Hé aquí un generoso legado meditativo para dar y repartir, herencia de Giorgio Gaber, -que en paz descansa, seguro, desde hace algunos años-; uno de los compositores e intérpretes italianos de música ligera y creador de los textos "ligeros" más profundos, completos, sencillos y geniales, del siglo XX-XXI. Su obra es, en conjunto, un auténtico tratado de ética práctica y aplicable, irónica, ingeniosa y genial, acompañado por la creatividad y las cadencias de la música, como alimento y ritmo de la conciencia, del alma y empapado por las luces de fondo de una inteligencia en plan panta rei, total.
Os he coloreado la letra en italiano para que la traducción se distinga del texto original. Que lo disfrutéis, querida familia, española e italiana!
Besitos para tod@s💫💫💫💫💫
La palabra yo
La parola io
La palabra yo.
La parola io
es una idea que se abre paso poco a poco
è un'idea che si fa strada a poco a poco
en el niño suena dulce como un eco
nel bambino suona dolce come un'eco
es un impulso para intentar los primeros pasos
è una spinta per tentare i primi passi
hacia una íntima certeza de uno mismo
verso un'intima certezza di se stessi.
La palabra yo
La parola io
con el tiempo adquiere
con il tempo assume
un tono más preciso
un tono più preciso
a veces corre el riesgo
qualche volta rischia
de ser molesto
di esser fastidioso
pero también es el signo
ma è anche il segno
de una lógica infantil
di una logica infantile
es un pecado recurrente pero venial.
è un peccato ricorrente ma veniale.
Yo, yo, yo
Io, io, io
una vez más yo
ancora io.
Pero el vicio del adolescente
Ma il vizio dell'adolescente
no desaparece con la edad
non si cancella con l'età
y en los adultos extrañamente
e negli adulti stranamente
se vuelve más alarmante y crece
diventa più allarmante e cresce.
La palabra yo es un extraño grito
La parola io è uno strano grido
que esconde en vano el miedo a no ser nadie
che nasconde invano la paura di non essere nessuno
es una necesidad exagerada y un poco morbosa
è un bisogno esagerato
e un po' morboso,
es la imagen conmovedora del Narciso
è l'immagine struggente del Narciso.
Yo, yo, yo y otra vez yo
Io, io, io e ancora io.
Yo que no nací para quedarme por siempre
confundido en el anonimato
Io che non sono nato per restare per sempre
confuso nell'anonimato
doy un paso adelante
io mi faccio avanti
no soporto la idea de sentirme un número entre tantos
non sopporto l'idea di sentirmi un numero fra tanti
cada día me expando yo puedo ser el centro del mundo
ogni giorno mi espando
io posso essere il centro del mondo.
Siempre estoy presente
Io sono sempre presente
dispuesto a cualquier vileza
son disposto a qualsiasi bassezza
para sentirme importante
per sentirmi importante
debo actuar rápido
devo fare presto
exaltado por esta manía de afirmarme a toda costa
me inflamo, me vendo
esaltato da questa mania di affermarmi ad ogni costo
mi inflaziono, mi svendo
quiero ser el centro del mundo
io voglio essere il centro del mondo.
No respeto a nadie
Io non rispetto nessuno
si es necesario puedo incluso fingir ser bueno
se mi serve posso anche far finta
di essere buono,
debo dominar
devo dominare,
soy un ser sin ideales
sono un essere senza ideali,
sediento de poder
assetato di potere
soy yo quien manda
sono io che comando,
debo ser el centro del mundo
io devo essere il centro del mondo.
Yo vanidoso, presuntuoso.
Io vanitoso, presuntuoso,
exhibicionista, arrogante, engreído,
esibizionista, borioso, tronfio,
soberbio, megalómano, fanfarrón
io superbo, megalomane, sbruffone,
codicioso e invasivo
avido e invadente,
desagradable, arrogante, prepotente,
disgustoso, arrogante, prepotente
yo, solo yo,
io, soltanto io,
donde sea yo
ovunque io
La palabra yo, este dulce monosílabo inocente
La parola io questo dolce monosillabo innocente
es fatal que se convierta en desbordante
è fatale che diventi dilagante
en la lógica del mundo occidental
nella logica del mondo occidentale,
quizás sea el último pecado original,
forse sia l'ultimo peccato originale.
Yo.Io.
***************************
Comentario del blog:
Es muy enriquecedora la posibilidad de utilizar los textos de canciones, de poemas, de relatos, noticias, opiniones y conversaciones como alimento de la conciencia, de los sentimientos en el ir y venir de las ideas y la mente, entre la cocina y el comedor del alma, que es la despensa energética del espíritu. El hogar infinito de la humanidad.
Podemos utilizar el contenido testimonial de esta canción para degustar el menú y experimentar la receta, cocinando intuiciones, experiencias, dudas y certezas.
Puede que la causa de tanto problema social, personal, profesional, político, religioso, familiar, económico, laboral, psíquico y mental...esté basada en el uso equivocado del "Yo", del ego, como los griegos y los latinos comenzaron a llamarlo. Su esencia no es ni mala ni buena, simplemente representa la condición más elemental y primitiva del Ser. Su animalidad primaria, instintiva, superviviente y elemental a base de fuerza por encima de entendimiento, "poder", presión, cantidad en vez de calidad, deseo obsesivo en lugar de equilibrio... El problema no es el ego en sí, sino el darse cuenta o no de lo que significa esa realidad y cómo la podremos encajar en nuestras vidas sin destrozarnos personalmente y un@s a otr@s, al considerarla lo único utilizable que tenemos para vivir, movernos, nutrirnos, manejar lo que nos rodea y existir, sin contar para nada con el Ser. Un concepto más que una experiencia.
El ego nos impulsa sólo a vivir materialmente, tantas veces convertidos en "cosas", en objetos semovientes, pero desconoce cuando llega a este mundo, -porque aún no ha desarrollado el Ser y sus ondas creadoras-, que la materia sin energía evolutiva y sutil, no es vida completa, sino sólo una forma de vegetar en la materia y de que nuestro Ser se quede atascado en el nivel más básico, animal, de una mera supervivencia corporal e instintiva, o mental en plan I.A. Nada más.
Nuestra humanidad trae consigo una caja de sorpresas energéticas, posibilidades y caminos sorprendentes que las demás especies no han alcanzado aún en la evolución. No podemos saber por adelantado si esa evolución es la misma para todas las especies o si cada especie evoluciona de manera diversa. No es lo mismo ser minerales, que animales, vegetales, acuáticos, terráqueos, metálicos, pétreos o ígneos, materiales o energéticos, planetarios o sencillamente flotantes y viajeros en el cosmos. Es evidente que autoencadenados en la materia, sólo el ego nos acompaña. Y es evidente que ya no da más de sí. ¿La prueba evidente?: todo lo que pilla lo agota, lo contamina, lo destroza. ¿Qué le sucede al yo, qué le falta o qué le sobra?
Al ego/yo le falta desarrollar la capacidad evolutiva para convertirse en el Nosotr@s integrando el yo, no destrozándolo ni exterminándolo, como sería cruelmente inútil destrozar el cuerpo para ser sólo espíritu, o la materia para ser sólo energía, que seguramente sin materia no podría comenzar a Ser. Debemos superar las leyendas de que Adán y Eva son el modelo humano que acabó reventando el Paraíso Terrenal, cuando está claro que es el ego de ambos el que se empeñó y sigue empeñado en dividir para restar, en vez de sumar para multiplicar y repartir generosamente el Sí Mism@s de una creación inagotable y regeneradora.
Sólo el Nosotros auténtico y pleno es el verdadero Ser. No es mangonear, ni manipular, ni pensar sin ayudar a que todos y todas piensen en vez de berrear, cabrearse y para someter todo acabar matándose y destrozando planetas, espacios, universos y lo que les echen. No hay peor demonio ni más infierno que las especies vivas y con posibilidades creativas, que no distinguen entre vida y destrucción, haciendo del ego que deberían descubrir, educar y emplear para crecer y evolucionar adecuadamente entre Tod@s, y no usar ese yo como la única herramienta vital sin razón ni corazón, siempre disponible mecánicamente, en las antípodas del Nosotros, o sea, un estado fatalmente entendido que para el ego simplemente se trata de manifestarse como un rebaño obediente y mecanizado para lo peor, como destructivo y rabioso para lo mejor...Un "nosotros" imposible. Y convencidos mayoritariamente, por los héroes y los "genios", de que deben dirigir el mundo los egos más potentes, duros, crueles y destructivos, confundiendo la inteligencia con el cambalache, el acierto con la manipulación, la dignidad con el orgullo, el amor con el deseo y el instinto, la verdad con la mentira, el triunfo con la vanidad y la soberbia, y también, -ya en el colmo de los colmos-, el aprendizaje inteligente, humilde, paciente, dialogante, responsable y autosanador, con el fracaso.
