Para toda la España que no es el Madrid del Barrio de Salamanca, Génova, Colón, y Puerta de Hierro, lo de ayer fue un test social tremendo, que dejó en evidencia indiscutible el nivelazo ppatriotero que se encarama al muro de lo inevitable, cada 12 de Octubre con más precariedad y pérdida de sentido. Fue, sencillamente, una vergüenza, para quienes aun conservan la ética y el sentido común suficientes, al comprobar una vez más la explosión cavernícola de una oligarquía completamente descerebrada. En un mundo paralelo, que nada tiene que ver con la realidad diaria de la inmensa mayoría de español@s.
Es sano y recomendable fijarnos en la estructura del tinglado celebrativo de este fiestón impuesto por el viejo calendario del descubrimiento y destrozo de América:
a) La denominación de origen: Fiesta Nacional. Como los toros. Tal cual. Domesticados y dóciles en la dehesa, aterrorizados y enloquecidos en las calles, con los cuernos en llamas o acosados en los Sanfermines, para terminar agredidos y matados en las plazas. Es el calco de la historia de los pueblos de España a lo largo de siglos, "conquistas", "catequesis ad hoc" y barbaries al por mayor, ni más ni menos.
b) Apoteosis de la violencia desfilando, del armamento como herramienta destructiva, en las zarpas de seres humanos robotizados y con lavado de cerebro total incluido, neuronas de uniforme al servicio de los poderes del dinero y de la manipulación (des)política - porque la politeia que habita en las polis (ciudades o pueblos), o sea, nosotr@s, es/somos l@s paganinis de todo el tangay- que destina gran parte de los recursos a "la defensa de la ppatria" -las fábricas de armamento pueden ser propiedad de cualquier ministro de Defensa, como ya sucedió en el pp- ante enemigos teóricos y fantasmales, de diseño a distancia, como por ejemplo Irak, Afganistán, Libia o lo que se tercie. Ese trust del destrozo protagoniza el evento con sus fusiles en ristre, sus batallones, sus tanques, misiles, ametralladoras, bombas, aviones listos para liquidar lo que mande el ppoder de la ppasta. Como, por ejemplo, lo de Aznar contra Irak y con el resultado vengativo por parte talibán de Atocha en el 11M. Algo que jamás habría sucedido si un precario cognitivo voluntario como G. Bush y sus amigos europeos, no la hubiesen liado parda en un ataque de estupidez y de lucro fardón, masacrando un país, como Irak acusado falsamente de poseer unas 'armas de destrucción masiva' que solo eran gallinas y ovejas en los corrales, como declaró más tarde, completamente escandalizada, la comisión investigadora yanki enviada por aquel Premio Nobel de la Inteligencia que fue Bush Jr, seguido con devoción por Aznar. Un verdadero paradigma, transformado en neoverbo reflexivo y neologista, que desde entonces ha cobrado un sentido de lo más "in" y de lo más "in.cult" : aznarse. Retroceder en la evolución. Yo, tú, él/ella, se aznaran, nosotros nos aznaramos cuando nuestras conductas vuelven al Pleistoceno, por ejemplo. Como hacen actualmente Casado, el pp y sus brotes verdes voxciferantes. Pues, bien, ese panorama, fue ayer el paisaje dominante en el desfile de insultos a la democracia y vivas a la demencia, que presenciamos en Madrid a través de la noticias.
Si algo así puede calificarse de Fiesta Nacional, habrá que retroceder al franquismo más zafio y cegato para verle el sentido.
c) Es imposible que ese desfile de amenazas y chulería armamentista y hortera "cultural" se pueda considerar la fiesta más solemne de un país civilizado y democrático, donde la protagonista debería ser la ciudadanía con sus organizaciones vecinales, culturales, solidarias, pedagógicas, acogedoras, empáticas, ¡sanas! y no la capacidad patológica y destroyer del poder del dinero convertido nada menos que en "ppatria" y amenaza como única defensa posible, ya que la inteligencia está missing. Este tipo de barbarie celebrativa era propio de los viejos imperios, como hacían las legiones imperiales de Roma hace más de 2000 años o los sucesivos excesos de dominio salvaje de los más bestias y ricos sobre los más indefensos, desposeídos y olvidados, que hemos venido padeciendo hasta hoy. Algo que ya no es sostenible ni en el terreno material y ecológico, ni mucho menos en el terreno ontológico: ya no somos la humanidad de hace cien años,ni la de hace cincuenta. Nuestras experiencias también nos cambian con el acceso al conocimiento y al despertar de nuevos niveles de comprensión. Sentido y sensibilidad, como diría Jane Austen si anduviese por aquí. El resultado de nuestros viejos y autómatas comportamientos nos fuerza constantemente a cambiar de mirada, por las consecuencias planetarias de nuestras actitudes, que nos están machacando. Y ya, los ejércitos nos sobran, más que nos faltan. Ahora solo deberían desfilar en nuestras celebraciones la UME, los bomberos, los guardabosques, los sindicatos, las asociaciones culturales, l@s enseñantes, l@s trabajador@s solidar@s, l@s cuidadir@s, l@s labrador@s y artesan@s, las madres y padres con conciencia asociados interbarrios y pueblos, l@s músic@s, artist@s, etc..las mujeres y hombres que van más allá de cualquier "ismo" limitador, las Kellys, l@s pensionistas que se implican en la cooperación, las iniciativas como Intermón/Oxfam, Vicente Ferrer, Medicus Mundi, Médic@s Sin Fronteras, CEAR, Open Arms, las PAH, y todos los movimientos sanadores y armonizadores de una sociedad que ya no necesita armas ni luchas, sino trabajo, compromiso y conciencias dispuestas a no volver jamás a lo que necesita matar y arruinar contrarios para ser poderosos esclavos de unos egos letales.
d) Celebrar la posible destrucción de enemigos que ni siquiera existen a día de hoy, es permanecer enlodados en un pantano de mierda tan histórica como histérica. Es una burrada ser selectivos memorísticos al recordar solo las guerras "gloriosas" y olvidar sus consecuencias devastadoras y putrefactas, cuando no se quiere reconocer la precariedad que conllevan las soluciones violentas del odio, el rencor y la sociopatía de los poderes absolutos como único remedio al desastre provocado por ellos mismos, en un eterno Juan Palomo bloqueante, "yo me lo guiso y yo me lo como" siglo tras siglo, en el caso de las Españas. Ya no somos l@s mism@s de hace cuarenta años, mucho menos los de hace cien. Ya hemos tenido bastante desfile de aberraciones ppatrióticas. Ahora tienen la palabra los hijos e hijas del presente y del posible futuro. La mejor forma de que estas mascaradas terminen no es combatirlas, es no valorarlas ni asistir a ellas, celebrando en paralelo la vida en común que queremos crear, y dejando que solo los vándalos y vándalas, que sin duda son minoría, se delaten tal y como son, que se vean las diferencias, y así tendremos socialmente muy claro qué hay que votar y qué hay que dejar para siempre, separado de lo 'entrañable' por lo frecuente, -y no porque lo sea de verdad-, y así la barbarie consuetudinaria quede enmarcada en la memoria de lo tóxico e irrepetible, que nunca deberemos reproducir por pura supervivencia.
e) Para remate, el contraste es la prueba del nueve: abucheo a un gobierno de coalición imprescindible -ni perfecto ni infalible y siempre, obviamente, mejorable, como todos- que trata de solucionar conflictos y de ser más social y sano que clasista y corrupto, y con aplausos añadidos al Jefe de Estado representante de una monarquía corrupta por su propio origen (impuesta por un dictador y confirmada a la fuerza en 1978 por miedo y amenazas), más el ingrediente vergonzoso de la cadena internacional de corrupción y fraudes del (d)émerito en fuga y enmierde total. Creo que tal esperpento, no solo no merece ni un aplauso de nadie en sus cabales, ya habla per se. La república no es una revolución, es un derecho que los mismos ppoderes que lo intentan demoler están afianzando y haciendo cada vez más necesario para la evolución y el desarrollo de una España municipalista, federal y adaptada al siglo XXI, que debe elegir por primera vez desde la muerte del dictador, qué modelo de estado prefiere mayoritariamente. Para colmo, ni siquiera los neofascistas europeos entienden que España no sea una república y lleve el marrón dinástico como una cruz a cuestas.
