domingo, 3 de julio de 2011

¿Es conveniente que el 15M tenga un representante "político"?


Se han escuchado frecuentemente preguntas de este tipo. ¿Hay que vertebrarse políticamente como 15M?

Pensemos un poco en el origen de este movimiento. No ha nacido como una burbuja ni como una pompa de jabón mediático. Ha nacido por ómosis y saturación ciudadana. La causa no es una rabieta, sino el crack absoluto de un sistema. No es que se esté contra todo sistema, porque algún sistema es necesario para solucionar cada problema, para organizar y crear vías de crecimiento, para vertebrar nuestra relación cívica non la realidad del presente. El sistema es el espacio social que permite la creación y el uso de las herramientas adecuadas para organizarse y convivir, proporcianando una batería de derechos y deberes, de normas consensuadas y refrendadas por el acuerdo mayoritario y los aportes y correciones minoritarias que puedan mejorar y enriquecer al propio sistema y al conjunto de la ciudadanía. El 15 M aporta una visión no a favor de este sistema ni en contra de todo sistema. Al contrario, lo que propone es mejorar lo que hay de útil y aprovechable, crear lo que falta y suprimir lo que ya no sirve. El 15M no tiene como objeto hacerse con "el poder", sino humanizar a aquellos que se refugian en el poder para deteriorarse mientras deterioran a la sociedad.

El poder no es un valor, sino una aberración que se ha usado a lo largo de la historia para sustituir a la inteligencia ausente, a la educación cívica, para dejar a la ciudadanía reducida a "pueblo"-rebaño dúctil, maleable y manipulable. El 15M es la representación al vivo del antipoder. la demostración de que la sociedad cuando, sus mmiembros despiertan, puede resolverlo todo, sin necesidad de crear banderías, divisiones enfentadas, intereses partidistas e ideológicos y de que no hace falta tanto dinero ni tanto sueldo astronómico para tener ideas a favor del bien común y ponerlas en marcha. Y que, por el contrario, la abundancia de dineros, prebendas, y permisos de "manos lbres", inmunidades y demás zarandajas, sólo fomentan el apego a los cargos, la currupción, la pérdida de contacto con la realidad y la creación de un casta política "profesional" que hace inviable la renovación ética y la disposición honesta, porque el ejercico del poder, cualquier poder, corrompe y deforma cualquier ideal por muy noble que sea. Es ese sistema el que ya se ha hundido definitivamente, auque se empeñen en apuntalarlo con rescates, recortes y empobrecimiento generalizado. La caída del sistema está provocando pánico económico y avaricia in articulo mortis en banqueros y jerifaltes sectarios de la pela, del poder, de la guerra y sus ganancias, del consumismo y la ruina de los consumistas. Sus letanías pseudemocráticas son el canto del cisne de este sistema. Injusto en su misma base y por eso, darwinianamente en fase de extinción. Porque es un órgano que no tiene ya función operativa. Y lo que no sirve, se atrofia y desaparece, por pura selección natural.

El 15M no es un movimiento revolucionario, sino evolucionario, evolutivo. Es una salida inteligente, respetuosa y pacífica, fértil y creativa, hacia un nivel más alto de civismo, ya de acuerdo con las condiciones actuales del planeta, con la solidaridad en vez del limosneo, con la justicia en vez de la componenda, con la fluidez de lo inmediato y personalizado, en vez de la distancia y confusión ineficaz de lo institucional. Porque no es lo mismo lo instituido,que es imprescindible para hacer cualquier cosa, que lo institucioanlizado que es el bloqueo y la parálisis de todo movimiento necesario.

No, el 15M no tiene como objetivo crear un poder, sino desmantelar dentro de nuestras conciencias la necesidad de tener que crear poder para hacer algo. Ha sustituído la idea de poder, por el acto práctico y demostrable, de usar energía consciente, que se gestiona con una ética compartida. Y eso,, es cierto, mueve montañas, como la fe, no porque es cosa de muchos, sino porque convence desde dentro. Al revés que lo que ahora llamamos política y sólo es plutocracia, gobierno del dinero y de los intereses de partido. Un sistema muerto, como está demostrando cada día la actualidad.

El 15M no está vivo porque quiere mandar ni favorecer a ciertas ideologías, está vivo porque busca el bien común sin excepciones y no es un poder sino una fuerza transformadora, como el amor. Su finalidad es el cambio de las conciencias, de los hábitos, de la mente atrofiada y del alma resignada a la desesperanza y a la depresión social. Es un movimiento fresco y nuevo. No reivindica desde la violencia, sino desde el respeto, aunque ni siqueira discrimina a los que no respetan, les escucha, aunque sea sólo para dialogar, aceptar todo lo bueno que puedan aportar y hasta la falta de respeto, al fin, se acaba convirtiendo en toleranca, por contagio y pedagogía.

El 15M no ve enemigos en nadie, por mucho rechazo o incomprensión que soporte con paciencia y buen humor. Es otra cosa. Nueva. Y al mismo tiempo, la síntésis de todo lo bueno que los movimientos anteriores han aportado a la humanidad. Su función es injertar savia nueva en las raices eternas para que los brotes nuevos regeneren y sustituyan a los viejos troncos carcomidos y las viejas ramas peladas y secas. Pero eso no es peyorativo, sino el ritmo natural de la vida. Lo viejo fue bueno mientras fue su tiempo. Ahora es leña que puede ser el combustible estupendo de la caldera de la evolución. Simplemete. Y la comprensión de ese proceso eso es la función de este 15M. Una bendición para todos.

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