate de la propia contradicción sin aceptar sus fallos por devota obstinación y aterrizando en esta vida sin tener que fingir lo que en realidad ni se vive ni se conoce, pero se predica, se relata, se vende y se manipula para seguir mintiendo siglo tras siglo sin que en realidad nada cambie de verdad a mejor, no porque Dios no lo quiera, sino porque ell@s no quieren que nada cambie, pues si así fuese ¿de qué vivirían, a qué se dedicarían si la humanidad descubriese "Qué y Quienes Son Dios" en realidad?
Y en esas estamos. Las religiones han fracasado como canales del espíritu y se han convertido en la Casa de tócame Roque. Pero la conciencia de los seres humanos sigue siendo la entrada en la Casa Común de la humanidad pródiga, lo único que se puede hacer es dejar de especular y de divagar y despertarnos para que lo que ES nos revele quienes Somos de verdad, en el día a día, en la sencillez de cada paso, en la descomplicación de tanto enrevesamiento inútil y siempre escapando y huyendo en dirección contraria a la luz inofensiva, delicada y generosa, que nunca deslumbra y jamás nos abandona.
Si despertando no nos volvemos inocentes y transparentes como niños abiertos a la luz natural y liberadora, sin ataduras, en la energía del espíritu, no podremos ser conscientes de la Casa Infinita, que en realidad Somos Tod@s...Y seguiremos en las mismas, dale que te pego... obstinad@s en que nuestro error involutivo es "culpa" de la voluntad de un dios inventado, malentendido y utilizado por nuestra comodidad y no un empeño obtuso de nuestra estúpida soberbia imperiófila culturalmente hereditaria, que alucina con los restos arquelógicos milenarios sin asumir el presente, hasta el punto de contaminar incluso los genes, mediante la domesticación psicoemocional y ritualista de la especie.
Ese fue el mensaje, el ejemplo y la pedagogía de Jesús de Nazaret. El regalo de la resurrección del infinito en cada ser humano. Una sustancia esencial que vive dentro de tod@s, el Maestro del Corazón, como lo llama el budismo y que nutre la mente, al alma, el intelecto, los sentimientos y la conciencia de la humanidad. Con la energía vital del espíritu que como dice Jesús, sopla donde quiere y como quiere...Eso sí que es la Libertad verdadera...
¡No facilitemos que interruptores ni etiquetas de merchandises religadoras nos aparten de la Luz! Tampoco olvidemos que no hay "buenos" ni "malos", solo hay herman@s todavía dormid@s o ¡ya! despiert@s.
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