domingo, 16 de julio de 2023

Reflexiones imprescindibles y urgentes. El regalo dominical que tanto se agradece al hermano poeta como a InfoLibre que lo edita y nos permite leerlo...Benditos sois!

 

Siervos con máscara de talibán

La situación política que vive España pertenece a un contexto nacional e internacional que conviene conocer bien, repensar bien, a la hora de discutir los matices de las buenas causas y los peligros del autoritarismo y la degradación democrática. Por eso juega un papel social tan importante la cultura.

Vivimos en un espacio comunicativo en el que el conocimiento es sustituido con frecuencia por relatos mentirosos con capacidad de provocar fanatismos. No es que la gente sea tonta, es que existen poderosos medios de control de los instintos y los miedos. Se convierte en barro el conocimiento de la realidad. Frente a la capacidad de las viejas emociones características de la cultura y la conciencia solidaria, que ayudan a comprender la vida por dentro de los seres humanos, los discursos de la mentira empujan a la inquina y arañan en todo tipo de rencores individuales para generar odios de vocación colectiva. El odio une y reúne soledades. Más que a la convivencia se llama a dinamitar el diálogo social y el respeto a los otros. La convivencia se altera en crispada fragmentación. Por eso es tan importante la cultura que crea comunidad.

Cada vez se confunde más la idea de libertad con la ley del más fuerte. El que no cree en la comunidad considera poco importantes los marcos de igualdad, la necesidad de cuidados, el tejido de derechos y deberes que conforma una convivencia justa. Esta dinámica no sólo acaba justificando el autoritarismo, sino que es capaz de redefinir los actos de transgresión como formas prestigiosas y prepotentes de censurar las libertades. Si la rebeldía artística fue un modo de ampliar los límites, poner en duda la represión, la censura y los dogmas, estos nuevos relatos del fanatismo rebelde sirven ahora para limitar conquistas sociales, convertir el orgullo cívico en soberbia dogmática y borrar cualquier escrúpulo a la hora de ejercer la prohibición. 

El trabajo diario, el debate sereno y el progreso paulatino se convierten en un aburrimiento democrático. La música se sustituye por el ruido, la información por los malos chistes o los vídeos simpáticos. Resulta más entretenido mentir, insultar, volver a mentir y romper la convivencia institucional en un nuevo concepto de la rebeldía. Esta rebeldía no surge del conocimiento, sino de la necesidad de entretenerse o de romper, convirtiendo el tiempo de ocio en tiempo de odio y de zafiedades. Es la rebeldía del fuerte, la rebeldía que se opone al bien común. Por eso es tan importante la cultura. El atractivo de los antisistema se desvía contra la parte más justa del sistema.

¿La rebeldía del fuerte? ¿O la del que quiere sentirse fuerte? Porque cada vez abundan más los siervos con máscara de talibán. No conocer la realidad y dejarse empujar por los relatos del fanatismo y la mentira nos convierte en títeres muy encerrados en una identidad afirmativa. No sólo es una dinámica que afecta a los falsos líderes. El anciano que vota a quien no quiere subir las pensiones, la mujer que vota a los enemigos de la igualdad o el trabajador que vota a los que degradan sus derechos laborales no son tontos, son experiencias movidas en un contexto que ha ido separando la política democrática de los derechos y los deseos individuales. Parece que las conquistas cívicas son una cosa natural de vida que no necesita agradecerse, porque la política no tiene que ver con el progreso. La política parece sólo un circo de corrupciones, falsas promesas y vanidades.

Por eso es tan importante la cultura que ayuda a entender la realidad y a desenmascarar las estrategias calculadas de forma minuciosa para quitarle autoridad y prestigio a la política. Quien miente, dice una cosa y su contraria, lanza insultos y se muestra irascible, quiere sustituir los datos por fango, la memoria por malos instintos y las decisiones del poder democrático por los intereses de los poderosos. Una marioneta vestida de talibán, alguien que sustituye la imaginación por la superstición.

Por eso es tan importante la cultura. Porque la realidad se está llenando de siervos con máscara de talibán y porque hay elecciones en las que no se decide únicamente entre los diversos programas de los partidos democráticos. Lo que se pone en juego son los valores de la misma democracia frente al autoritarismo. Y es en este contexto donde resulta necesario conocer bien, repensar bien los errores cometidos, los matices de las buenas causas y los peligros que nos rodean de sombras. 

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 Comentario del blogg

Gracias, muchas gracias, como siempre, hermano poeta, estas reflexiones de tu verso libre son fundamentales para comprender y desbrozar los caminos de la vida, que como dice Antonio Machado, sólo son posibles y reales cuando caminamos; realmente el camino somos cada un@ de nosotr@s con la elección de cada instante, en la que sin duda, la cultura es la base de la integración entre conciencia, conocimiento experimental, ética y discernimiento. Es el único modo de distinguir la mentira de la verdad, de dejar de ser esclavos y siervos al servicio talibán del suicidio colectivo de nuestra especie. 

Cultura es cultivo, -proceso natural que nos proporciona el alimento imprescindible para seguir vivos- energía vital e inteligente, que ilumina tinieblas, quita veladuras fanáticas, retóricas y falsas. La cultura es luz que ilumina sin deslumbrar y nos ayuda a conectar adecuadamente los cables de la experiencia y la realidad, a crear igualdad donde sólo hay abismos sociales hijos de la torpeza y del egoísmo mucho más autodestructivo que beneficioso, incluso para el propio sistema demencial que produce la toxicidad social porque no conoce la fraternidad ni sus inimaginables recursos. 

¿Quién podría imaginar que la "debilidad" de Gandhi y de Tolstoi con su noviolencia o la de Nelson Mandela o la de Luther King y Desmond  Tutu, podrían transformar la esclavitud en salud social, el odio en liberación para tod@s y el racismo en semilla de fraternidad...? La noviolencia no es debilidad, es todo lo contrario, una fortaleza tan serena, constructiva y entusiasta que no necesita el odio ni la violencia ni el rencor ni el castigo, ni el miedo ni la sospecha constante ni la intriga enrevesada, para conseguir los mejores resultados en la evolución humana, cuando la cultura desconoce la noviolencia y justifica el odio y  la incapacidad de perdonar, e incluso justificando utilizar el mismo odio para ganar poder, en terribles "victorias" de lo peor de nosotr@s mism@s al servicio de intereses demoledores, esa falsa cultura se corrompe y pasa de parecer cultura a convertirse en basura y toxicidad, de alimento a desperdicio, de remedio a enfermedad, de inteligencia a estupidez, a convertirse en un absurdo capaz de corromper hasta el saber y la misma ciencia sin conciencia, e incluso a destrozar el medioambiente y la vida para ganar más dinero, para manipular y someter a nuestra especie y a nuestro planeta a los peores resultados, a base de demagogia, mentiras hechas ideología, de autoengaños y egopatías e inmadureces al pormayor. Un ejemplo: leer el estudio psicológico de Trump, publicado por su sobrina, que es psicóloga. 

Uno de los signos infalibles de la cultura y del verdadero conocimiento es la humildad que da como frutos y efectos la empatía y el amor sin límites, hasta por los que se consideran nuestros enemigos. Sólo superando el odio, el asco y el desprecio que producen la ceguera y las máscaras talibanes, fariseas y bienpagás, puede cambiar el ser humano  y su -nuestro- entorno, sólo de ese modo, Gandhi, Luther King y Mandela consiguieron que un imperio como el inglés abandonase la India, sin montar ninguna guerra, y que el gobierno de Sudáfrica acabase con su propio  appartheid, y que Luther King y los hermanos Kennedy en USA acabasen con el disparatado e inhumano racismo estatal, aunque a los tres les costase la vida en tres atentados inexplicables en un país que se vende a sí mismo por el mundo como lo más avanzado, democrático, tan atómica y nuclearmente  civilizado a base controlar el pastón y la tecnoestafa planetaria... Gracias a los dos hermanos y al denunciante evangélico asesinados sin compasión por el talibanismo racista y exterminador, los negros norteamericanos pueden subir a los autobuses, taxis, trenes y aviones, entrar en bares y establecimientos públicos, compartir escuela y educación con las demás etnias, estudiar en la universidad o emprender un negocio...cosa que hasta los años sesenta del pasado siglo era imposible...Leer a Edward Snowden en las Facultades de Ciencias Económicas y Políticas debería ser una obligación.

Ojalá nuestra cultura no derrape y no nos impida jamás acceder al conocimiento auténtico de la historia humana y que ninguna I.A. consiga manejar la I.N. que es la base de nuestra conciencia y el verdadero espejo del alma que nos da paso a la conexión con el pensamiento y del lenguaje, base y sustento de la cultura, sin la cual nuestra humanidad es completamente nada, hundida en su propia y constante disolución, cuando sólo se reduce a ser un tubo de ensayo en el laboratorio de un agotador marron glacé donde creencias fanáticas y ciencias sin conciencia, sin pies ni cabeza, en proceso de autolicuado exponencial, carente de luces y pleno de borrones sin cuenta nueva, llevan la voz berreante en el patio terrestre. Y nosotr@s como especie, también, siguiendo la inercia del autodesguace. Pero todo eso puede cambiar despertando, aquí y ahora, Sumando entre tod@s lo mejor que tenemos, cómo no!

Muchas gracias, querido hermano Luis, por ayudarnos a reflexionar agrandando horizontes tan sabiamente✍️✍️🤗🤗🙏🙏🙏🙏!

 

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