sábado, 16 de marzo de 2024

Una vez más, muchas gracias a Juan Torres López y a Nueva Tribuna, por esta oportunidad para reflexionar junt@s acerca de una situación tan complicada como lo es la responsabilidad de la izquierda en el siglo XXI y el sentido pleno de su propia existencia.

 

TRIBUNA DE OPINIÓN

La izquierda del siglo XXI circula sin luces largas

Foto de archivo

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En su fábula Historia de una ballena blanca, Luis Sepúlveda escribió: “Cuando me desplazo casi a ras de la superficie, uno de mis ojos observa la costa y sus detalles. El otro se llena de horizonte”. En un nuevo libro que aparecerá el próximo mes de mayo trato de mostrar que eso es justo lo contrario de lo que, a mi juicio, viene haciendo la izquierda llamémosle «organizada en partidos» de nuestro tiempo: no contempla el horizonte.

Las diferentes corrientes de la izquierda llevan varios decenios operando arrastradas por la coyuntura, sin haber elaborado con detenimiento, concreción y rigor un modelo socioeconómico alternativo al del capitalismo que les sirva de guía de actuación. Y por eso no han podido ni pueden frenar el avance del neoliberalismo.

Como señalo en mi libro, el PSOE utiliza el término socialismo como indentificativo ideológico, pero no como un tipo de nueva sociedad a la que aspire. En la Ponencia Marco de su 40 Congreso, por ejemplo, reconoce que lo que busca no son alternativas al capitalismo, sino a “un tipo de capitalismo”, sin avanzar principios de organización social y económica diferentes o que resulten incompatibles con este sistema. El PCE mantiene su aspiración de llegar a la sociedad comunista, pero basta con leer sus documentos para comprobar que no ofrece una descripción de esta que permita saber exactamente cómo funcionaría y cómo sería posible llegar a ella. En la Ponencia Política y Estratégica que acaba de presentar Sumar tampoco hay una propuesta de modelo socioeconómico alternativo al capitalismo de nuestros días. Es decir, que vaya más allá de aplicarle mejoras, como en los casos anteriores y como también ocurrió  con Podemos. No basta con decir que se aspira a mejorar la condición de vida de las personas. Hay que descubrir y señalar cómo se va a conseguir eso en el largo plazo y de forma sostenida, en qué modelo de economía y sociedad, y cómo se van a modificar las relaciones de poder actualmente existentes para que sea posible alcanzarlo.

Cuando se actúa y gobierna teniendo en cuenta tan sólo el día a día, el peligro de caer en el oportunismo y en la inoperancia es tan grande que se termina cayendo inevitablemente

Si la izquierda del siglo XXI no quiere desaparecer o condenarse ella misma a la irrelevancia como motor del cambio social debe elaborar y ofrecer estrategias que lleven a la transformación gradual del capitalismo porque solo con una lógica diferente a la del máximo beneficio que lo mueve puede hacerse frente realmente a los grandes problemas de nuestro tiempo. Desde la amenaza letal que supone el cambio climático, a la crisis de la democracia cuando esta ha empezado a ser cada día más incompatible con la desigualdad gigantesca y la inmensa concentración del poder en pocas manos que se vienen dando.

Sin poner luces largas, sin concretar el futuro al que se aspira y sin anticiparlo, sin generar un relato sobre el modelo de sociedad al que se quiere llegar y sin actuar en la coyuntura en coherencia con el horizonte que se tiene por delante, es muy difícil evitar el presentismo. Sobre todo, cuando enfrente se tiene un poder tan grande y cruel como el que ha surgido de la extraordinaria concentración de la riqueza. Cuando se actúa y gobierna teniendo en cuenta tan sólo el día a día, sin llenarse de horizonte, como dice Luis Sepúlveda, y sin llenar de él a la gente, el peligro de caer en el oportunismo y en la inoperancia es tan grande que se termina cayendo inevitablemente. 

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Comentario del blogg:


Es cierto que el modo de vivir, de pensar, de comportarnos y de Ser, es fundamental para seguir viviendo, es decir, para que el presente se vaya convirtiendo en la posibilidad de un futuro que garantice la permanencia sana y evolutiva de la misma vida. Ahora vayamos descubriendo cual es el soporte de esa vida. 

Es básico descubrir constantemente la necesidad de una estructura vital que pueda construir el presente, lo inmediato en qué apoyarnos. El presente es el andamio que necesitamos para poder edificar la estructura habitable en el edificio del futuro. Obviamente el presente no es nada definitivo, pero es inevitable, sin él en buenas condiciones de equilibrio consciente, es imposible construir la casa personal que dé lugar a la futura casa común. No confundamos vivir el presente con aferrarnos a lo inmediato como única función. Porque la existencia y la calidad del futuro dependen totalmente de cómo y en qué estado de conciencia, de apertura y de lucidez,  vivimos el presente. El presente es la cocina, el pasado es el origen de los alimentos y el futuro es el buen estado del organismo social mediante una adecuada nutrición, que a la vez requiere un proceso de cultivo, de siembra, de riego, de poda y de recolección de los alimentos pedagógicos, didácticos y palpables, que se vean, que se experimenten personalmente y se compartan, se razonen, se organicen y se pongan en funcionamiento natural, que ayude a comprender la integración inseparable del presente con el pasado y el futuro. O sea, de causas, desarrollo conectivo y efectos inevitables, o sea, del futuro, cuya existencia, calidad y cantidad dependerá sin duda de la gestión del pasado por medio del presente. 

El proyecto del futuro depende de las condiciones en que vivan, comprendan y actúen los seres humanos que son los gestores y creadores de todo el proceso integrador o desintegrador, que llamamos existencia o vida. 

¿Qué nos integra? La conexión básica y fundamental entre el yo y el nosotr@s. Si cada trabajador de la obra común que es la vida humana, sólo piensa y se dedica a su yo, a cocinar para sí mismo, a construir sólo lo suyo, a generar riqueza para su bolsillo y sus manejos únicamente y estudiar carreras para vivir sobre todo en la riqueza material y en el dominio manipulador de la cultura y la ciencia, ese presente no tiene futuro antropológico alguno, sólo es un comportamiento animal y mecánico, autómata. Desalmado. 

Y esa actitud errónea es causa de una calamidad general cuando es asumida por millones de seres humanos educados en el aberrante silogismo del ego desatado como única razón de la existencia sin haber descubierto experimentalmente la esencia ontológica que nos hace posibles y humanamente desarrollables. Ese proceso debe estar presente en las relaciones de pareja, de familia, de la escuela, de la convivencia vecinal y laboral, de la información, de la cultura, de la creación artística, de las orientaciones ideológicas y religiosas. 

Separar la vida personal del engranaje humano, común y cósmico es el gran error de nuestra especie, un error devastador que acaba convirtiendo a los humanos en monstruos normalizados e incluso valorados por su monstruosidad. Eso explica que personajes como Aznar, Rajoy, Feijóo, Ayuso o Almeida, Zaplana, Fabra o Felipe González, o Ábalos, por no hablar de Hitler, Stalin, Mussolini, Franco, Trump, Bolsonaro, Putin, Zelensky, Netanyahu, o Milei, puedan alcanzar y permanecer años en el poder con los votos de miles y millones de personas incapaces de asumir la relación inevitable que existe entre pasado, presente y futuro como un engranaje inseparable a base de causas y efectos, que jamás "van por libres". La conexión en el conjunto es un hecho comprobable, lo queramos o no. 

¿Qué nos queda para poder emitir energía luminosa que nos permita ver el trayecto de la vida y dela historia con luces largas y no sólo con las cortas? Tener el coche de la vida presente en las mejores condiciones, revisarlo cada día en el taller de la conciencia, del alma y del conocimiento, que no es lo mismo que "el saber". Podemos "saber" muchas cosas pero de nada servirán sin no conocemos desde dentro la esencia del ser, ni a nosotr@s mism@s -ya lo dijo Hipócrates a sus enfermos como la mejor medicina que nadie nos puede proporcionar, gnozi seautón= 'conócete a ti mism@',  y sólo nos des-centramos en el saber para utilizar. 

Lo mismo que se hizo en el pasado y se hará en el futuro si el presente se olvida en las reproducciones del pasado, proyectadas hacia un futuro que sin consciencia presente para realizar los cambios inevitables con los que  seguir adelante y no marcha atrás, será, como ya es, una repetición constante de las actitudes del pasado, con lo cual, hay que despedirse de la evolución, porque todo seguirá siendo involución, aunque se consiga descubrir y construir maravillas mecánicas, científicas y superavanzadas técnicamente, que seguirán siendo pan para hoy y hambre para mañana, que es lo que nos está sucediendo globalmente, como especie. 

Para que haya un cambio sano y eficaz de sistemas, es imprescindible que los seres humanos cambien y despierten, tomen consciencia exponencialmente uno por una. Un cuerpo no puede estar sano si sus células están enfermas, despistadas, enloquecidas, convertidas en un autoengaño y considerando su suicidio bélico, masificado,corrupto y demoledor en tantos aspectos, como la mejor solución que tienen más a mano. Un legado letal, que la historia humana emplea constantemente contra sí misma: divide y vencerás. Más bien, divide y san se acabó. Ya sea con las luces cortas o largas. De poco sirve prever un futuro mejor si en el presente sólo se fabrica basura como alimento. Sumar en presente es lo único que puede hacer posible el cambio ya tan urgente como necesario para que haya futuro. No olvidemos que la suma implica propuestas y caminos nuevos y no confundir el reciclaje de lo ya superado con la reproducción exacta y viejuna de lo reciclado. Por ejemplo pretender que en el siglo XXI se volviese a proclamar la Constitución de Cádiz de 1812. O que en España sigan gobernando los mismos Borbones que nos metieron en la Guerra de Sucesión, que gestó  esa Constitución. Y eso que la hicieron con las luces larguísimas...

Mucho me temo que si la familia humana no se despierta uno a una y en común, de poco vale la longitud de las luces que sólo se quedan fuera...Ains!!!!

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