Si el mundo sigue como va en modo exponencial, y no lo remediamos desde ya entre tod@s, dentro de nada el planeta entero será el total naufragio de una inmensa masa migratoria imparable, solo para sobremorir, porque esto no puede llamarse vida, sino hecatombe. El modo Tercer Mundo será la normalidad para la mayoría de la población mundial, ya empieza a serlo. Lo de Sri Lanka debería dar mucho que reflexionar al "perfecto" occidente que cree trajinarlo todo. Lo peor es que cada vez quedarán, menos capacidad y recursos para acoger y ayudar, porque la miseria material y hasta geográfica será a lo único a que se tenga acceso, un todo unido e hilvanado por las cada vez más opresivas políticas del residuo egopólico, es decir, cuatro gatos armados hasta los dientes con tecnologías demoledoras, acaparando todo y convencidos de que ese camino es el único posible para salir de un marrón planetario
Salgamos del engaño, no escuchemos a tanto experto en el caos, en la difamación, en la pelea constante de egos deshumanizados. Las ideologías se quedan en nada ante la pobreza cronificada, la injusticia institucionalizada, la miseria moral convertida en estrategia para ganar poderes, ostentando coronas, tronos y cuentas millonarias en paraísos fiscales, manipulando todo, sin parar mediante cargos de una responsabilidad que les desborda y una ética que es la convidada de piedra en el saltimbanqui guateque de Davos.
Aprendamos a desobedecer con inteligencia, con ética y con sentido común, no con rabia ni violencia. Recordemos que solo la noviolencia y la paz de una inmensa mayoría hindú consiguió hacer que un imperio como el inglés abandonase la India sin necesidad de hacer una guerra. Gandhi encendió la luz para toda la humanidad y lo hizo enseñando personalmente a vivir de un modo mucho más sano, justo, pacífico, equilibrado y ecologista. Siendo él mismo quien cultivaba, cocinaba, tejía y dedicaba su vida al amor fraterno, por encima de cualquier otro interés. El mejor modo de ejercer la carrera que estudió en Inglaterra: Derecho.
Aprendamos a desobedecer construyendo alternativas a la barbarie económica y social que además de arruinar a la inmensa mayoría, enferma y mata a millones de seres humanos ya como cosa natural, "gracias" a la forma de entender la vida con que se educa y teledirige al género humano desde la familia, las escuelas y las religiones que contagiadas del mismo mal que intentan curar arrastran consigo la estela del fanatismo, igual que las ideologías. Haciendo que sean los remedios peores que la enfermedad, que en realidad contagian y aumentan los mismos 'remedios'. Somos muy "ricos" en lo que mata y paupérrimos en lo que da vida verdadera.
Es cada vez más urgente e imprescindible que nos enseñen a ver la conexión que hay entre lo que pensamos, sentimos y hacemos y lo que nos pasa como resultado. Es necesario que los gestores políticos y económicos sean los más implicados y expertos en esa responsabilidad. Nos animan, erróneamente, a que "luchemos por cumplir nuestros sueños", pero en el nivel evolutivo que estamos mayoritariamente en este mundo 'la lucha' ,como el 'orgullo' -sea cual sea la causa que lo produzca, siempre es tóxico- es lo menos recomendable para solucionar algo, porque inmersos en ella y en él, esos sueños solo son y serán pesadillas constantes, mucho más facilitadoras de desastres que de nuevas y mejores realidades. Basta con leer y escuchar las noticias diarias para comprobarlo. ¿Cuántas noticias positivas y cuántas negativas leemos y escuchamos cada día? Hagamos una lista de ambas informaciones y nos quedaremos a cuadros. ¿Alguien se ocupa de informar sobre las cosas buenas que encuentra y descubre cada jornada? ¿Sería posible que el mundo siguiera en pie si entre nosotr@s solo hubiese maldades, robos, asesinatos, mentiras, cloacas, juicios, condenas, corrupciones, violencia, chanchullos y basura a tutiplén? Ya no existiríamos si eso fuese así. Por eso, es urgentísimo que nos propongamos con nuestra propia actitud sacar a la luz diaria la bondad y la eficacia de lo sencillo, de lo que no necesita "luchas" ni "orgullos" ni soberbias varias, ni exhibiconismo ni disfraces ni postureos. Sino la sencilla dignidad de la ética como hábito que cada 'monje' y 'monja' debemos cortar, coser y estrenar todos los días. Descubrir sanamente el roce constante de la luz y la bondad que también acompañan nuestro caminar en común, seamos de donde seamos y creamos en lo que creamos o no. El valor de un gracias, de un gesto de apoyo y de ayuda, el cariño desinteresado de unas por otros, la palabra medicinal que nos saca de la tristeza, la mano tendida, la escucha y la empatía, la compasión como normalidad, irán haciendo un tejido nuevo y mucho más resistente, pedagógico e inteligente que esa maraña de infundios constantes y depredadores de almas y conciencias. Demoledores de la salud mental y social,también.
En la medida en que nuestros hábitos se despeguen de la negatividad y de los malos rollos como menú diario, iremos viendo que hasta las animaladas del belicismo internacional dejan de ser las estrellas de la información. Somos un todo viviente y nuestras manifestaciones personales y colectivas tienen una capacidad modificadora impresionante, que desconocemos, que es el auténtico poder para realizar, construir, reformar, crear y no depender de los "sueños", porque no son necesarios cuando se descubre que el mejor de esos sueños se queda en nada al lado de una realidad construida y compartida paso a paso y día a día, semilla a semilla, grano a grano, mirada a mirada, palabra a palabra, en el wifi sin fronteras que las viejas tradiciones siempre han llamado "dios", atascadas en absolutos sin fundamento y aprovechados por los más "listos" como paradigma de imperios y poderíos, que justamente son la antítesis de lo que desde siempre han pretendido vendernos.
Somos Navegants, efectivamente. Y así descubrimos que salvando la vida de nuestr@s herman@ naúfrag@s y tan migrantes como nosotros en este mundo, también salvamos nuestras propias vidas. Una vez descubierta globalmente esa imprescindible realidad, habremos visto la luz y dado el gran paso del cambio que tanto necesitamos, porque en esta tierra, aunque a primera vista no lo parezca tod@s somos emigrantes y refugiad@s, hasta Putin, Zelenski, Biden y Donald Trump, etc, etc...que, inexplicablemente, teniendo tanto poder parecen ser los más torpes para comprender el proceso que vivimos tod@s, incluidos ellos mismos. ¿No será que la ceguera del poder es la peor de las taras? A ver si va a ser eso...
En este punto las Bienaventuranzas, sin duda alguna, ganan todas las medallas del pleno acierto. ¡Ay, Jesusito de nuestras vidas, que razón tenías y sigues teniendo, carinyet!
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