miércoles, 6 de abril de 2022

Los adverbios diferentes, desde la cantidad y el modo, a veces, combinados con inteligencia pueden ser llaves conscientes de la misma puerta eutrópica (del griego: eu=buena, y tropos=dirección) que puede abrirse en la bifurcación urgente e imprescindible hacia la regeneración creadora de un nuevo modo de vida basada en el bien común, que nunca será posible sin un despertar individual y 'contagioso' por afinidades compartidas in crescendo

 Para salir de este infierno provocado por la falta global, social y personal de alma, de conciencia y de verdadera conexión humana, necesitamos cambiar cuanto antes el sistema basado exclusivamente en el cuánto por la cooperación reguladora y el fluir del cómo. El cuánto es una pulsión insaciable, cerrada sobre sí misma, nunca tiene bastante, por eso arrasa y arruina todo aquello de lo que se apodera. Para compensar, el cómo es el contenido psicoemocional y consciente de nuestras decisiones, el por qué de lo que sentimos, pensamos, necesitamos y hacemos. El cuánto es la voracidad del hambre y el cómo la inteligencia del menú. En este mundo, actualmente, el señor feudal es el cuánto y el cómo es el siervo. Hay que cambiar la valoración, hasta conseguir que el cómo sea el capitán del barco y el cuánto la tripulación. El cuánto es la voluntad unida al empeño del ego educándose para convertirse en el Nosotr@s. El cómo, acompañado del por qué y del para qué, son cosa del alma y  de la conciencia, partitura que escribe la luz del espíritu con la tinta del Amor en el horizonte de la esperanza, una vez que el sueño de la fe se ha transformado en energía realizadora que se materializa. 


                      Paraje de Historias: ABRIENDO PUERTAS

No hay comentarios: