miércoles, 20 de julio de 2022

Gracias, Ana; una vez más la ética y la política se divorcian sin que al parecer el Estado caiga del guindo, y mucho menos las ideologías y los intereses varios, incluídas las cloacas del 'establoshment' cuya necesidad ya proclamó en su dìa Felipe GALzález, reafirmando categóricamente sin ningún indicio de trauma , duda ni preocupacón al respecto, la necesidad del entramado cloaquil en las democracias del mundo mundial, que ya lo sabía él por experiencia propia (lo soltó y se quedó tan a gusto en una entrevista que le hizo Iñaki Gabilondo en la SER, allá por los ochenta del siglo pasado, y que escuché mientras limpiaba la cocina para poder guisar en condiciones y no tener que hacerlo entre la pringue, sino en un espacio aseado y desinfectado previamente cada día, para el bien de toda la familia... en fin...)Todo un mundo paralelo de sugerencias y justicias poéticas. Ains!

 

   Dolores Delgado habría seguido

 Ana Pardo de Vera

República de Público

Seguramente, de no necesitar tanto reposo como dice el Gobierno que necesita Dolores Delgado y que su delicada intervención de columna avala, la ya exfiscal general del Estado seguiría en su puesto. Tiene el apoyo del Ejecutivo y así se ha constatado al anunciarse su renuncia, pero además, si algo destacan sus excolaboradores de la también exministra de Justicia es su cabezonería, contra viento y marea. Así la conocimos muchas feministas, a nuestro lado y firme en la presión al Gobierno por que se ocupase de una vez por todas de sacar una ley que aboliese la prostitución y sacara de ese inframundo a las mujeres compradas y vendidas sin tregua. Al César lo que es del César.

Es posible que el cargo abandonado por Delgado sea uno de los más delicados del Estado: todos los fiscales generales que en la democracia han sido salieron con críticas, o bien de la oposición al Gobierno o bien internas de la Fiscalía. En 2014, el fiscal general Eduardo Torres-Dulce, nombrado por Mariano Rajoy, se fue "por razones personales", aunque sus choques con el Ejecutivo del PP eran un secreto a voces, particularmente, por el conflicto en Catalunya. Que la marcha de Delgado haya tenido que ser por una lesión grave, para la que le deseamos la total recuperación, cierra un ciclo oscuro y torpemente manejado por el presidente del Gobierno y la propia exfiscal general. Quedan muchas incógnitas y parece que, escudándose en su salud, ni la ministra de Justicia, Pilar Llop, ni Pedro Sánchez ni la propia Delgado darán nunca explicaciones.

Público ha sido uno de los pocos medios que puso el foco hace tiempo sobre la fiscal general en la trama de José Manuel Villarejo: denunciamos sin efecto sus reuniones con el excomisario -negadas y reconocidas pero no del todo, más allá de la comida publicada en una grabación con Fernando Grande-Marlaska de protagonista involuntario- o con sus sicarios mediáticos en un piso de su pareja, Baltasar Garzón, que además, es socio del despacho que defiende a destacados miembros de las cloacas de Interior; contamos la cacería contra el fiscal Ignacio Stampa, que abandonó la causa de Villarejo -en la que estuvo desde los inicios prácticamente- cuando no logró una plaza en la Fiscalía Anticorrupción como resultado de "maniobras de dilación" supuestamente dirigidas por Delgado, según denunció el propio fiscal.

Nada hizo caer a Dolores Delgado salvo su salud, mantienen con ímpetu ella y el Gobierno, y ese es el peor de los síntomas de la política, particularmente de la española: que nadie vaya a creer que la fiscal general se va porque su hoja de servicios, en general, está llena de sospechas, malas compañías y decisiones presuntamente interesadas; que nadie vaya a creer que Delgado dimite porque la situación es insostenible, y lo de menos ya parece ser que pasara directamente del Ministerio de Justicia a la Fiscalía General del Estado, que ya es. Lo de más es pretender que un cargo de tan alta responsabilidad como este en la vida de todos y todas las ciudadanas quede tocado por el hedor de la cloaca, una investigación privilegiada al rey Juan Carlos y el cierre de la causa de las residencias de mayores durante la pandemia.  

