domingo, 22 de enero de 2012

Carta abierta a Mariano Rajoy

Buenos días Señor Presidente:
En primer lugar permítame que le dé el pésame por dos difuntos, el señor Fraga Iribarne y la libertad de poder comunicar con usted o con su secretario/a, como su predecesor en el cargo tenía establecido con una dirección personal con su nombre y con el detalle de responder siempre, al menos con el acuse de recibo y asegurando que el texto había sido leído y llevado como sugerencia al consejo de ministros. No sé si lo harí ao no, pero el mero hecho de atender o mandar que se atienda, ya es un signo de humanidad y de respeto. Y de democracia viva. Al menos reconozcamos que aquel Zapatero no hacía ascos al contacto directo con los que con sus impuestos le pagaban el alquiler de la Moncloa, el transporte, la manutención y los agentes de seguridad. Así que, disculpe que como financiadora de su estancia en ese recinto y pagadora a escote con el resto de mis conciudadanos de todas sus necesidades diarias mientras ha ocupado no sólo Mocloa sino el escaño opositor, le diga alguna cosa que otra, que me parece importante tener en cuenta.

Las compañías eléctricas están tramando una subida en los recibos y además una sustitución obligatoria de contadores, que los consumidores no les hemos solicitado. Unos contadores que van a facilitar la lectura a distancia, con todo lo que eso significa. Es decir, dependiendo de una máquina que puede dispararse "erróneamente" y cobrar lo que haya marcado su error. Y luego, las reclamaciones no tendrán efecto alguno, porque lo marcado es lo que cuenta. Otro punto importante es ¿qué harán con los empleados que se encargan de leer los contadores? ¿Aumentar el nº de parados a favor de la tecnología arruinadora de empleos para aumentar los sueldos de los ejecutivos, como ya ha pasado en Telefónica? ¿No cree, presidente, que su primer desvelo debería ser evitar precisamente que esos empleos se pierdan y procurar a la vez que los ciudadanos sean los que se responsabilicen de su consumo y no un sistema a distancia que da muy poca confianza y cuya instalación seguramente va a costar un pastón, que por supuesto pagarían los consumidores que no han solicitado ese cambio? ¿Eso es legal?

