martes, 25 de julio de 2023

Muchas gracias, hermano Javier Gallego, por estas reflexiones tan necesarias, positivas y fertilizantes. Menos mal que, a la hora de la verdad, como cantan la realidad y el himno portugués de la Revolución de los Claveles "o povo é quem mais ordena,dentro de ti, ó cidade, Grandola Vila Morena, terra de fraternidade!"". Que la bendición de la excepción ibérica siga adelante, hasta dejar de ser excepción y convertirse en normalidad democrática en tiempos de la cólera ideológica, una pandemia global, que puede ser el finiquito de la humanidad si no la curamos ya mismo...con amor y conciencia sorofraterna, civilización, equilibrio, luz compartida, inteligencia y creatividad, nosotr@s decidimos el diseño de la realidad que queremos y necesitamos. Así que, adelante y ni un paso atrás en la luz, la esperanza y la solidaridad de una justicia social y personal, tan sabia como humilde y, por ello, libre de cadenas impuestas y de mugre paleolítica, en las antípodas de la evolución y del verdadero factor humano, que en la medida que despierta y crece, es también divino...

 

Un país mejor

Varias personas hacen cola para ejercer su derecho al voto el 23J.

Javier Gallego

eldiario.es 


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No han pasado. Los hemos parado. Pero por los pelos. Hemos tenido que verle las orejas al lobo. Tiene que servirnos de lección. La izquierda más allá de los partidos tiene que moverse aún más en los barrios, en las calles, en las redes. La izquierda de los partidos tiene que acercarse mucho más a los movimientos sociales, a los barrios, a la gente. Hoy toca celebrar que hay un país que no quiere el odio, el machismo, el retroceso, la confrontación, la exclusión, la desigualdad, la xenofobia, la homofobia, el insulto. Un país que no quiere echar a la otra mitad. Ese país sigue siendo más grande que el otro pero hay que seguir defendiéndolo. Hoy toca celebrar pero también toca reflexionar por qué la extrema derecha con la derecha extrema han llegado tan lejos, casi hasta el gobierno.

Para que les plantemos cara ha hecho falta que PP y Vox gobiernen en comunidades y ayuntamientos. Ha hecho falta que nieguen la violencia machista y el cambio climático. Ha hecho falta que ataquen a las mujeres y al feminismo, al colectivo LGTB y a los migrantes. Han hecho falta la censura y el pin parental. Ha hecho falta que amenacen con destruir derechos y libertades conquistados. Ha hecho falta que la derecha lo haga muy mal para que la izquierda empiece a hacerlo bien. Ha hecho falta todo eso para que la ciudadanía despierte, se implique, pida el voto, haga sus propias campañas con vídeos, diseños, memes... Nunca es tarde si la dicha es buena, pero deberíamos aprender a reaccionar antes frente a los reaccionarios. Porque la próxima vez puede ser demasiado tarde. Porque ya hemos perdido tiempo, derechos y territorios. Porque ya tienen autonomías, ayuntamientos, 8 millones de votantes y 169 diputados. Porque han ganado las elecciones aunque las hayan perdido.

Es esperanzador saber que aún vivimos en un país que mayoritariamente quiere progreso y respeto, que es solidario y tolerante, que es plural y diverso. Pero aún hay que ganar y recuperar a millones de votantes que se han alejado de los consensos, que se sienten abandonados, que están hartos, molestos, indignados y que han comprado el relato de que ETA sigue viva, de que gobierna con los socialcomunistas y los golpistas, que juntos quieren romper el país y destruirlo. La buena, buenísima noticia, como ocurrió en 2019, es que pese a Txapote, Perro Sanxe y el Coletas, pese a Ana Rosa, Inda, Herrera y Losantos, pese a la manipulación y al bombardeo de bulos desde la mayoría de los medios, pese a las cloacas periodísticas, policiales, judiciales y empresariales que han conspirado para que gane un gobierno con la ultraderecha, la derecha no gobernará y la izquierda ha resistido. 

Es también esperanzador que cuando el periodismo hace su trabajo frente a la mentira, puede pararle los pies. Silvia Intxaurrondo ha ganado, QueTeVoteTxapote ha perdido. La inteligencia ha ganado, la ignorancia ha perdido. Han perdido la estupidez, la frivolidad, el desprecio. Ha perdido la intoxicación y la sumisión, tratarnos como si fuéramos idiotas, como si no mereciésemos algo mejor que el engaño. Por poco, pero han perdido. Ha ganado una ciudadanía madura que piensa por sí misma. Por poco, pero ha ganado. Este país es mejor que sus élites. Es mejor que la mayoría de sus medios. El poder popular puede ganarle al poder del dinero. Ha ganado la democracia, esa democracia en la que no quieren que creamos porque no les conviene que sepamos que podemos con ellos.

Esa democracia ha hablado y nos ha colocado frente al espejo. A cada uno frente al suyo. La derecha y la ultraderecha no gobernarán porque están solos, porque en su país no cabe la mayoría, porque quieren derogarnos a los demás, porque para ellos somos Txapote, terroristas todos. El PSOE de Pedro Sánchez podrá volver a gobernar con mucha dificultad y esfuerzo. Su remontada es épica pero trágica por el terreno que les ha comido el odio. Han intentado hacer y contar en 4 semanas lo que no han contado y hecho en 4 años. Esperemos que no vuelva a pasarles lo mismo. SUMAR no ha tenido un buen resultado pero lo ha tenido mucho mejor que si la izquierda se hubiera presentado con Unidas Podemos, al borde de la desaparición el 28M. Ha parado el golpe, el propio y el ajeno, pero ahora tiene que pararse a construir un proyecto sólido, amplio y sin fisuras con Podemos, que no ha tardado ni 24 horas en iniciar el fuego amigo. Tremendo. La mala noticia es que ya no hay mayoría progresista en el Congreso, la buena es que la ultraderecha tiene 600.000 votos y 19 diputados menos. Abascal no será vicepresidente. España es la excepción ibérica en Europa. España es el único país europeo en el que la ultraderecha decrece.

Sin duda es una ironía del destino que el futuro del país y su gobierno esté en manos de Puigdemont. Eso sí que es ponernos frente al espejo. No podemos seguir evitando el elefante en la habitación. Tenemos un problema y tenemos que hablarlo. Las urnas han puesto a los españoles y a la izquierda ante el mayor conflicto que ha tenido nuestra democracia en este siglo. Ya es hora de que afrontemos ese asunto. Siempre será mejor que sea la izquierda la que tenga que hacerlo. Siempre será mejor que el gobierno dependa de encontrar la solución a Cataluña y no de los fascistas españoles.

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