::::::::::::::::::::::::::::::::::::

Comentario del blog:


Y volvemos a lo de siempre. Cuando la amoralidad revestida de institución se apodera de un país, de un estado o de una sociedad, de la educación que recibimos como un patrimonio inmaterial de la deshumanidad, primitiva en los fundamentos, pero supermoderna y actualizadísima en los trapicheos y fanfarrias remasterizad@s en las urnas, tan democráticamente, es imposible eliminarla sin que cambie el país, el estado y -sobre todo- los individuos y la sociedad que hacen posible el estado y el país. España es un ejemplo completísimo de lo que significa la falta de alma y conciencia. En el ámbito institucional de gobierno, al parecer, solo Yolanda Díaz ha caído en la cuenta de ese dislate sin remedio, mientras no lo remediemos entre tod@s. Nuestra historia es un semillero de guerras, trifulcas y revoluciones al revés: siempre triunfan quienes no quieren cambiar nada y que solo cambien los nombres propios de los mismos cargos vitalicio/giratorios, que en realidad deberían ser encargos temporales nada más. 

Y cuando parece -como en la Transición- que va a cambiar algo fundamental, solo cambian de disfraces para seguir en el mismo baile carnavalesco que tamto nos mola y nos divierte, o sea, siguen sin saber que las sociedades necesitan mucho más el servicio que el poder político, mucho más la ética que el glamour, la inteligencia y la lucidez mucho más que el exhibicionismo y la chulería, las tramas, las calumnias, la difamación, el cotilleo inútil  y la miseria completita. Mucho más necesaria y urgente es la conciencia de un imperativo categórico personal y social, que un laberíntico y  paralizante entramado de leyes pensadas e impuestas por quienes no tienen conciencia, pero sí poder y dinero. Así es imposible todo, menos la obsesión ya asumida nacionalmente de que nada cambie.Eso sigue idéntico. Como cuando mataron a Viriato. Como la carnicería con ochocientos años de  Reconquista y sus secuelas perpetradas en América, África o Filipinas,   acompañadas nada menos que de la supuesta "evangelización imperial", un legado horripilante que ha llegado hasta aquí...y del que sin atar cabos, las consecuencias se sufren y se contagian a lo largo de siglos, sin que nadie intente poner remedio o por lo menos abrir los ojos para cortar por lo sano la pésima relación entre las peores efectos con las más miserables, aberrantes y primitivas causas.

Todo lo demás es vivir en la parra, convencid@s de que esa parra es lo mejor del mundo, revestida de ppatriotismo devoto y turístico, de tradiciones monísimas y costumbres geniales, no por ellas mismas, sino solo porque son "las nuestras", las mismas de nuestros ancestros estupendos, "puestas en valor" en una espléndida y constante feria atapuerquina de vanidades adictas al ppoder y al acumular riquezas y enchufes, que se renueva a sí misma todos los días del año. 

¿Cómo no van a ser heroicos y geniales unos pueblos hisp-pánicos capaces de resistir milenios en la cuerda floja, repitiendo lo mismo, dale que dale, para que nada cambie, salvo los disfraces de la temporalidad? Aunque el tufo a rancio y a podrido ya rebase las fronteras y hasta emigre por los esos emiratos del sindiós.  El mérito de Esppaña es tremendo: caminar hacia el abismo social,económico, político, climático, industrial, cultural, convencida de que no se puede ser más Una, más Grande ni más Libre, por el Imperio hacia Dios -¿Dios, seguro, qué "dios" o el pastón?-, y el que no lo vea así es rojo, ateo, terrorista, independentista, lesbiana y maricón, pero jamás corrupto, vivales, abusador de menores, maltratador de débiles, ladrón de guante blanco y cargo institucional,  enchufado sin escrúpulos, cínico hasta reventar, periodista a sueldo del Ibex35 y de la Castor, por ejemplo?  

Nadie jamás en Esppaña dimitirá por haber metido la pata hasta el corbejón, ni por haber fallado en el empeño para el que se ofreció y le contrataron para trabajar. Sólo dimiten con excusas como la salud, por ejemplo. O al verse maltratados y criticados por la costra corrupta de su propio partido como Casado, que no dio la talla de Rajoy o de Aznar a la hora de asumir una jeta institucionalizada por el Consejo de Estado comodiohsmanda, pero encantado de ser el mamporrero de Vox para la próxima legislatura... En fin, un auténtica Casa de Tócame Roque, un esperpento alucinante, que dejaría espantado al propio Valle Inclán que inventó la esperpentología como delirante especialidad de la cutrez GPS, grupal, personal y social.


No hay comentarios: