sábado, 13 de agosto de 2011

Benedicto cabalga de nuevo


A Benedicto le va la marcha. Como a los peleones antisistema y antiglobalización. A Benedicto la paz social le produce alergia. Aunque debe hacerse el pacifista en sus llamadas desde el balcón dominical y en los discursos de masas muy católicas y muy poco cristianas , en el fondo a Benedicto lo que le va es la moto, la chupa de cuero, las ragstas, la cresta punkie, las rapadas y metales pinchosos skinhead y acampar en medio de las avenidas parando el tráfico y gritando a los rojos ya excomunistas y exsocialistas, que son unos perrosflauta, unos chikilicuatres, unos descreídos y unos canallas que se están cargando la catolicidad militante con sus libertades libertinas, con su puñetera solidaridad tan poco caritativa y limosmera, con su píldora del día después y sus desvergüenzas del día de antes.

Benedicto es un revolucionario verdadero, con método y con estrategia. No se arriesga a mostrar la verdadera cara de su misión im-pposible, sino que como los anonymos, va de incógnito, detrás de la máscara del báculo, de la tiara y el disfraz de los faldones en blancorroto con la capelina y los armiños. Y sus bailarinas rojas de tafilete, en sus piececillos pontificios, que de tan poco andar y tanto volar entre plumas , ya parecen las garras de algún ave vigía de la catolicidad en caída libre.

En realidad Benedicto no es lo que parece, como dicen los adúlteros pillados con las manos en la masa de su delito conyugal. A Benedicto le va la marcha blindada en esa licuadora semoviente que lo transporta por las calles de toda la aldea global, da lo mismo de donde sean las calles, EEUU, Europa o Burkina Fasso. A él le da igual aparentemente, pero en el fondo, no. La miseria del tercer mundo no tiene el morbo y el glamour que presenta España. Por eso, una visitita al año, no hace daño, y llena el cepillo de las eurobendiciones y nos va aligerando de dineros públicos que son un peligro en estos tiempos. En cambio ¿qué pintaría él en Somalia, vamos a ver? Todos muertos de hambre, hechos unos zorros, llenos de moscas, deshidratados y oliendo a chotuno. Y encima , te descuidas y se te mueren agarrados al papamóvil para pedirte una bendición o un toque mágico, como si fueses mister proper y les pudieses limpiar el hedor de la miseria pasando un algodoncito por el alicatado de la injusticia de un mundo tan malísimo, que ya sólo de pensar en él se te ponen los pelos como escarpias. Y todo porque este mundo no reza el rosario ni va a misa con la frecuencia debida, ni siquiera sabe lo que quiere. Porque una cosa es ser blancos pobres y hambrientos en un mundo católico y otro, ser negros en un entorno salvaje, de cableado mahometano e incultura primitiva. ¿Qué se puede esperar, de estos "moracos" si una vez esquilmados y depredados, no han sabido administrar las libertades que los amos coloniales les concedieron? ¿Qué puñetas pintaría un papa en medio de tal berenjenal? Ahí no hay quien haga una revolución como dios manda. Pero en España, sí. Ese pais es un verdadero boccato di cardinale. Rojo desilusionado, ppero por desespperación abstencionista y a caballo entre los toros y el baldaquino, entre los masones y el oppus. España es un filón para la colecta, que no se puede desperdiciar. Un gobierno tan rarito como gilipuertas, que te dice ser laico pero te regala un concordato a portata di mano, te trae a gastos pagados, a papamóvil aerotransportado, a sociatas besándote el anillo y doblando la bisagra ante tu ppoder esppiritual appabullante, claudicando y avergonzados por los divorcios de los heteros y las bodas de los homos. Por esa ley de educación relativista, laica y de un descaro inconmensurable. Hay que recuperar España para la causa del búnker, para Santiago cierrappuertas y atizando a los moros donde más les duele: en el ppaterazo, en el simppappeles, en la depportación, en la expplotación. Pues claro que sí! Y si quieren quedarse, que se conviertan a ese evangelio que nadie se cree, a ese Jesucristo que nadie puede asegurar que existió alguna vez, a ese dios despistado que nadie ha visto nunca y por eso es la coartada perfecta de nuestro negocio. ¿Qué sabrá de este mundo un dios que lo creó en un ataque de euforia bipolar y luego no ha sabido qué hacer con él? ¡Qué le den! Para aclararlo todo y que la cosa no se desmadre cada vez más, aquí está Benedicto y su claridad mental. Su visión universal de profeta corteinglés y su ecumenismo de Bernini. Su revolución social, su estado de hazaña bélica permanente y cruz...gamada a paso de la oca, por la calle del Alcalá con la falda remangá y los nardos apoyaos en la cadera. Como en su juventud. Es que el primer amor nunca se olvida. El primer uniforme militar, tampoco. Si lo sabrá él! Él y su revolución clandestina, como la teología de la liberación pero en dirección contraria, a derechas, por dioh!

Ojo, con este abuelete con pinta vulnerable, porque es un crack del travestismo. Cada bendición suya es un bofetón en la mejilla de la tolerancia y de fraternidad universal, un zarpazo en las espaldas del respeto. Una carga policial contra el entendimiento y el diálogo. Cada oración que pronuncia, es una blasfemia para la dignidad humana y un pecado mortal de lesa hipocresía en los mandamientos de la Ley divina. Lleva a sus espalda la mochila con los proyectos destruidos de Albino Luciani y su certificado de defunción sin derecho a autopsia, junto a la caricatura de Angelo Roncalli y en el maletero del papamóvil, los sufrimientos de los pobres, las condenas de los justos, las connivencias con los poderes diabólicos del dinero y los intereses, los bonos de la banca vaticana y el camafeo de Marzinkus, el silencio cómplice de Wojtila y el dolor de los hijos de Dios, sus hermanos teóricos. Tanto como su fe de atrezzo.

Benedicto y su revolución de tapadillo, cabalgan de nuevo. Quizás como el quinto jinete virtual del apocalipsis. Que Dios te perdone, Bendicto, igual que a nosotros, por no haber sabido todavía edificar y crear un mundo más justo y limpio donde tu teatro teoilógico, tus tapujos, tus historias turbias de pederastas protegidos, tus viajes de Hollywood como una burla de lo que predicas y tus tragicomedias a media luz, sean todavía noticia y dolor para sus habitantes más desprotegidos y más conscientes.

No hay comentarios: