sábado, 16 de abril de 2022

Es lo que hay y lo que debemos hacer posible que no haya

 

Europa Laica pide NO marcar ninguna de las dos casillas de la asignación tributaria en la Declaración de la Renta


laicismo.org

A los socios/as y simpatizantes de Europa Laica.

La Agencia Tributaria ha arrancado la Campaña anual de Declaración de la Renta.

Europa Laica, como todos los años, sale al paso con nuestra propia Campaña para denunciar la existencia en el IRPF de las casillas de Asignación Tributaria, la de la Iglesia Católica y la de Fines Sociales, pidiendo NO MARCAR NINGUNA DE LAS DOS CASILLAS.

Hemos hecho un video corto con los principales mensajes, y un amplio documento explicativo, con datos y argumentos sobre lo que reivindicamos. Están colgados en la web del Observatorio del Laicismo:

https://laicismo.org/europa-laica-en-la-declaracion-del-irpf-es-mejor-no-marcar-ninguna-de-las-dos-casillas/257643

Te explicamos en 1 minuto por qué es mejor no marcar ni la casilla de la iglesia católica ni la de fines sociales en tu IRPF: 

https://youtu.be/qr48zRvz7mw

Os animo a divulgar este material y nuestras propuestascomo mejor consideréis. Con ello daremos también cumplida respuesta a la campaña que hace la Iglesia Católica, con una publicidad plagada de falacias pero que está pagada con los impuestos de todos.

Un saludo

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Comentario del blogg:

Así nos invita Europa Laica a repensar y a reflexionar sobre al "matrimonio patrimonial" entre el estado y las religiones, en este caso, la Iglesia Católica, un vínculo impuesto desde el imperialismo romano, comprada por Constantino, tras el Edicto de Milán en el año 313 de esta Era, y que en la católica España, concretamente, se ha tomado per saecula saeculorum como normalidad y no como un atentado antievangélico perpetrado mediante una modalidad de simonía plutócrata. El término simonía tiene su origen en un episodio que se relata en Hechos de los Apóstoles, en el que un mago judío llamado Simón, alucinando con la curaciones, pretendió comprar a los apóstoles el poder para hacer milagros, algo que a la primera comunidad evangélica del momento le pareció una aberración completamente fuera del evangelio y de la vida en el Espíritu, que Jesús les había enseñado en la vida práctica.

La vida 'espiritual' que se vende y se compra no es verdadera,  es solo la perversión de una nopolítica demoledora, no espiritual ni ética; es un timo. Puro comercio de lo imposible. Los miembros consagrados del catolicismo deberían tener sus profesiones y vivir de su trabajo laico, no del Estado ni de las fortunas que heredan de los ricos, que las usan para comprar su entrada en los cielos(¡!) cuando la diñan...en fin, un disparate, porque  la acción y presencia del Espíritu jamás puede ser un negocio, ni una carrera, ni una "profesión", ni su presencia, su gracia y su acción se pueden comprar y vender, no tienen precio. Poner  en venta lo intangible y solo experimentable en planos inalcanzables por el marketing es una aberración que anula por completo el sentido y la disposición humana para descubrir y acoger la energía y los valores que necesita la humanidad para evolucionar, desarrollar su alma, su conciencia y que este mundo vaya mejorando, en vez de pudrirse en el lodo de la especulación que tanto alimenta "la prostituta" del Apocalipsis, "la que ha emborrachado a los habitantes de la tierra con el vino de su prostitución...Borracha de la sangre de los consagrados y testigos de Jesús" (Ap..17, 2-6) 

Si la iglesia fuera de verdad lo que predica, nunca cobraría impuestos en los estados de las naciones y menos aún a dos bandas, en este caso: como Iglesia Católica y como Fines Sociales. Si esa Iglesia fuera lo que dice o cree que es, jamás le pondría precio a lo que es completamente gratis: el Espíritu que nos hace posibles y nos da la vida en todos los planos y aspectos. ¿Podemos imaginarnos que dios nos cobrase por nacer, por los genes, por los cuerpos y las mentes, por amarnos, o por habernos dado un planeta, una atmósfera, tierra, plantas, agua...? No olvidemos nunca que además de no ponerse en venta en modo bulas, indulgencias ni bendiciones, el Espíritu -que es mucho más que un dios o un señor feudal invisible- también es universal y cuánticamente laico y aconfesional. Por comunicar y poner en marcha esa buena noticia, crucificaron a Jesús, y lo hizo el mismo sanguijuelismo devotísimo que ahora lo saca en procesión y es el amo de uno de los capitales más ricos del planeta...Si quieren dinero para dárselo a los pobres y el evangelio les ha enseñado algo, solo tienen que empezar a vender su inmenso patrimonio, empezando por el Vaticano, los palacios episcopales y arzobispales, los monasterios, la catedrales, tierras, casoplones y edificios que posee en el mundo entero, y que siendo un estado, no debería jamás gorronear en los presupuestos de los demás estados. 

Bienaventurados son los que eligen ser pobres, porque de ellos es el reino de los cielos... (Mt 5, 3-16), por si la memoria falla y el bolsillo se agranda sin querer, por costumbre y por voto de obediencia a la inversa.

Ains!

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