lunes, 11 de abril de 2022

Aplicaciones y actualizaciones del Apocalipsis en el wifi del Espíritu, que nos pueden poner al día.

           Luz De Linterna De La Biblia Luz Luz Luz Luz De Luz Divino ...

 

Aunque el ego primitivo, que se refugia y refuerza en la zona del cerebro límbico -reptiliano, primitivo-  de la humanidad, nos haya inclinado desde la noche los tiempos, a la división y al enfrentamiento entre "dioses", religiones y rituales, nuestra "salvación" depende sobre todo del desarrollo de nuestra alma y de nuestra conciencia, dos energías inseparables de una misma realidad: el factor humano encaminado hacia el medio divino (como diría Teilhard de Chardin) , que no es una alienación de creyentes repartidos en sectas religiosas, culturales y/o ideológicas constantemente enfrentados entre sí para disputarse la posesión de una única verdad, sino la plenitud de la propia especie, en la riqueza necesaria de su pluralidad. 

¿Qué nos parecería un jardín único en todo el planeta en el que solo se cultivase una sola especie de plantas o de flores, o un huerto planetario donde solo creciesen alcachofas o guisantes o patatas y toda pluralidad en el cultivo de plantas estuviese prohibida por dogmas y leyes inventadas por unos 'dioses' a los que nadie ha visto jamás e imperan desde los cuentos y relatos sin dar señales de existencia y en los que hay que creer por obligación, sin que nunca den la cara ni en los peores momentos siendo todopoderosìsimos? Cada especie vegetal lleva consigo unas propiedades únicas para alimentar, curar, remediar, vitaminizar, y también para impedir plagas con desinfectantes naturales, también para mineralizar, alegrar y mantener a otras especies, como las mariposas, las hormigas, las abejas, las mariquitas, la aves, los roedores, los caracoles, las cabras, vacas, ovejas, conejos, caballos,etc...Pues lo mismo vale para los seres humanos y su pluralidad de percepciones y hábitos sociales determinados por los lugares y experiencias antropológicas e históricas, mediante las que se crece y se aprende a vivir en cooperación natural, sobre todo desde el intercambio de la pluralidad. 

Una humanidad rica en diversidad, en lenguas, en culturas como en experiencias devocionales y de percepciones espirituales, es mucho más  útil para la evolución que un campo de concentración planetario ideológico/religioso, donde tod@s están obligad@s desde que nacen a creer y aceptar por la fuerza de la costumbre, el mismo equipaje determinado por un único mandato psicoemocional y (des)educativo, que se hace hereditario sin solución de continuidad. ¿Cómo podría evolucionar una especie en ese estado de petrificación voluntaria de sí misma, solo por el miedo a los cambios evolutivos imprescindibles para la propia sostenibilidad de la vida y de la propia especie, empotrada y bloqueada en su automatismo, al que ha identificado con el concepto autárquico de un "dios", que es simplemente, la divinización de sus manías hereditarias convertidas en religiones y rituales, que le ofrecen seguridad y apego ansioso al concepto de poder, mandar, obedecer hasta el límite, y todo el que disienta va al infierno, a la decapitación, a la hoguera, como en tiempos de la Inquisición o a la lapidación y  la crucifixión, tirando hacia más atrás? Está claro que esa barbarie sigue en activo en las guerras, atentados terroristas, mafias desalmadas, negocios corruptos demoledores para el género humano e injusticias brutales. A todo ese curriculum mortis se refiere el Apocalipsis en su relato, que sin duda, es profético a tope.  

Ahora nos toca descifrar y aplicar el contenido profético que ya se descubrió hace más de dos mil años. Es el momento de reunir las piezas del puzle que Juan de Patmos dejó en herencia para que "quien tenga oídos escuche lo que el Espíritu dice a las iglesias". Esas iglesias ya no son solo comunidades cristianas del siglo I de nuestra Era. Y los mensajes proféticos se pueden aplicar  en muchos aspectos. Por la misma gracia y energía que se derrama constantemente sobre la creación, y para que los seres humanos puedan despertar en diversos lugares y culturas, el telar del Espíritu teje con diversos hilos y diferentes ruecas. Por eso hay sant@s y seres de luz en todas las culturas, sin que pasen necesariamente por las santificaciones del Vaticano. Hay sant@s laic@s a quienes solo la luz del Espíritu conoce porque  mediante ellos se canalizan sus ondas amorosas, sabias e imperceptibles en pompa y exhibiciones,  en distintos lugares. 