En el nuevo tiempo, las antiguas patrias de Europa están pasando por mera necesidad, a ser matrias. Lo estamos viendo en el éxodo de los países "patrísticos" como Libia, Siria, Afganistán, Irak o Irán, la India o Pakistán, o los estados africanos. Los refugiados no solo emigran por el nivel de vida económico, sobre todo, vienen buscando salvar sus vidas, su libertad y oportunidades para sentirse personas más que objetos maltratados de usar y tirar, porque no pueden vivir y se asfixian antropológicamente entre las basuras que les manda el Primer Mundo, por el mismo modelo de ppatria opresiva y demoledora, que las dictaduras, de cualquier tipo y su corrupción concomitante, utilizan para dominar a los seres humanos hasta acabar con ellos. ¿Quién se lleva la pasta que pagan los países ricos a los países pobres de África por recibir millones de toneladas de basura y dejarles llevarse el coltán para sus manejos tecnológicos? Los presidentes dictadores que mandan y luego lo sacan de paseo en plan offshor. Como Juancar prime. ¿Se pueden llamar patrias a algo así?
En realidad nuestra única matria es el Planeta Tierra y la Humanidad, sin exclusiones, nazcamos y vivamos donde quiera que sea, es nuestra familia matriarcal, de la que dependemos creyendo que la controlamos(¡?). Como pasa con la Tierra y sus fenómenos volcánicos, marinos, sísmicos, hidrológicos y atmosférico/climáticos. Creo que andamos muy perdid@s en las nieblas del poder, del orgullo, de la vanidad chiquilicuatre, de una soberbia vacía, de una superficialidad disfrazada de datos bailables, y de una estulticia de manual. Parece mentira que el hecho de que seamos mortales y efímeros, de que duremos menos que dos cubos de hielo en un whisky on the rock, como canta Sabina, no nos dé nada que pensar. Y que incluso nos incline a ser más una plaga de insectos malpensantes y locos con bulimia, que una especie con posibilidades de crear caminos infinitos en planos más felices. Que seamos capaces de descubrir la maravilla de la relatividad solo para fabricar bombas atómicas. O el fuego, para achicharrar los árboles y bosques, que son los pulmones colectivos del Planeta...En fin, un sindiós imposible de sostener en semejante plan. Nos estamos buscando lo que tenemos y no sabemos como arreglarlo sin guerras, negocios sucios y malos rollos. Ainss!
La luz inteligente que nos revela en la práctica esa realidad sine qua non, es el Amor y su wifhi sin límites, el espíritu. Sus antenas son la mente y los sentimientos, el enchufe es el alma y la energía en conexión directa, la conciencia. Todo lo demás depende del funcionamiento de ese sistema cósmico, de cómo asumimos, gestionamos y compartimos lo que encontramos en el camino de cada día. Nosotr@s decidimos, personal y colectivamente, en qué órbita queremos vivir o vegetar. Nosotros decidimos qué matria queremos, no es la matria y menos la patria, las que nos eligen a nosotr@s, patria y matria son el resultado de lo que hacemos y de lo que permitimos o no, que hagan con nuestras vidas los poderes al uso y, tantas veces, al abuso.
Una matria nunca se impone, se concibe en común, se gesta cooperando, se pare de un@ en uno, se cría, se alimenta y se educa según lo decidimos desde la conciencia colectiva que se orienta ineludiblemente integrada con la individual. Y de vida en vida, se deja en herencia, no para que la conserven como un fósil o una momia que les dé dinero, sino para que cada persona y generación la mejoren, la corrijan y la regeneren constantemente. Porque como dice Heráclito de Éfeso, "panta rei", todo fluye. Y como dice Parménides "todo es estable e inmóvil", pero flexible al mismo tiempo para poder expandir la conciencia, por eso la matria tiene que estar regulada por el trabajo consciente y vital de nuestro propio equilibrio. Solo así se puede ir a mejor y no a la fosa séptica de tiempos y espacios destrozados por vidas que duran un suspiro, pero con consecuencias fatales si el suspiro es tóxico y contagioso. Quizás porque como canta Silvio Rodríguez:
Solo el amor engendra lo que perdura,
sólo el amor convierte en milagro el barro
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