Otra cosa importante y de más envergadura es la preocupación de toda la ciudadanía por esa falta de sentido crítico con que todos los gobierno europeos, excepto Islandia, están aceptando el ruinoso tráfico de agencias de rating, recortes y varapalos al bolsillo y a los servicios de los más desprotegidos. Es cierto y sería genial que Europa se convirtiese en un federación de estados democráticos, pero no en estas condiciones donde la Europa del Sur está siendo y será, la asistenta por horas, cada vez peor pagadas, de Alemania y de refilón, la nutrición de la economía USA. ¿A Vd. no le dice nada que EEUU -que se arruinó estrepitosamente, además de por su vicio consumista-crediticio, por haber desangrado su economía en una serie de guerras vergonzosas, que aún no han sido capaces de liquidar, a las que se arrastró a los demás países de la NATO, sí o sí, -se estén recuperando "milagrosamente" de la crisis y creando empleo, mientras el FMI y el BM, sangran a la BCE y a los gobiernos de la Comunidad, al mismo tiempo que las agenciad de rating se están poniendo las botas y los banqueros "en crisis" se retiran con subsidios multimillonarios sacados de las hipotecas astronómicas y de los desahucios sin dación en pago? ¿Dónde está la sede de esas instituciones? ¿Quién preparó la trampa a Strauss Khan, para quitarle la presidencia del FMI, porque estaba al corriente de los planes USA? Quiero pensar que usted es decente y que ni lo sabía ni lo imaginaba. Y sí, me daría mucha tranquilidad saber que usted no está participando en el expolio europeo a sabiendas. Que también está engañado porque de saberlo, usted no lo permitiría. Pero viendo, como hasta los socialdemócraats fueron presionados y abducidos por la vorágine del euro- Tea Party y habiendo sido testigo de como Camps y Fabra le vendieron durante años la cabra de su decencia, prefiero advertirle de que si ustedes siguen la ruta de Merkel, España nunca nunca, levantará cabeza, señor Rajoy. Y si usted no lo sabe, debe saberlo. El único modo de parar este dislate monstruoso es conseguir que la deuda deje de pagarse hasta que se recupere la creación de empleo y la economía empiece a sanar. Están ustedes matando la gallina o la vaca, que daba los huevos y la leche o arrasando el trigal que produce el pan. Si usted repasa la historia de la crisis y recesión de 1929, verá lo que Keynes le recomendó con mucho acierto a Roosvelt: lo primero la inversión del Estado que estimula la inversión privada, la subida de impuestos a los grandes capitales y cuando ya está en marcha la confianza de los ciudadanos y del mercado, entonces llegan los recortes y bajada de impuestos, que se harían en paz social y solidariamente porque serían razonables y justos. Recortar en lo superfluo para que no falte lo fundamental. Y al capital inversor hacerle pagar justamente porque tiene más, no desgravarle encima. Además si paga impuestos suficientes, se crea empleo y podrá vender lo que se produce. Do otro modo no habrá consumo por falta de sueldos o sea de trabajo.
Este proceso requiere una inteligencia, una pedagogía de la lógica que convenza a los más ricos de que el bien común es beneficioso para todos y que el bien parcial acaba por arruinar a todos a la larga. También a los ricos que no pueden rentabilizar sus posesiones. Por ejemplo, los que poseen hoteles o restaurantes. Si ellos no se esfuerzan y pagan un poco más en los impuestos, no pasará mucho tiempo sin que tengan que cerrar sus establecimientos por falta de clientela. Lo mismo vale para los coches, la construcción etc. Y además ya se ha visto que es así. El gobierno tiene la obligación moral de educar en ese sentido. De hablar claro y de actuar con justicia. No se pueden recortar los sueldos de miseria, porque sean funcionarios y no pueden hacer nada para evitarlo, y al mismo tiempo que los sueldos de los políticos sigan igual. ¿Qué sentido tiene estar gobernando al servicio de un país que se está arruinando con dobles administraciones, o sea la central y las autonómicas? ¿A cuánto político inútil hay que alimentar mientras nuestros niños tienen que ir a clase con mantas o comprar las tizas o dar las clases en barracones y suprimir las ayudas de comedor a familias en paro mientras la gürtel de turno se lleva todo por delante?

Todo esto, Señor Rajoy, es importante que usted lo sepa. Y que por responsabilidad, actúe, gobierne de verdad y no tenga miedo al contacto con la realidad cotidiana de la ciudadanía y se deje interpelar por ella y trate de que la justicia no se convierta en un agravio comparativo a favor de los más poderosos y millonarios. Soy consciente de que usted prefiere gobernar para tener contentos a sus votantes, pero, recuerde que la responsabilidad del bien común la tiene con todos, porque de todos salen los impuestos que le pagan cada mes y le permiten habitar la Moncloa. De los que no evaden ni un duro en paraisos fiscales, trabajan honradamente y colaboran con el IVA y con todo tipo de impuestos directos e indirectos. Baje sueldos políticos, legisle la moralidad que impide sueldos, dobles y triples, como los de Cospedal, por ejemplo. Que se controlen los ingresos antes y después de acceder a un cargo público, así como las adquisiciones sospechosas de esposas o maridos, hijos o abuelos, que de repente tienen cuentas millonarias sin justificar. Por ahí hay que empezar, no por congelar o reducir o suprimir pensiones de 400 o 600 euros, quitar 300 euros de un sueldo mileurista o cobrar con amenazas facturas de 50 o 100 euros que la propia administración traspapeló en su día.

En fin, usted es cristiano, por lo menos lo parece, así que sólo tiene que aplicar la decencia del Evangelio a la hora de decidir en qué dirección debe ir actuando. Espero que lo consiga, por el bien de todos.
Que Dios le dé la luz suficiente para el empeño difícil que tiene entre manos. Que así sea.
Un saludo cordial y mucha suerte, presidente.

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