Por ejemplo, en el Occidente de triple herencia  bíblica, -judía, musulmana y cristiana- hemos recibido mucho bien procedente de las experiencias espirituales del budismo, del taoísmo, del zen, del hinduísmo, de los sufis, de las tribus indígenas de los actuales USA, o como de los mayas mejicanos los incas en Perú, o los miskitos en Nicaragua, los quechuas y aimaras con sus Pachas Mamas en Bolivia y Ecuador, como los nativos de las tribus de África y de la Amazonia...Una pluralidad riquísima, una familia sin fronteras para respetar, comprender, aprender, amar y compartir en vez de aplastar, someter, explotar, exprimir, secuestrar, arruinar y exterminar, como se lleva haciendo desde siempre en este bellísimo, espléndido y desgraciado planeta. 

Para remediar ese estado primitivo que, con la evolución mal entendida y peor canalizada, se ha convertido globalmente en un infierno cada vez menos apto para la misma vida, han ido apareciendo, a lo largo del tiempo, seres despiertos, inteligentes y capaces de aportar soluciones inofensivas, conciliadoras, sanas, equilibradas e inteligentes que la especie y su medio vital, necesitan para no extinguirse y no ser nocivas para la misma existencia. Una enseñanza práctica que muestre a la especie humana unos valores que, sin duda , la mejoran, la despiertan y la ayudan a vivir sin causar efectos secundarios demoledores, a ser lo menos nociva y agresiva posible, por ello más inteligente, más completa y más feliz. Seres que a lo largo de la historia han ido aportando luz en la oscuridad, inteligencia en la idiotez, apertura en la cerrazón, paz y entendimiento en los conflictos, sabiduría y humildad en la tontuna y la soberbia, fluidez y apertura en la obstinación y el fanatismo, generosidad en la avidez egoísta, salud y remedio en la enfermedad y abundancia para todos, todo lo contrario que hace este mundo ahora:  miseria y escasez para muchos y riquezas desorbitadas para muy pocos. 

Esos seres más avanzados, creadores y portadores de nuevas energías para mejorar este mundo, lejos de ser valorados y escuchados, se han insultado, descalificado, perseguido, encarcelado, torturado, matado con saña especial, para "ejemplo" de lo que les ocurre a quienes rompen los moldes del primitivismo y su locura, que consiste en potenciar la injusticia, la crueldad y la deshumanización como "valores", desde la "ciencia" sin conciencia , con los adelantos tecnológicos sin tener en cuenta los daños colaterales de la misma tecnología sin alma, hasta acabar con la propia Naturaleza que hace posible la vida y viceversa, y así se aplican los mismos criterios devastadores, a la política, a la economía, a la enseñanza, a las relaciones interpersonales y laborales, a la salud mal entendida, a las religiones, a los negocios, al narcisismo con el culto a lo aparente, al trampantojo y las dobles vidas, e incluso desde la "cultura", valorando la violencia, la competitividad, la agresividad, los peores instintos y el perenne enfrentamiento, nada menos que como 'cualidades imprescindibles' (eso es "pelear", "luchar" y "competir", "para ser alguien") para ganar millones, trofeos, premios y distinciones. Para ser "importantes", o sea, para destacar en lo peor, en lo más egópata, en lo que les separa del resto de sus congéneres, la trampa ideal de la oscuridad para cazar incautos: sentirse y ser considerados "especiales". Está muy bien explicado en el episodio evangélico de las tentaciones en el desierto que experimentó Jesús de Nazaret, por parte de la zona más negra del inconsciente colectivo envasado al vacío, a lo que la religión judeo-cristiana llama "demonio, diablo o satanás". 

