lunes, 31 de julio de 2023

El ambiguo territorio mal entendido de la pobreza "virtuosa"

Veamos el origen lingüístico del concepto pobreza que en su origen latino deriva del término  paupertas-paupertatis: miseria, escasez, carencia absoluta de lo necesario. ¿Es justo que esa condición se pueda interpretar como una virtud, cuando en realidad la pobreza es una desgracia y el resultado de  una bárbara injusticia asumida como "normalidad" del sistema social? 

Seguramente la confusión conceptual y religiosa procede de una bienaventuranza evangélica muy malentendida al traducirla y practicarla: "Bienaventurados los pobres de espíritu(¡?), porque de ellos es el Reino de los Cielos". El significado de esta frase no es precisamente elevar la miseria a la categoría de una virtud, aunque también confunde bastante el concepto literal de "pobres de espíritu", que es realmente una contradicción. Precisamente, quienes no tienen conexión con el espíritu, los "pobres de espíritu"reales, son los que generan la pobreza material del resto de la humanidad que no comparte esa condición. 

La verdadera riqueza del ser humano, es precisamente el espíritu, que nos despierta, que nos nutre a niveles inteligentes y lúcidos, que nos va educando desde los resultados prácticos de nuestras conductas y experiencias  y así  descubrir en la vida la energía necesaria para ser independientes de la ambición material, de los apegos enfermizos a poseer, a dominar y esclavizar mente, emociones, voluntad y conductas, costumbres, ideologías y religiones. De modo que "religiosamente" ¿ser pobre material es ser pobre de espíritu, o sea, estar desconectados del espíritu, porque al espíritu le mola que haya gente que carezca de lo necesario, que necesite, incluso, que existan pobres para poder darles limosna y así "ganarse el cielo" siendo los "buenos de la película"? O sea, que si de repente desapareciera del mundo la pobreza y todos fuésemos ricos ¿ ya no haría falta "ser pobres de espíritu" para entrar en el Reino de los Cielos? ¿No se tratará, precisamente,  de que en el Reino de los Cielos nadie sea pobre de espíritu y por ello, desaparezca la pobreza en todos los niveles, porque la igualdad y la justicia del amor sin barreras miserables la ha eliminado para siempre? 

Hay quienes están convencidos de que si toda la humanidad fuese pobre, estaríamos a salvo de nuestros peores autoengaños y chapuzas indecentes. Y entonces, ¿podría esa pobreza universal acabar con la violencia de género, con la pederastia y los abusos, con la envidia, la venganza, el odio, los malos tratos, la mentira como sistema, etc, etc...? ¿Acaso no hay pobres que roban y matan para poderse comprar cocaína, un móvil, hacer un viaje o comprarse un coche? No se trata de que hagamos de la pobreza una virtud, porque no lo es. La pobreza es la consecuencia de una desgracia globalizada a cargo de la avaricia, el egoísmo y la hipocresía usada como trampantojo de la "virtud". 

Un ejemplo de lo más ilustrativo es Francesco d'Asssisi.  No eligió ser pobre para ser santo. Lo eligió porque el dinero, la riqueza, el poder y la casta social le impedían ser feliz realmente. Por eso en medio de una misa en la catedral de Asís, se quitó la ropa lujosa que llevaba y una vez desnudo, se largó de la iglesia y del modo de vida que había llevado hasta entonces. Millonario en espíritu emprendió el camino de la liberación, en el que nunca les faltó lo necesario a él ni a sus compañeros ni a su amiga Clara que hizo lo mismo...No se trata de religiones ni cultos a un dios que sólo existe en los retablos, pinturas y relatos milenarios de humanos confusos o fanáticos, se trata de descubrir que esa energía vive dentro de nosotr@s y dejar que nos indique el camino, así de sencillo y de claro...Por nuestros frutos nos conocerán, ni más ni menos...

Lo que sí es sano, justo y feliz es aprender a vivir sencillamente con lo que necesitamos cada día y compartirlo si a nuestro alrededor hay quienes no pueden comer ni tener un techo, viviendo como herman@s, sin miedo a la pobreza, sin necesidad de ir de compras y gastarse un pastón para llenar el vacío que se lleva dentro y que nada puede llenar si no se ES, por ello sólo se está y se existe, sin más horizonte que vivir constantemente como una plaga de insectos humanoides, depredando y asqueándose a continuación de lo depredado, que nunca sacia la necesidad y el vacío de alma y conciencia, por más millones que se acumulen. Quienes desarrollan alma y conciencia nunca serán millonarios, porque ya son plenamente ricos de verdad y lo que les sobra lo comparten encantados de la vida. Jamás son 'pobres de espíritu', un verdadero oximoron o contradictio in terminis. La clave de ese estado ontológico  es la libertad consciente  y vital respecto al deseo y al apego ansioso. Viviendo el presente en cada momento. como los lirios del campo y las aves del cielo, sólo con alma y conciencia de niñ@s, se tenga la edad que se tenga. 

En realidad el concepto hebreo original del término "pobre" no es el mismo que el significado latino. En hebreo ese término es anawim cuya traducción equivale a "humilde y sencillo", no significa que haya carencia de recursos materiales, sino la condición y el ejercicio de la humildad y de la sencillez. Desde esa base semántica el concepto tiene todo el sentido como bienaventuranza que es el resultado de la bendición, que además es equilibrio personal y comunitario. Este conocimiento nos sirve para distinguir los matices del lenguaje cuando se cambia o se manipula culturalmente, sin conocer ni especificar los contenidos de las palabras. Jesús no deseaba la miseria ni la pobreza para los seres humanos, cuando enumeró y explicó las Bienaventuranzas, sino el ejemplo y la felicidad de los humildes y los sencillos, que con su manera de ser y de convivir, siempre hacen posible el reino de los cielos en la tierra. La sencillez y la humildad son rasgos felices y verdaderamente inteligentes que produce el autoconocimento, de la especie humana, el gnozi seautón/conócete a ti mismo, de Sócrates. Desconocer esa realidad y hacerla imposible, es la desgracia de tod@s. Los humildes y sencillos son los sabios auténticos, las puertas y ventanas de la humanidad por donde entran la luz para ver y el aire para respirar y sanar el medioambiente. Un ejemplo del siglo XX: Mahatma Gandhi y otro de siglo XXI:  Greta Thumberg, entre otr@s much@s que no conocemos, pero gracias a  l@s cuales, aun resistimos como especie en un mundo como éste, saltando sin parar entre la idiotez y la amnesia como sitem in failure.

Estoy convencida de que si Jesús de Nazaret anduviese por aquí, elegiría como salmos cantables y bailables, las estrofas de una canción como, por ejemplo, Bendita la Vida de los Txarango. Donde el tesoro de la riqueza auténtica -y el adiós a la pobreza miserable-, se lleva en el corazón, que riega y alimenta el pensamiento, la mente y la voluntad. 

Bienaventurados los ricos de alma, corazón y conciencia, porque en la sobriedad plena y sensata dan en el clavo de la felicidad sin dejar víctimas por el camino y compartiendo la vida por amor, compasión y sorofraternidad inteligente, llena del humor de dios, y por ello haciendo imposible la pobreza y la miseria.Y haciendo posible un cielo nuevo y una tierra nueva.

                           ¿QUE ES SER ESPIRITUAL? Facundo Galati. - CONEXIÓN UNIVERSAL

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