sábado, 2 de julio de 2011

Los mundos de Teddy & Cia

Cayó la gran Babilonia. Una de las grandes Babilonias que venían oprimiendo desde la cúspide de la pirámide de la injusticia. La SGAE. Una lacra social disfrazada de institución. La gestora nacional de los derechos del autor y los deberes del lector, oyente o espectador. O sea, del ciudadano que no hace "arte", porque simplemente su Arte consiste en trabajar para poder pagar a los artistas su esfuerzo creativo, sus horas de trabajo intenso. En buena lógica, un arte creativo se compensa con el Arte nutritivo, porque sin público Artista, no habría nunca oficio de artista. Hobby, sí, pero oficio, eso que te permite comer de lo que haces, no.
Ese pequeño detalle estratégico que se llama honestidad y respeto se le escapó al ínclito Eduardo o Teddy Bautista. Fue un buen músico en sus tiempos. Y si se hubiese quedado en ello, hoy sería un artista con oficio y tal vez un maestro en su especialidad. Pero no, don Teddy no podía resignarse a consumir su tiempo "creando" modestamente, cuando podía vivir como un marajá a costa de los creativos y de los nutridores de creativos. Y por eso decidió reinventar una SGAE como mandan los cánones de la depredación. Una SGAE que maneje los derechos de autor, cobrando por ellos también y sobre todo, que manejase los deberes del consumidor, poniendo tasas y cánones hasta por el papel higiénico de una discoteca, -¿por qué no si allí se oye y se baila con música?- o cobrar el impuesto terrorista revolucionario o el pizzo mafioso-musical a los bares, restaurantes, pubs o peluquerías y tiendas, por tener música en el aire.
Por cierto, que sería interesante saber si también la SGAE le cobra a la Iglesia católica por dar conciertos en los templos, por poner música en misas, funerales, en bodas, bautizos y comuniones. Por leer los evangelios sin aplicar el copyright. A las orquestas sinfónicas por cada pieza que interpretan, o a la banda de la casa real cada vez que toca el himno nacional en los eventos de la realeza visitadora, o en los estadios y podios deportivos cada vez que se gana en algo o se saluda al principio de un partido de fútbol internacional. O a las señoras de la limpieza cada vez que tararean un tonadilla de Mari Fé de Triana o de la Pantoja. A los paseantes que se detienen ante una estatua de cualquier avenida o plaza, más de cinco minutos y no puedan justificar que están esperando que cambie el semáforo para cruzar. O las citas de autores en un discurso, en un artículo, en una tertulia. Que eso es un filón. Y además puede dar muchísimo trabajo , -por supuesto, en negro azabache-, a las legiones de espías urbanos y rurales que controlan ya la distribución "cultural" fuera de tiesto de los bienes artísticos Y así ese querido halcón de las cumbres usureras ha pasado la tira de años, entre el esquilme general y la intriga puntual. Si hay que conquistar al gobierno se le conquista, no hay más que poner en periodo electoral a una brigada de "artistas" a favor de una ceja, para que te toque una Sinde en la tómbola del trinque a calzón quitado. Y después de eso, la gloria. El despiporre. El asalto a mano armada. Las pandectas de Ramoncín, la catilinarias de Alejandro Sanz, las epístolas morales a tantos Fabios aplastados por el morro puro y duro y de fondo, la sonrisa de la Sinde (Sin-deciencia? Sin-decoro? Sin-dejar títere con cabeza?) Ay, Señor, qué cruz de país! Qué buenos alumnos de Vito Corleone y su parentela innumerable, han salido de este rincón del continente que cada vez tiene menos contenido y más ndragheta napolitana, en cuanto a la acumulación de basura moral se refiere.

Verdaderamente es una pena comprobar como personas que un día tuvieron talento para crear belleza, pierden no sólo ese talento, sino la dignidad y la vergüenza, el respeto y el sentido común, cuando se les cruza por medio el cable del poder y el tintineo del dinero ,adquirido como sea, eso da igual, ya que como dice Quevedo, hace al villano caballero ya la fea y deforme, una "miss". Ahí están, el mismo Teddy, la Winehouse y la Gaga, como ejemplos diarios.

Pero, no hagamos tanta leña del árbol caído, porque esos árboles los planta alguien y los riega el cuidado de casi todos. Por ejemplo, si los artistas se han dejado seducir por ese filibusterismo y poquísimos se han autoexcluído de la secta, quiere decir, que también están colaborando con el piraña supremo. No se han oído muchas voces entre el gremio "artístico" que rompiesen lanzas a favor de un sistema más justo. El Teddy, para quedarse con la pasta de los derechos de autor, exprimía a los ciudadanos y con parte de esa ganancia excitaba la avidez justiciera y el ego de los artistas, que al toque del mantra "nene tú vales mucho para que cobres tampoco", no se han dedicado a reivindicar a la SGAE sus ganancias ni una gestión transparente, sino que se han cebado con el consumidor, apoyados por el gobierno que ha promulgado leyes y cánones tan abusivos e insostenibles que resultan hasta ridículos, además de éticamente obscenos. Por lo que toca al consumidor , existe también el no comprar "arte", es decir, ni un disco, ni un concierto, ni un libro, ni una peli más, si no se humaniza el "arte". Se puede subsistir escuchando los cuarenta principales, radio clásica y radio 3, más con lo que se aproveche online y releyendo los libros de la biblioteca de casa y de la públicas, que también prestan discos y películas y leer los diarios impresos.
Cuando no haya nutrición, se reformará el sentido de la" creación". En eso entra también la iniciativa de los artistas con conciencia, que pueden regalar copias de sus discos en conciertos gratuitos y fotocopias de sus libros en charlas y conferencias o abriendo blogs donde escriban parte de su obra sin pasar por la SGAE. La mejor estrategia es cerrar las puertas del enriquecimiento monetario. Y eso se consigue abriendo paso a otra mentalidad muy distinta, que ya se está entreviendo en otra concepción de empresa, de banca ética, de relaciones laborales justas y cogestionadoras. La prosperidad real es la que contempla el bienestar de todos, no la que desea arramblar con todo y crear miseria en su entorno y eso lo consigue la mentalidad depredadora y estúpida que no duda en exprimir su fuente de vida. Si quieres vivir de un público que te mantenga, procura ser parco en tus ganancias, para que haya de todo para todos. Porque si te quedas con lo de todos, tú mismo te empobrecerás. Al fin no habrá nadie que te pueda comprar lo que produces. Ellos pueden pasar sin diversión y sin información "cultural", pero tú, no podrás vivir de lo que haces, si ellos pasan de tu "arte".
Esto es lo que Teddy pensó y se puso a crear como loco y aprovechando el lance favorable, su Gürtel de empresas fraudulentas invirtiendo los dineros obtenidos con el canon de los artistas. Mientras ellos hacían la guerra a las grabaciones y descargas libres, él, Teddy el listo, sabiendo que cualquier día podía despertarse con un 15M anti SGAE cantándole las mañanitas sin pagar derecho alguno, se había preparado el pan para mañana con el hambre miserable de hoy. Pero, se ve que la justicia aunque lenta, a veces es ayudada por alguna corriente lúcida del universo, el clamor y el pensamiento de muchos tiene más poder que los arsenales de unos pocos y siempre, siempre, al final, el bunker se queda sin blindaje y el Hitler de turno y sus compinches se ven forzados a elegir entre el suicidio -en este caso mediático- o la condena pública. Y la vergüenza para siempre, pues por mucho que consigan salir libres de cargos, nadie volverá a creer en sus métodos ni en sus personas.
Menos mal, que como repetía cada semana el título de un programa radiofónico y nocturno, los viernes en la SER, que en mi infancia mis padres no se perdían: "El criminal nunca gana". Es un alivio comprobarlo de vez en cuando.

No hay comentarios: