domingo, 7 de noviembre de 2010

¡Vaya por Dios, Felipe!

"La corrupción fue para mí una gran decepción, una gran frustración y probablemente una de las razones por las que decidí no hacer más política institucional"
(Felipe González. Entrevistado por JJ.Millás. "El País" dominical)

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Debe ser muy triste nacer para filósofo y acabar siendo el promotor y bendecidor del terrorismo de estado. Menos mal , según afirma este prócer de morro inconmensurable y verborrea similitruqui, que se negó a dinamitar materialmente la cúpula de E.T.A. No tuvieron tanta suerte los torturados y asesinados Lasa y Zabala, ni el secuestrado y torturado por error, Segundo Marey. El agujero negro de la corrupción absoluta crea un aura de incredulidad tan espesa que no hay lavado de cara ni de memoria que lo pueda dar por pasado, por obviedad natural en el entramado político, y, por lo que se ve, amoral y deformador orwelliano de esa realidad que a González se le escapa en el torrente circulatorio de la especulación palabrera. Su tortura y su éxtasis.
Millás lo escanea a la perfección y refleja en trazos impolutos el sentimiento de incredulidad y agnosticismo felipista que la mayoría de víctimas de su nefasta política sufrimos en sus dos legislaturas y media, cuando el Estado se convirtió en el Patio de Monipodio, y Rinconete y Cortadillo en sus gestores más potentes y sobre todo prepotentes. En su circunloquio de Maese Pedro faltan alguna piezas claves en el retablo de maravillas. Nos ha faltado la mano en el fuego por la impecabilidad de Mariano Rubio. El brazo larguísimo de Aida Álvarez, la pinacoteca del BOE, el mercadillo de Juan Guerra en la sevillana Plaza de España, el búnker de la Moncloa rezumando cuñados a tresbolillo, el referendum de la OTAN, el caso Harry el "sucio" alias Amedo, el inenarrable Intxaurrondo con Galindo adosado, el delincuente ladrón y chantajista Roldán al mando de la Benemérita, las condenas juramentadas de Vera y Barrionuevo que salvaron de la quema al desgastado ex chaval de Buenavista en crisis, el desastre provocado en la PSV para hacer caer la decencia incontestable de Nicolás Redondo, que asqueado había abandonado el escaño parlamentario ya incompatible con cualquier asomo de coherencia decente, la Guerra del Golfo y la parte suculenta de pastel a la que según él España no podía renunciar ahora que ya estaba inscrita entre las potencias democráticas de la vergüenza filobelicista, el estado-cloaca, definido así con un cinismo impresionante en la SER una mañana cualquiera ante las preguntas y el asombro estupefacto de Gabilondo. Sí, aquel discurso que justificaba el terrorismo del Estado, como la cloaca necesaria para la limpieza de aguas residuales y hediondas de todo estado democrático que se precie. Inolvidable. Aunque se ve que él , Felipe el amnésico, lo ha olvidado. Dice en la entrevista que tiene muy mala memoria, como su madre. Vaya por Dios, González, qué mala suerte tienes. Pero no te preocuopes, la memoria de los conciudadanos tiene mejor genética. Y no olvida. No es que se te quiera pasar la factura de tus irresposabilidades gravísimas, es que nos conformaríamos solamente con que tuvieses la prudencia de callarte y el buen gusto de desaparecer de la climatología social y política. Ya que no posees la coherencia ética del arrepentimiento, ni la sabia virtud de la humildad , ni la capacidad para asumir los resultados de tus decisiones pésimas.

No sólo eres responsable de delitos reales como la vida misma, sino también de algo más y quizás de mucha más grave repercusión: Mataste y liquidaste en tu inutilidad hamletiana y dubitativo-pragmática, pseudofiolosófica, el potencial inocente de un pueblo entero. De un conjunto de autonomias que nacían unidas al proyecto práctico socialdemócrata, pero más allá de las ideologías. Era una España renovada y recién nacida a la esperanza la que se fió de tus palabras programáticas. Una España trabajadora y sacrificada, aplastada durante centurias por la dictadura del miedo, la chulería de la sinrazón, los chismes de sacristía y el porcojonismo. Un pueblo que sólo aspiraba a respirar libertad sin ira. Dispuesto a todo. Diez millones de votos os pusieron en las manos el futuro. Y vosotros, contigo a la cabeza, lo hicísteis picadillo.

Aún resuena tu voz infraética repitiendo un mantra importado de tu amigo chino el dictador Ling-Piao: "Gato blanco, gato negro, da igual. Lo importante es que cace ratones". Hay que ver lo peligroso que puede resultar un consejo en la ausencia de lucidez para aplicarlo. Se toma al pie de la letra. Literalmente. Y se sueltan a saco los gatos hambrientos de la ambición, de la avaricia, de la falta de verdaderos proyectos al servicio de los ciudadanos. La ausencia total de referencias morales que consideban a Tierno Galván una reliquia reducida al municipio y a J.Luis López Aranguren, un cura desfasado, de sermones obsoletos. ¿Qué sabrían ellos de cazar ratones, verdad? Fueron solamente unos infelices condenados por la dictadura, por pensar. Unos utópicos para colocar en el ojal de la chaqueta mutable, que venía bien tener en la trastienda de Ferraz para lavar las manos de Pilatos cuando hiciese falta. Pero mientras, había que ser muy prácticos. Y echarse al monte de la corrupción cuando conviniese a los planes personales y de partido. Porque la democracia cuesta mucho dinero. Como afirmó Carmen Romero, tu ex, en más de una ocasión,cuando se le preguntaba qué opinaba del despilfarro de nuevos ricos entre los supuestamente austeros socialistas...Ella se debatía entre su conciencia y la fidelidad a tu despropósito.Mientras creyó en ti, confirmaba tus tesis.