Es evidente que en esa tensión desalmada, para que uno se haga el amo de lo que sea y "triunfe", tiene que ocasionar la miseria, las perdidas y las escasez de muchos. Quienes "ganan" en ese plan, pierden lo mejor de sí mismos. Se autocondenan a ser objetos de sus pulsiones en el arrebato primario del cuánto y por ello a no ser sujetos conscientes capaces de desarrollar y compartir con responsabilidad y lucidez las vías del cómo y del por qué, para que el cuánto no se haga el amo de las decisiones, sino que sirva más al bien común que a sus pulsiones egópatas e insaciablesPor esos caminos sin salida, se llega al estado planetario que  Juan de Patmos, Orwell y Huxley adelantaron en el Apocalipsis, Rebelión en la granja, 1984 y Un mundo feliz.

Es muy necesario el trabajo constante con la energía que potencian la meditación, el yoga, el tai-chi o el reiki, tareas espirituales laicas y aconfesionales que no están ligadas a un culto determinado y por ello nos facilitan la libre y sana conexión de energías, porque en ellas participan la materia del cuerpo en quietud y movimiento, la mente, el alma, los sentidos, el sentimiento, la respiración, los átomos, partículas, moléculas, átomos, electrones, ondas electromagnéticas, células, tejidos, sistemas, aparatos, glándulas y órganos, nada es ajeno al Espíritu creador que todo lo conecta, evidentemente, y sin discriminar. Y tantas veces anticipa, mediante la intuición, como la de Juan de Patmos, el Evangelista y su relato, tanto en el prólogo de su Evangelio como, en sus cartas y sobre todo, en el Apocalipsis. El Espíritu va unido a la gnosis, al conocimiento inseparable de la experiencia. ¿Quién podría contradecir al ciego de nacimiento -curado por Jesús de Nazaret-, que no tenía ni idea de lo que era ver algo y de repente vio todo a su alrededor cuando declaró ante el Sanedrín que perseguía a Jesús sin parar: "yo no sé si ese hombre es o no el Mesías, solo sé que nací ciego y ahora veo"? Pues de eso se trata. De la evidencia. Una vez pinchado y reventado el globo de la fe religiosapor miedo y fanatismo, o filosófica tantas veces y poco aterrizada, que tiene mucho más de ilusión que de realidad, nos queda la esperanza de que el Amor haga su tarea. Y la tarea del Amor unifica desde la sutileza la sana y pedagógica pluralidad de la materia y la energía. 

Gracias a esas posibilidades renovadoras, en este tiempo de caída fulminante de trampantojos, el Espíritu coloca su luz y nos pone las gafas bien graduadas, si queremos, claro, (nunca fuerza ni violenta a nadie porque su esencia no va por esos derroteros teócratas, sino por todo lo contrario: la sabia humildad de lo divino), y así, releer el Apocalipsis, tanto desde la experiencia como desde la esperanza y el Amor. 

Juan comienza su manifiesto apocalíptico, o sea, revelador, escribiendo siete mensajes para siete comunidades, -asambleas, eklesías, en el griego original del texto-, que debían reorientarse, mirando hacia dentro de sí mismas, para  comprender el mensaje. 

Ya situad@s en el siglo XXI, aquellas comunidades no existen, pero resulta que, gracias al yoga y a la espiritualidad oriental, la humanidad ha ido descubriendo que tiene siete chakras repartidos en su cuerpo y en su alma. Cada uno de ellos tiene una función energética en la vida de cada ser humano y del trabajo conjunto de las siete fuentes de energía depende el equilibrio y la salud del propio ser humano. Esos centros de conexión unen cuerpo, alma, mente, emociones y espíritu, facilitando con su armonía la experiencia vital de todo el conjunto. Y si leemos con atención las siete cartas, podremos reconocer que el mensaje profético de Juan es totalmente aplicable al ser humano del siglo XXI, aunque las circunstancias temporales sean otras, el sentido es atemporal y a día de hoy perfectamente aplicable a nuestro desarrollo personal y comunitario, ya liberados de dogmas y apegos a lo inmutable por decreto faraónico de cualquier poder, como ha sucedido a lo largo de toda la historia de nuestra especie, que ya no es la misma, gracias a nuestro origen y a nuestra condición de hij@s pródig@s, en interminable camino de vuelta a casa. Venga, vamos al no lío, sino al grano de la más necesaria cosecha, empecemos por orden de escritura:

