lunes, 17 de abril de 2023

Magnífico y clarísimo análisis del profesor Pérez Royo.¡Gracias, a él y a eldiario.es! Como dice Orwell en la misma frase con que se abre este "Cesto de las chufas": "en tiempos de engaño universal decir la verdad se convierte en un acto revolucionario". Por eso la verdad es lo que más se agradece y la mentira disfrazada de 'verdades' vicarias lo que más destruye y corrompe.

 

Poder sin responsabilidad

Pablo Iglesias, cuando era vicepresidente del Gobierno, con Yolanda Díaz e Ione Belarra.

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El 20 de marzo Pablo Iglesias publicó en Ctxt un artículo con el título “Caminar juntos: ocho tesis sobre la unidad y el frente amplio”, escrito, como él dice expresamente, “desde la libertad de no tener ninguna responsabilidad orgánica”.

Al lector de elDiario.es no hay que hacerle ningún tipo de comentario sobre el contenido del artículo, porque sabe leer e interpretar perfectamente este tipo de textos. Y enmarcarlos en el momento en que se publican, unos días antes del 2 de abril en que estaba anunciado el acto constituyente de Sumar.

El artículo expresa perfectamente la posición en que se ha situado o, mejor dicho, en que pretende situarse Pablo Iglesias en el tablero político desde que decidió anunciar primero que no sería candidato a la presidencia del Gobierno en las próximas elecciones generales, abandonó después la vicepresidencia del Gobierno para concurrir a las elecciones parlamentarias de la Comunidad de Madrid y renunció por fin al escaño en la Asamblea, dejando de tener responsabilidad institucional de tipo alguno: ni gubernamental, ni parlamentaria, ni de partido.

Esa posición la defino con el título del artículo: poder sin responsabilidad. El abandono de todos los puestos orgánicos no ha supuesto para Pablo Iglesias abandonar el poder, sino abandonar exclusivamente la responsabilidad que se deriva de la ocupación de los mismos. El poder se mantiene o se pretende mantener, incluso aumentado, dada “la libertad” que dicho abandono le proporciona.

El problema de esa pretensión es que el correlato del poder sin responsabilidad es la responsabilidad sin poder. Para que alguien tenga poder sin responsabilidad tiene que haber otro alguien que asuma la responsabilidad de dicho ejercicio del poder. De esa circunstancia nació el instituto del refrendo en los orígenes del Estado Constitucional monárquico. En el sistema político del Estado Constitucional no puede haber poder sin responsabilidad. Eso vale para todas las manifestaciones de poder de relevancia constitucional, también las de los partidos políticos que son instituciones de especial relevancia constitucional, de acuerdo con el artículo 6 de la Constitución. Del poder sin responsabilidad de Pablo Iglesias deriva la responsabilidad sin poder de Ione Belarra e Irene Montero.

Independientemente de que Pablo Iglesias ocupe o no lugar alguno en la estructura formal de poder de Podemos, para la sociedad española no cabe la menor duda de que no son Ione Belarra e Irene Montero quienes tienen el poder en el partido. Pablo Iglesias sigue siendo la referencia de Podemos para la sociedad española. No creo que sea necesario hacer ninguna encuesta para comprobarlo. Es algo que salta a la vista. El poder de Ione Belarra y de Irene Montero es un poder vicario.

A tener un poder vicario es a lo que se ha negado rotundamente Yolanda Díaz. Lo ha dicho repetidamente con la palabra y con su conducta. Ha entendido, con buen criterio en mi opinión, que esa es la condición sine qua non para ser, de verdad, candidata a la presidencia del Gobierno. Algo que ya no podrán ser de cara a las próximas elecciones ni Belarra ni Montero. Podrán serlo formalmente, si, llegado el caso, Podemos tuviera que concurrir solo a las elecciones y tuviera que designar un candidato o candidata a la presidencia del Gobierno. Pero no materialmente. Para ello es necesario que la sociedad te reconozca como portadora de un proyecto propio, no subordinado a una instancia ajena. No se puede pretender ser número uno en el Estado, siendo número dos en tu partido.

Esto último es lo que está intentando conseguir Yolanda Díaz. Es una aspiración irrenunciable. Puede que no lo consiga o puede que sí. Como no lo conseguiría de ninguna de las maneras es aceptando subordinación a exigencias ajenas. Si la sociedad española detectara la más mínima subordinación en su proyecto, su candidatura a la presidencia del Gobierno habría nacido muerta. 

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Comentario del blogg 

 

Me parece necesario, útil y decente añadir algunas circunstancias al respecto, que tuvieron lugar ayer noche en "Lo de Évole ", el programa de  La Sexta en el que el autor del invento entrevistó a Yolanda Díaz. Más que una entrevista resultó una emboscada de lo más mediocre y humillante para el propio periodismo, una profesión que no se merece un maltrato semejante. La actitud del entrevistador fue vergonzosa, sencillamente, y mucho más digna de un circo que de una emisora inteligente, objetiva y respetuosa con la víctima entrevistada como con la audiencia espectadora. Ni Yolanda ni la ciudadanía merecemos algo así. 

El primer golpe fue ya la cutrez de la presentación. Un supuesto restaurante chino en el que los consumidores del menú, sentados en la misma mesa provocan entre sí una pelea en la que la comida salta por los aires y acaba por los suelos. De golpe, creí que era un anuncio y hasta cambié de canal por un instante, ya que la tele como negocio y ppastón mete la publicidad por todas partes, hasta en la sopa, pero cuando retomé el zapping, por intuición instantánea, resultó que era una ocurrencia evoliana. De ahí se pasó a la entrevista, que por cierto, tenía lugar en el mismo restaurante chino donde estaban sentados a la mesa el periodista y su víctima esperando ser entrevistada. Un camarero sin rostro les sirvió el menú, mientras la invitada advertía que ella no come carne, o sea que es vegetariana, un detalle que el entrevistador enseguida conectó con el Ministro de Consumo, Garzón del mismo corte político que Yolanda Díaz, IU. 

A partir de ese arranque la entrevista derivó en ataque sin pausas y con prisas, muchas prisas por cortar las frases y las respuestas coherentes a las preguntas más frívolas y fuera de lugar que ya parecían ser respuestas en sí mismas. Évole cortaba constantemente las reflexiones de Yolanda a grito pelado, las sacaba de contexto, no la dejaba responder y mientras su víctima trataba de retomar el sentido de las explicaciones, Évole salía por los Cerros de Úbeda una vez y otra sin nada que ver, por ejemplo con una imagen de Maruja Torres, ya muy anciana y titubeante, acusando a Yolanda de sonreir demasiado, tomayá! Imposible valorar la sonrisa como signo de bienestar interno y acogida sorofraterna. Mejor el cabreo sordo del machismo y del feminismo vicario, como constantemente el entrevistador gritaba cada vez más alto, repitiendo los mismos mantras con la misma monserga y sin hacer alusión alguna a los problemas concretos de la ciudadanía que la iniciativa Sumar tiene como objetivos clarísimos y fundamentales. Por ejemplo, preguntar cómo Yolanda y Sumar llevan a cabo la escucha, cuáles consideran las más urgentes medidas a establecer, cómo se vive la proximidad y la atención al prójimo, cómo se gestionan en común los problemas de la sociedad más vulnerable y qué cambios propone la nueva iniciativa, estoy segura de que esa entrevista la hubiese bordado Sandra Sabatés en El Intermedio. Pero no. Eso no existe para Évole, cuando lo más kuky y atractivo es la gresca no el bien común que para él es aburridísimo como noticia, a no ser que aparezca la sugerencia, por parte de Yolanda, de imaginar a Iñaki Gabilondo como presidente hipotético de la Tercera República Española. Un buen golpe de Yolanda para colocar el periodismo digno y decente en el primer puesto del Estado y dejar en sus alcantarillas los info-residuos más cutres de una España tan abusada como perdida en sus laberintos más demoledores, donde el machismo teledirige el cotarro con mando a distancia, estilo Pablo Iglesias, ¿qué mayor demostración de machismo total, que ser obedecido desde lejos hasta sin estar presente, como las ovejas en rebaño obedecen las órdenes del pastor a muchos metros de distancia, por el mismo impulso del mogollón, sin que las atienda una  por una ni las cuide personalmente, ni sepa nada concreto de ellas y ellos? Sólo basta la voz en la distancia: Chlic, chlic, aaaarre, venga, amospalante, corderitas, venga...borreguetes, por ahí no, por aquí...!! No os vayáis a confundir de amo y de corral...! ¿Qué el campo es de todos?Bueno, bueno, de eso nada, el campo es del que manda más y lo maneja mejor, a ver si lo entendemos y hegemonizamos como es debido, porfis...Tenemos que seguir transformando este establo, para que mande el más listo y no coaliciones de mucha lana y poco pelo, que no tienen idea de lo que es poder de verdad... 

Y Évole ha entendido muy bien el mensaje de la ganadería y su machiedumbre, vaya que sí. Por eso cuando acabó el programa la sensación de que no había nada de nada aprovechable en el contenido, nada más que un amasijo de palabras sin  orden ni concierto con subidas y bajadas de voz del presentador a grito pelado cortando sin pudor alguno las frases de su víctima y una paciencia de santa por parte de Yolanda, que pasó por el programa sin que el programa pasase por ella, algo que seguramente era la intención central del mismo emporio desinformativo del mismo imperio de la inolvidable Castor, la buscadora de combustibles en las Islas Columbretes y en el proceso forrístico, creadora sorprendente de terremotos en Tarragona y Castellón, que para colmo se forró indemnizada por el mismo Estado al que estafó; debería haber sido ella la que indemnizase a los damnificados, pero en el mundo macheras esas cosas son mariconadas, y no justicia responsable y compensatoria de barbaridades. Otra cosas hubiera sido si los afectados, en vez de insignificantes pueblerinos, hubiesen sido millonetis y socios capitalistas del invento. Ains!

¿Micromachismos? Venga ya! Macroburradas estúpidas, tan bárbaras como injustas y deficientes sociales, políticas, económicas, judiciales, periodísticas y macrovergonzates, eso sí, al por mayor.

Tod@s somos Yolanda y lo mejor y más despierto de Pablo Iglesias, por eso queremos Sumar y unir, no restar, ni dividir, ni romper, ni enfrentar y seguir ni corregir a nadie si no empezamos por corregirnos nosotr@, dejando de hacer el idiota por los siglos de los siglos... No queremos a la gente porque sea de Podemos o de IU o del Psoe, Compromís o Más País, de ERC o de Bildu o del pp y sus efluvios, la queremos y la aceptamos, por encima de todas las miserias, porque es nuestra familia humana y nos salvamos junt@s o nos vamos a la mierda por separado, con eso ya nos vale, si es que queremos seguir en pie como especie. 

Hay que estar en la inopia total para hacer un programa como el Évole de ayer, con el tesoro desperdiciado de una sana información secuestrada y deformada ad hoc, y para colmo, con la que está cayendo. Hay situaciones en las que es mucho peor ser tontos que ser "los malos". Y en esa especialidad mezcladora de ambas "cualidades", Évole bate el récord, no sabemos si por decisión meditada o por inercia habitual y maquineta, ajena a la reflexión, a la conciencia y a la ética. Que La Sexta lo emita como cosa normal no es nada extraño, sabiendo de donde le viene la casta al galgo. Y de qué polvos vienen esos lodos.  

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  ¡Gracias, Yolanda! Es un regalo que estéis ahí sumando por encima de todo.                                

Yolanda Díaz: “Si pides la unidad a torta limpia, deprimes a tu electorado”

Carlota E. Ramírez

eldiario.es 

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