Gracias a ti, Felipe, los españoles hemos reedescubierto otros mantras, esta vez de origen hispánico: "en todas partes cuecen habas" o "en buenas tierras, también crecen malas hierbas". Y hay que aprender a distinguirlas de las buenas y comestibles.

Ahora, con la reflexión dubitativa y melancólica, te has vuelto ecologista indumentario , artesano del ocio pensionista y has cambiado la chupa de cuero de ayer, por la de dril azul proletario de hoy. Como la camisa de los falangistas que han arrinconado al juez Grazón. Será que la corrupción , como la virtud, no tiene fronteras y agrupa por colores pragmáticos y actitudes. No por ideales realizables.

Como ves, Felipe, la caza del ratón da mucho juego. Aún permaneces en el recuerdo como un sacamuelas de feria. Un charlatán difuso con magnetismo embaucador y sin sustancia, capaz de batir el patético record de hablar y hablar durante horas y horas sobre el estado de una nación harta de oirte, sin responder a una sola pregunta concreta. Algo así como Camps pero con mucho más glamour en la incontinencia verbal y menos remilgos meapilas. Perdido en un laberinto de pasadizos dialécticos en dispersión. Con latiguillos como éste al final de cada perorata inextricable e intrincada como un bosque de sombras indefinidas: "Señorah y señoreh diputaoh, teniendo en cuenta la coyuntura ehpesifica y lah sircunstansiah evidentemente indihcutibleh de una situasión eminenetemente compleha, creo que con ehte dihcurso queda absolutamente clara la posisión del gobienno".
Aún flota en el aire aquella incógnita que acabó por responderse sola con el tiempo "¿Cómo una mujer sindicalista, comprometida seriamente, discreta y responsable, y además,guapísima y elegante, como la Romero, puede estar casada con semejante indivíduo?" Carmen, serena y sonriente como siempre, lo aclaró el año pasado cuando nos enteramos por la prensa de vuestro divorcio oficial y de que ella llevaba tiempo con alguien más lúcido y seguramente menos plasta. "Hace más de veinte años que ya no estábamos juntos", dijo con expresión de felicidad. Buff, menos mal!, respiró el paisanaje empáticamente. Hacía ya 20 años, también, que todos los demócratas normalitos, menos el sector de la ONCE de izquierdas acomodaticias, malabaristas del enjuague, se habían divorciado de tus mundos de yuppy ex marxista, ex socialista, ex pabloiglesista, filibustero del poder y arrima ascuas a la sardina de una pragmática que sólo te ha favorecido a ti y a tus negocios privados. Porque lo que es tu pobre partido se quedó a tu paso, no sólo partido, sino destrozado, hecho migas, gracias a tus estrategias de vanguardia gatuna en blanco y negro, como cualquier película antigua de Buñuel. A ver, ¿como "El ángel exterminador","El perro andaluz" o los tambores de Calanda con Labordeta al mando de la conciencia social? Ya da lo mismo.

Sólo queremos pedirte un último favor, igual que a Aznar, ese alma gemela y complentaria, Piscis como tú, Felipe de nuestras pesadillas. Retiraos ambos a vuestras vida privadas y no nos aburrais más con lamentaciones a destiempo,con esos masters de ultramar sobre lo que no fuisteis capaces de hacer y con una cara tan dura como inmutable. Que con los años está adquiriendo dimensiones aberrantes y una amnesia imposible.

La gente como vosotros nunca llegará a responsabilidades que os vienen enormes, cuando los sueldos y beneficios de los diputados, senadores, alcaldes, presidentes y demás laureados adjuntos, se equiparen a los sueldos y recursos normales de la ciudadanía. Y den sólo para vivir honestamente. Justito y con un control constante de cuentas por parte de un comité responsable y competente. Cuando meterse en polìtica signifique perder ventajas económicas por vocación de servicio. Cuando se requiera un valor y un espíritu de sacrificio igual a la honestidad y un ego por lo menos en la fila veinte. Cuando se haya aprendido a conjugar en la práctica el verbo dimitir. Cuando la intriga sea una vergüenza y no un recurso. Cuando los políticos estén en la onda de Marcelino Camacho, de Redondo, de Anguita, de Gandhi, de Pablo Iglesias, de Adolfo Suarez o de Gutierrez Mellado. De Nelson Mandela. Y de Zapatero. Sí, también. Ya sabemos que sólo lo apoyas por pura disciplina de partido, pero que le consideras un utópico y un inexperto. Y que te encantaría asesorarle en el sex-appeal tu arte oratoria y lianta, pero no lo vas a conseguir. Ese chico, no necesita vender aquello en lo que cree, ni ponerle ornamentos verbales a quello en que no cree. Es transparente. Deja los discursos a la fideuá interdental de Rajoy y hace lo que puede en una Europa oscurecida que está así, podrida de intrigas neocon, precisamente porque los falsos socialdemócratas como tú le habeis arrancado los ideales más altos y la habeis dejado en cueros ante la barbarie del parné y de los talibanes del bienestar egoísta a costa de lo que sea.

Si no has pagado lo que debes a los españoles, por lo menos, cállate y desaparece en el anonimato. No te compares con Suarez, que te daba y te da aun cien vueltas en vergüenza ,dignidad, salud ética y sentido responsable del servicio al ciudadano, a pesar de su alzehimer . Y cuando vengan a pedirte tu experimentada opinión para recordar el acento de Suresnes, díles la verdad, como en aquella canción de Mustaky : "Il est tres trad". Je ne sais pas.

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