                                    

                              LAS SIETE CARTAS  

1) Iglesia de Éfeso. Primer chakra. Situado al final de la columna vertebral, entre el coxis, las ingles, el recto y los genitales. Su color es rojo. Energéticamente rige también las piernas y los pies. El movimiento externo del cuerpo, pero no su dirección. En ese punto se unen la materia más elemental con la energía necesaria para la vida. Es por donde se produce la fecundación y luego se nace, saliendo del cuerpo materno, entrando en una nueva y autónoma posibilidad vital. ¿Qué dice Juan acerca de esta primera iglesia situada en Éfeso? Que debe aprender a distinguir la verdad de la mentira, o sea, lo engañoso del instinto momentáneo y pasajero, de la verdad del amor responsable y constante. Pues la mentira es obstáculo fundamental que impide despertar y crecer cuando no lo descubrimos y nos quedamos atad@s al engaño de lo aparente. Dice Juan que por ese motivo nos olvidamos "del amor primero", como de la inocencia y de la frescura de la verdad. Añade que quien consiga el objetivo de "volver al primer amor recibirá el don de alimentarse del árbol de la vida, que está en el jardín de Dios". Es decir, el objetivo es liberarnos voluntariamente de las ataduras del instinto primario, siendo sus administradores y no sus prisioneros.

2) Iglesia de Esmirna. Segundo chakra. Color naranja. En este punto biológico se produce la gestación de la vida y también la asimilación y expulsión de los residuos alimenticios, o sea, la purificación y limpieza del organismo. Parece materialmente un trabajo pobre y sucio, pero es justo lo contrario, gracias a esa función nos nutrimos e incluso podemos convivir con bacterias benefactoras que además nos aportan inmunidad, pero retenidas y aumentada su cantidad por descuido, pueden enfermarnos. En ese punto el organismo elige entre la armonía de fluir saneando y la turbia tendencia a retener y pudrir lo digerido. Elegir entre miseria y generosidad en lo que se vive. De su equilibrio  se puede obtener la inmunidad  y de su desequilibrio la enfermedad. Se puede ser fértil y dar vida o ser estéril y no dar nada. No solo en lo físico, sino también y sobre todo en lo psicoemotivo, consciente y espiritual. El cometido de ese chakra es ser fiel al discernir. Juan afirma al despedirse, que "la corona de la vida es el resultado de esa misión y si se logra esa comunidad no será víctima de la segunda muerte". ¿Qué significa "la segunda muerte"? No querer cambiar voluntariamente lo que nos hace daño. La "primera muerte" es solo un cambio de plano vital, cambiar de traje, pasar de la materia a la energía, cuando el recipiente corporal se agota. La 'segunda muerte' es la total liquidación de existencias, por voluntad propia, porque, sencillamente, se ha rechazado la evolución espiritual que nos hace posibles, útiles, benefactores y sostenibles en el plano cósmico. No es un castigo,sino el resultado de  la elección de cada cual.

3) Iglesia de Pérgamo. Tercer chakra. Color amarillo. Núcleo de las emociones. Centro receptor e inicio de la digestión de los alimentos. Donde se sitúan el estómago y las glándulas digestivas, el bazo y los riñones encargados de regular la higiene líquida. La energía emocional es el motor de todo lo básico en el organismo; quienes sean capaces de mantenerse en el centro del eje regulador de impactos equilibrando el proceso, según, afirma Juan, recibirán dos regalos: el maná escondido en el alimento de la energía interior, una piedra blanca que lleva inscrito un nombre nuevo, que solo conocerá quien lo recibe. Es decir, que el equilibrio de las emociones nos concede un sana individualidad, que es el "nombre" único e irrepetible, -la marca de la casa- por el que nuestro origen divino reconoce a cada ser humano y cada ser humano se reconoce en él. Para nuestro origen cósmico nadie está repetido, cada ser es único y necesario como pieza del mismo puzle. Tod@s iguales en la construcción del todo y distintos en la función, en la forma y el lugar.

