Tal cual, una realidad inocultable

  

Comentario del blogg:

 Religión digital lo tiene claro: los católicos por costumbre hereditaria no parece que compartan los principios del Evangelio. Les suena raro, extremista, radical, rojo, anarquista y comunista, exagerado, muy poco acorde con una iglesia moderna y adaptada a lo que haga falta en lo que atañe a la pasta, que está forrada, no paga impuestos para el bien común que es laico y aconfesional -como también lo es esa energía intangible que llaman Dios-, y aprovechando el lance de los estados comme çi, comme ça, se inmatricula todo lo que pilla por medio. Mejor las pegatinas sacramentales, las velitas, los altares, los viacrucis, los confesionarios y el paripé devoto para tapar las goteras, donde va a parar, ¿no? 

En fin, que si Jesús hubiese sido un buen católico y devoto españolón, por ejemplo, jamás le habrían crucificado, se habría hecho íntimo amigo del emperador del momento, habría vivido de lujo sin ningún obstáculo y chimpún. 

Qué Jesús tan extremista, xd!, qué ganas de complicar las cosas...Si hubiese sido del Opus Dei, pej., no habría habido problemas, ningún martirio en la cruz ni una respuesta obligada del poder de siempre, tan estrepitosa, dura y violenta, tan ejemplar por necesidad, para evitar el caos social y el desmadre de la chusma, convencida de que Dios está de su parte y no de las instituciones serias, solventes,  forradas, y armadas hasta los dientes para defender los valores del pastón y el zurriagazo, pues, hagan lo que hagan, ellas siempre tienen razón, que para eso mandan; para infalibilidad la suya, que hasta cuando se equivocan están en su derecho de seguir erre que erre, en sus trece y condenar lo que aunque sea verdad, no es cosa suya ni les favorece. 

Es lo que tiene el catolicismo heredado del mismo imperio que se repite como la fabada o l'arros del senyoret: es la universalización de la pasta sacrosanta como dogma y virtud fundamental sine qua non. 

Ay, Jesusito de mi vida, ¿como se te ocurrió decir y hacer cosas tan estrambóticas, imperioclastas y revolucionarias? Hay que ver la que liaste, bonico, total ya ves tú, para que luego te saliera el anticristo por peteneras en la contraportada del evangelio, dándole la vuelta y poniendo del revés tus palabras con sus actos, pero eso sí, a base de oraciones constantes, tiaras chulísimas, sillas gestatorias, vestiduras super kukis, letanías, sermones, novenas, triduos, misas orquestadas y canto gregoriano a tutiplén, catedrales, monasterios,templos, ermitas, por todas partes, viviendas para forrarse especulando, heredadas de ricos comprando a la iglesia el cielo por parcelas, que lo flipas...Ains! 

Menos mal, querido Maestro del infinito en lo finito, que te quedaste entre los pobres, olvidados, maltratad@s, emigrados, sin techo ni trabajo, oprimidos y machacad@s, encarcelados, enfermos sin atención, niños sin escuelas, herman@s nuestr@s huyendo entre pateras y campos de refugiados, para que el ser humano no pase página a cuenta del rollo religioso, conecte con el wifhi vivo de tu ejemplo, con el  puzle del amor incondicional que nos mostraste y nos sigues mostrando, a nada que paramos y te hacemos un hueco en el alma y en la voluntad, y que así despertemos, recordemos  para lo que hemos nacido, compartamos, ayudemos y amemos  de verdad y no solo de boquilla.

He leído que nuestro hermano Jorge Bergoglio, el servidor actual del entuerto eclesial católico instalado en el Vaticano, ha propuesto un sueldo universal para que a nadie le falte lo necesario. Esa propuesta es un derecho humano y un deber fraternal para toda nuestra especie. Seguramente la iglesia católica podría ser la pionera en ese menester, porque con el capital que tiene acumulado por todo el mundo en edificios, terrenos, obras de arte,  bibliotecas, y patrimonios millonarios, más las ayudas de los estados laicos, rebosa recursos privados, que deberían ser públicos si esa institución fuese de verdad un ejemplo del evangelio, cumpliendo sin miedos ni apegos ansiosos al poder y al pastón, las palabras del Maestro que con su vida y su obra puso en pie el nuevo camino transformador de la humanidad.  "Una cosa os falta: andad, vended todo lo que tenéis, dadle el dinero a los pobres, así tendréis un tesoro con los mejores ahorros en el cielo; y luego, ya si eso, me vais siguiendo, ¿vale, familia?".