En el fondo de todo ese panorama está el culto cerril al ego entendido hasta como un derecho "humano", y/o hasta una "virtud" (¿?). Es decir, el laberinto del yo Minotauro, el antídoto del Ser, del Nosotr@s, de la vida y de las bienaventuranzas felices, por supuesto.
No es el yo el culpable ni el causante de semejante estropicio, sino lo que cada ser humano inconsciente y/o dormido voluntariamente for ever, en pleno proceso evolutivo, hace con la energía de su Yo. La solución de todo y de tod@s no depende de "lo que nos pasa", sino de cómo gestionamos y asumimos lo que nos pasa, y desde qué zona de nuestro equipaje vital sacamos y empleamos la energía, el conocimiento y la experiencia. Si lo hacemos sólo y siempre desde el yo/ego, sin escalar y ascender al Nosotr@s de la mano del respeto, de la empatía y del cariño que comprende y perdona para ser perdonados y colaborar en vez de destruir para imponer lo que nos mola, no esperemos que el mundo cambie y mejore, si sólo sabemos destruir la vida en vez de amar construyéndola en común, para poder disfrutarla también en lo individual. Pero si sólo es lo 'personal' lo que se valora y quiere imponer cada un@, sólo haremos de la vida humana(¿?) un teatro agotador que nunca puede cambiar la esencia de sí mismo porque la desconoce. Recordemos que "persona" en su origen etimológico del griego antiguo, significa "personaje" teatral. Ficticio. Nunca real. Ese concepto aplicado al yo, no dejará títere con cabeza en sus egogestor@s ni en cualquier planeta o galaxia que se habite.
Vivir en el ego, en el yo, es también el tema que empleó Calderón de la Barca como argumento básico en su obra teatral "La vida es sueño". Normalmente, "los sueños" se consideran deseos positivos, aspiraciones agradables y felices que se quieren realizar, pero muy difíciles de conseguir. ¿Acaso se puede soñar estando despiert@s? Jamás. Para poder soñar, lo primero es dormir. Salir de la realidad y perderse en la ilusión soporífera e ilusoria entre la neuronas y el inconsciente, tanto personal como colectivo, si, para colmo, aún no existe el Nosotr@s en lo personal, en lo colectivo y lo social. Quienes duermen no pueden hacer nada si primero no despiertan. Durmiendo el alma se desprende del cuerpo y la conciencia se excluye per se , no tiene espacio ni sentido en el plano onírico. Por esa razón género humano debería dejar de llamar "ilusión" y "sueños" a los proyectos que desea realizar y aplicarles la energía consciente y generativa para que puedan hacerse realidad auténtica, y no se siga repitiendo el mantra calderoniano del fracaso: "Que todo en la vida es sueño y los sueños sueños son". Lo sueños son estados ilusorios, que proyectan la película de quiméricas realidades desde nuestro inconsciente. Por esa razón nunca deben ser los cimientos de la casa individual ni de la colectiva, porque esas bases ilusorias no existen. Es nuestra conciencia personal y colectiva la única arquitecta verdadera de esa construcción, que sin más materiales que "los sueños" nunca será posible y mucho menos, acertada, sana, limpia, compartida, inteligente, ética, alegre y feliz.
No hay ni puede haber política, economía ni religión que salve este mundo si sus habitantes "normalmente" están colgados y drogados por su propio yo disfrazado de sí mismo y en la parra total, llevando la batuta del desconcierto constante, disfrazados de Polichinela, Florindo, Pantaleone, Arlequín, Colombina ed Io, Io, Io, e ancora Io... En la commedia del des-arte. Como nos canta Gaber...
Para ver lo que hay, sólo es necesario abrir la ruinosa puerta del ego y entrar en el fondo del Nosotr@s para descubrir donde están las llaves de la Casa Común. De la plenitud y de la felicidad que, una vez descubierta la Realidad Auténtica, nadie puede ni podrá arrebatarnos pase lo que pase. En las antípodas del miedo, del odio, de la rabia, de la envidia, de las depresiones, de las absurdas venganzas, de los negocios sin alma y sin corazón.
Sólo en el humilde, despierto, pleno y Divino Nosotr@s somos y seremos plena y verdaderamente human@s.
Escuchando esta canción de Giorgio Gaber se entiende todo mucho mejor, ¿a que sí, coleguis?
No hay comentarios:
Publicar un comentario