4) Iglesia de Tiatira. Cuarto chakra. Su color es verde.Situado en el centro del tórax, donde además de circulación y respiración, se regula la función de los brazos, las manos y gran parte de vértebras dorsales. O sea, la capacidad de dar y de cooperar activamente con la vida y el prójimo. Es el centro de los sentimientos, que también incluye la sanación y la compasión. Del dar y recibir. Es el lugar del acompañamiento, del amor fraterno y más desinteresado, la confianza, la dedicación generosa y la resiliencia. Pero Juan, además advierte que es necesario estar pendientes de no caer en la palabrería y en la superficialidad, ni en los posibles efectos "mágicos", de una trivialización que confunda el amor verdadero con el apego sexual, "que confunde el amor con las oscuridades de Satanás", es decir con la pasión dependiente y obsesiva que destruye la libertad y el equilibrio de los sentimientos para degradarlos en apegos de dominación/sometimiento. Que da lugar a las violencias de género y al crimen vicario. El premio que se recibe cuando se consigue la armonía a este nivel, según afirma Juan, es la auctoritas moral, la credibilidad natural que fluye como resultado de lo que se vive, como pasaba con Jesús, cuando el pueblo decía de él que 'hablaba con autoridad y no como los sacerdotes, escribas y fariseos ', que hablaban de lo que les leían y predicaban en las sinagogas, pero no desde lo que vivían, esa es la diferencia,entre la comedia y la realidad de los sentimientos, que ya han superado la irracionalidad de las emociones. Sigue diciendo Juan que solo desde ese plano se puede ayudar y educar, "porque sin esa orientación la sociedad saltará en pedazos como la loza cuando se rompe".

5) Iglesia de Sardis. Quinto chakra. Color azul. Situada en la garganta y las vértebras cervicales. Su función, además de ser un canal para la respiración y la nutrición, es la comunicación, el sonido de la voz, del canto y el uso de la palabra, del verbo que se hace carne y habita entre nosotr@s. Dice Juan que el riesgo de esta zona energética, que él identifica con una iglesia, es quedarse inoperante. Muerta. Porque no se atreve a comunicar lo que la humanidad debe conocer, acerca de los dones, logros y funciones del Espíritu, ya que esa comunicación es sanadora y necesaria, por ello debe estar vigilante en su trabajo para que todos conozcan la grandeza del camino espiritual que nos integra, mediante la comunicación, que tanto ayuda a sanarnos un@s a otr@s. El premio, dice Juan, será una vestidura blanca como signo de la profunda renovación y que nunca será borrado el nombre único que tiene cada ser recuperado por el Espíritu, y por el que siempre tod@s l@s recuperad@s serán reconocid@s.

6) Iglesia de Filadelfia. Sexto chakra. Color violeta. Situado en la frente, entre las cejas. Su función es esclarecer la percepción espiritual e intuitiva, unida a la compasión y a la clarividencia. El mensaje de Juan afirma "se te concede una puerta que nadie puede cerrar" porque aunque en esa zona no predomina la fuerza física, si hay lugar para comprender los mensajes y significados del Espíritu, mediante los cuales, los más alejados y perdidos pueden encontrar o retomar el camino abandonado porque no se le encontró sentido o porque se equivocó la ruta hacia el  interior, y proyectarlo  en su entorno por medio de la compasión y de la paciencia. El premio consistirá en "estar protegidos por el Espíritu en la hora del sufrimiento universal, mientras se transforman en columnas que sostendrán la nueva construcción de otro mundo, el santuario indestructible de la nueva humanidad". 

7) Iglesia de Laodicea. Séptimo chakra. Color morado. Situado en lo más alto del cráneo, en la coronilla. El cerebro es el ordenador del sistema, el tren  energético de alta velocidad que conecta con la red cualquier señal o estímulo. El pensamiento, la voluntad, la memoria, el libre albedrío y la libertad, la decisión, y todas la funciones mentales, incluida la base de la consciencia,  dependen de él, emisor, receptor y moderador de todos los mecanismos anatómicos y fisiológicos que sustentan el plano psíquico. También es cierto, que el cerebro depende fisiológicamente del corazón que lo mantiene vivo aportándole el oxígeno imprescindible mediante la hemoglobina, de modo que todos los chakras  dependen del 6º, para poder funcionar. Del cerebro parten y regresan las conexiones neuronales. Su función es unir la materia ya evolucionada desde el primer chakra, pasando por todo el proceso de los seis anteriores puntos físicos, mentales y emocionales. Para dejar bien claro el modo de enfocar el sentido coordinador de la vida, tenemos la evidencia  de la dinámica cerebral como espejo orientador en el funcionamiento de la propia vida personal y social, intercambiado funciones entre los hemisferios: izquierdo y derecho. Demostrando hasta biológicamente el valor y la necesidad de equilibrio y cooperación, cuyas funciones específicas se manifiestan respectivamente en el lado contrario al que las produce, de modo que la mitad derecha del cuerpo expresa las funciones,  inteligencia y habilidades del hemisferio  izquierdo y viceversa. Nuestro propio lenguaje interno y externo es el ejemplo natural de nuestro aprendizaje práctico e indispensable para la propia vida.  Toda una vía de experiencias imprescindibles para subir la escalera de la evolución. La función del séptimo chakra es completar la unidad entre espíritu y materia que se inicia en el primer chakra-escalón. Aquí llega la unidad entre cielo y tierra. El cielo ha aterrizado en la humanidad y la tierra ha levantado la vista y el vuelo desarrollando la sutileza de su nueva razón de ser. Aquí se unen y armonizan los contrarios, desaparecen las pugnas y las luchas, no porque todos sean santos sino porque se ha aprendido a atender, escuchar, a compartir lo que es de tod@s y a amar .por eso  ya no sirve de nada pelear, ofender y hacer daño a nadie. Desde ese nuevo plano no es posible retroceder: ha cambiado la esencia ontológica, lo mismo que un abuelo ya no puede tener veinte años, el ser humano que llega hasta ese estado, tampoco puede ni, por supuesto, desea retroceder. ¿Qué enfermo sanado por completo va a querer volver a la antigua enfermedad? Ésa es la acción del Espíritu en las conciencias humanas. Por eso el séptimo chakra está situado en lo más alto de la cabeza, donde, de bebés está abierta la fontanela, donde la corteza cerebral aún no se ha cerrado después de nacer, pero se va cerrando con el tiempo. Sin embargo en el Espíritu esa fontanela nunca se cierra, así nos conectamos energéticamente primero y espiritualmente después. De todos modos conviene hacer caso a Juan y tener muy en cuenta sus advertencias para no subirnos a la parra de nuestras "perfecciones" y acabar dándonos una leche de manual, con las secuelas que también pueden sufrir los demás. Mientras estemos en este plano de la existencia nadie está a salvo de lo más tonto y torpe de sí mism@s. Juan advierte a Laodicea que puede correr el riesgo de mecanizar la conciencia, de deshumanizarse y empobrecerse espiritualmente,olvidando a los hermanos buscando la 'perfección' personal que se puede quedar en postureo, teorías y juicios de salón, por eso aconseja que adquiera el oro del Espíritu y que se ponga algo de ropa blanca, o sea, sencillez e inocencia natural, para cubrir el desnudo que la "perfección" padece en modo de indiferencia hacia lo "imperfecto" y que tampoco se olvide de ponerse colirio en los ojos, para ver lo que hay. Y acaba el mensaje con una de las más hermosas y pacientes invitaciones del Espíritu a la distracción y despiste tan humanos: "Estoy en la puerta y llamo. Si alguien me abre paso y cenamos juntos. Y el premio será sentarse a mi lado y lado del Padre/Madre." O sea, del origen de Todo. 

Aquí quedan los mensajes antiguos traducidos y adaptados por el mismo Espíritu que los inspiró en la antigüedad. Ése que nunca se va ni abandona a nadie, si se le abre la puerta y se le invita a pasar. La cena siempre la pone Él/Ella, que tienen un talento nutritivo inimaginable. Para mastercheff infinito, lo suyo. Bueno, lo nuestro, lo de tod@s, que la casa del/la hij@ pródig@, es muy sensible e inclusiv@. Y en eso de acoger y compartir sin pasar factura ni juzgar "desde la perfección", padre/madre, bate el record!  


            Multitud De Gente Emocionada Celebrando Con Las Manos ...

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