jueves, 23 de septiembre de 2010

Más de lo mismo ¿hasta cuándo?

El obispado desoyó quejas contra el cura pederasta

Padres de menores remitieron una carta contra él hace dos años

TONI GARCÍA DE DIOS VALENCIA 23/09/2010 00:20 Actualizado: 23/09/2010 06:05



Dos jóvenes pasan ante la puerta de la parroquia de Santa Bárbara, que ayer permanecía aún cerrada.Juan Navarro

Dos jóvenes pasan ante la puerta de la parroquia de Santa Bárbara, que ayer permanecía aún cerrada.Juan Navarro

Las sospechas de pederastia sobre el sacerdote Pablo Ortega, detenido el pasado fin de semana en Carcaixent (Valencia) por supuestos abusos sexuales a un monaguillo y al primo de este, vienen de lejos. Exactamente de hace dos años, cuando un grupo de padres de menores que acudían al grupo juvenil vinculado a la Iglesia de Santa Bárbara, de la que el cura era párroco, presentaran ante el Arzobispado de Valencia, encabezado entonces por Agustín García-Gasco, un escrito de queja contra él por su actitud hacia los niños, según confirmaron ayer a Público antiguos monitores de estos grupos.

El arzobispado, que el martes retiró al religioso los ministerios pastorales y le suspendió como profesor en la Universidad Católica, niega haber recibido ninguna queja formal. Hoy lo dirige Carlos Osoro.

Ayer, la noticia de su detención seguía provocando reacciones entre los vecinos. Los más jóvenes comenzaban a romper su silencio y se atrevían a hablar sobre los momentos vividos junto al sacerdote: "Se mostraba excesivamente cariñoso con los niños y, además, tenía muchos encontronazos con los monitores", explicaba un joven del pueblo que prefiere mantener el anonimato.

Tras la llegada del párroco al pueblo, a finales del año 2006, el grupo juvenil vinculado a la iglesia desapareció. "Había muchas cosas de él que no nos gustaban. Se iba con los niños al campo y no sabíamos nada de ellos", explica este joven, que en aquella época era monitor.

La situación se hizo tan insostenible y los enfrentamientos tan continuados que se precipitó la disolución del grupo, que pasó a convertirse en una asociación juvenil independiente. Sólo una decena de niños se quedó en la parroquia junto al párroco. Dos de ellos son los que ahora han denunciado.

Mientras estas acusaciones circulan por el pueblo, el párroco mantiene silencio y nadie le ha vuelto a ver desde el pasado viernes. La iglesia permanece cerrada y los cursos de catequesis suspendidos hasta nueva orden.

Sin medida de alejamiento

El Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) hizo público ayer un comunicado en el que confirmaba que el Juzgado de Instrucción número 2 de Alzira (Valencia) ha abierto una causa contra el sacerdote por un delito de abusos sexuales contra dos menore. La nota, sin embargo, desmiente que se haya acordado ninguna medida de alejamiento de sus víctimas.

El sacerdote, que se encuentra imputado y en libertad bajo fianza, tiene la obligación de comparecer ante el juzgado los días 1 y 15 de cada mes a la espera de que se celebre el juicio




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Ya no se trata de que haya pedofilia a tutiplén en la iglesia católica.Ya no se trata de que los obispos y arzobispos se hagan los suecos ante las denuncias, ni siquiera de la vergüenza que debería significar para esas jerarquías la detención de sus miembros corrompidos, por parte de la justicia laica. Bastante más justa que el derecho canónico, a la vista está. Lo que empieza a ser preocupante de verdad es la actitud pasiva e indiferente de los católicos teóricos y ateos prácticos, que mantienen con su estado de ceguera supersticiosa e inhumana, el montaje hipócrita y , por supuesto, la actitud del Estado que paga con los impuestos de todos los sueldos de los pederastas y mantiene aún honores de jerarquía en las visitas del boss católico. Es una vergüenza para la humanidad que aún estemos así. Si esta humanidad tuviese despierto el grado de conciencia necesario, las cosas serían muy distintas. Los miembros sanos de esa iglesia la abandonarían y explicarían el por qué, con el evangelio en la mano y en el corazón. Los sacerdotes sanos y conscientes, también se irían sin aspavientos, como hace unas semanas se ha ido el franciscano Arregi. Como se fue Boff. Raimon Panikkar y tantos otros. La fe debe proporcionar valor para actúar desde la conciencia. Las barbaries no dependen sólo de los bárbaros que las llevan a cabo, sino también de quienes se integran en el sistema corrupto porque creen en que su bienhacer lo transformará "desde dentro". Esa actitud tiene mucho más de miedo pusilánime y de comodidad que de coherencia evangélica. Y es completamente inútil. Es evidente. ¿Cuántos santos se han quedado ahí con la intención de mejorar el sistema "desde dentro"? Todos. ¿Qué consiguieron? Por supuesto ellos la santidad . Y con ella seguir alimentando el monstruo que en vida los persiguió por sospechosos de herejia, por soberbios empeñados en dar la campanada y ser distintos y ¨mejores", por rebeldes y "sobraos", por alucinados y locos...pero eso sí, al morir, a los altares, porque en vida dieron ejemplo impecable "al pueblo" y eso llenaba templos, ermitas, conventos y seminarios. Vitaminas para seguir la tragicomedia hasta convertirla en Santa Madre. Negar el camino de espíritu para cambiar y mejorar, pero aprovecharse del "poder de los milagros" que hace la fe, para seguir en el tajo del engaño universal.

En el caso que comenta esta noticia, ante un sacerdote impresentable en todos los aspectos, el grupo de jóvenes de la parroquia se fue de ella y se ha constituído en asociación laica, para seguir viviendo los mismos valores positivos y fundamentales, pero sin el lastre de la connivencia con los abusos indecentes perpetrados contra lon niños y la indiferencia cómplice del arzobispo. Ese es el camino.

A parte del magisterio JuanPalomo, yo me lo guiso y yo me lo como, que representa la interpretación sui generis del evangelio para la conveniencia histórica de una institución que se vendió a un imperio para tener poder terrenal, ejércitos y territorios, traicionando para siempre el espíritu que le dió vida, hay que ir a las fuentes y releerlas. No existe ningún texto escrito en los orígenes del cristianismo que fundamente esta comedia desvergonzada. Ya es hora de que lo sepamos y de que también nos hagamos conscientes de la complicidad que supone la apatía gregaria del silencio y de la ignorancia. Como decía Jesus, colar el mosquito y tragarse el camello.

Sí que se pueden cambiar las cosas. Por supuesto. Los jóvenes de Carcaixent lo han hecho. ¿Dónde está escrito que los cristianos -teóricamente y por el bautismo,ungidos como "sacerdotes, profetas y reyes"- no se puedan reunir para orar, compartir el pan y el vino del amor en Cristo Jesús, confesar sus defectos y fallos a su comunidad en revisión de vida, y que ésta en oración y fraternidad les absuelva de ellos y pacifique las almas, ungir enfermos, cofirmar en la fe, celebrar bautismos y matrimonios? ¿Dónde está escrito que los corruptos y corruptores deban seguir machacando porque pertenecen a una casta intocable dentro de la propia institución, donde un pederasta laico es un pecador delincuente y un cura pederasta "es un enfermo al que hay que proteger de sí mismo"?, como acaba de recalcar Su Superficialidad Yavaslisto XVI?

Hay que dejar de escandalizarse a bombo y platillo y tomar otro rumbo. Una renuncia pública ,que no apostasía, de los cristianos, sería el paso adecuado. El apóstata rompe con la fe. El cristiano real no puede romper con la fe, pero sí con el montaje que durante 17 siglos ha tratado de y conseguido, mimetizarse con esa fe da tal modo, que para tenerla hay que estar apuntados a su clan. Eso es negar el poder al Espíritu para manifestarse donde quiere y en quien quiere. En el fondo y en la forma estan siendo más ateos que nadie. No sólo niegan que Dios pueda hacer en cada hombre lo que quiera din el vistobueno del club filopederasta, ya que es amor infinito, sino que además le han intentado suplantar y administrar como patrimonio exclusivo y excluyente. Sacrilegio y blasfemia de conducta es mucho más grave que un gesto obsceno aislado o una palabrota irreverente. El pecado no es un cheo puntual, sino la perversión aceptada como sistema de mantenimiento.

Cuando los laicos, agnósticos y "ateos", son más coherentes, éticos y sanos que los "buenos creyentes" es hora de plantearse lo que profetizó Arrupe: "Que el último apague la luz" y añado, y que cierre la puerta y tire las llaves al mar, como si fuese la piedra de molino atada al cuello de una historia infame.

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