domingo, 7 de noviembre de 2010

España, masoquismo subvencionado

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Tras arremeter ayer contra el "laicismo" del Gobierno hoy critica las leyes españolas desde la ciudad de Barcelona que no ha salido masivamente a las calles como se aseguraba.


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¿Cómo conseguir ser completamente idiotas? Pagando una millonada por minuto de permanencia, a un señor vestido de largo y de blanco, que se pasea , con más miedo que otra cosa, en una especie de licuadora motorizada, jefe de estado de otro pais, para que venga a insultar a los ciudadanos que han votado mayoritariamente a un gobierno que legisla lo que esa mayoría ha pedido desde hace mucho tiempo: El respeto a lo diferente y la no condena a la libertad de elegir bajo lo que se decide en conciencia. No sabemos como se deciden las visitas de este insultador a domicilio. Si es una autoinvitación subvencionada por el gobierno con dinero de todos o si es una invitación inexplicable a todo trapo del gobierno de un país aconfesional que ya debería haber metido mano en ese concordato surrealista e incompatible con la constitución, que agravia comparativamente a los no católicos, que deben sostener con sus impuestos una religión que ni les va ni les viene. Los cristianos no católicoroamanos, estamos completamente en oposición evangélica a ese modo de gobernar y de actuar en materia religiosa. No creemos que alguien que ni siquiera conoce a aquellos a los que insulta y desprecia, tenga la menor autoridad para descalificar a nadie por opciones que sólo afectan a slaresponsabilidad personal, como el aborto o la homosexualidad. Creemos que además los católicos deberían pagar por su cuenta su religión. Organizarse económicamente al margen del Estado y de los impuestos normales. Que mantengan ellos el Vaticano y a sus sacerdotes. Y que éstos sólo cobren un sueldo cuando hagan un trabaj0 normal. Obreros, maestros, taxistas, médicos...y además, ministros de su iglesia.
Ese método dogmático que no es capaz de distinguir entre lo que a unos les parece sagrado y a otros no, no es válido para todos ni como religión ni como modo de convivencia.

¿Qué deberá hacer un homosexual del PP? ¿O los divorciados o alguien que aborta, que también las hay? Se trata sólo de que finjan. De que callen su condición y acepten las bendiciones aparentes del jerarca. Perfecto, si eso les ayuda a ser mejores, allá ellos, quizás sin eso serían aun peores. Pero, por favor, que se lo costeen de su bolsillo. Que lo festejen en sus locales. Que no invadan los espacios públicos que son de todos, con una procesión que paraliza los servicios, que rompe la marcha normal de los demás.
No se entiende como una igesia que traiciona gravemente el mensaje que supuestamente la inspira, se vea con fuerza moral para acusar a nadie de nada. Si ese representante de lo divino fuese un poco más humano y menos fanático,seguramente sería mucho más humilde y menos ostentoso. Viajaría como un peregrino,sin molestar, sin pedir dineros a cambio de su show mediático, como si fuese Madonna o un emperador de la dinastía Ming.
Dice la prensa que se le ha recibido con frialdad. Y es natural. A nadie le gusta pagar a alguien que vive de pasearse y dar consejos que su entorno no cumple. Que riñe a los de fuera por sucios mientras dentro de los armarios esconde la basura imunda de la pederastia más vergonzosa, nunca denunciada y siempre amenazante. Que tiene un derecho y unas leyes a su aire y que en nombre de eso, se permite saltarse las leyes humanas a la torera.
En nombre de Dios no se puede despreciar al hombre, por muy pecador que sea. Dios es Padre de todos, en cualquier estado que estén. Y justo los que tanto critica esa igesia serían los que más comprensión y escucha necesiten y menos juicio y dureza deberían sufrir. Parece mentira que no les avergüence que las sociedades laicas sean más compasivas y respetuosas, pacíficas y civilizadas que las más religiosas y cerradas en sí mismas.

El mundo ha cambiado y está cambiando cada vez más aprisa. Las religiones que perduran de verdad, no son los cancerberos de la moralidad, sino la guía del Espíritu. No se imponen jamás como condenas destructivas, sino que ayudan a construir la dignidad de todos. Los adeptos y los no adeptos. Nunca ven enemigos en los diferentes, sino caminos distintos hacia la misma realidad del absoluto. A ritmos distintos, por senderos diversos. Puede gustar más o menos cada forma de ver las cosas, se tiene que denuciar la injusticia, pero siempre desde la unidad, desde la bondad y la empatía. Nadie sobra en la mesa universal. Sólo faltarán los que no quieren sentarse para compartir el pan y la solidaridad.

Quien viene a rechazar a sus anfitriones y a criticar sin misericordia a los que no comprende ,no deberá extrañarse de que no se despierte ningún fervor en quienes no comparten los métodos impositivos de su poder temporal, que convierte a un servidor del Espíritu en esclavo de las componendas del mundo corrupto. Está terminando el tiempo masificado en que la conciencia del hombre confundía el ritual emotivo de la costumbre heredada que no cambia nada en la vida de nadie con sus rutinas calmantes de miedos y tensiones, que permiten despellajar al prójimo o pagar fatal a los asalariados o abusar de niños y comulgar o consagrar tan tranquilos, con el mensaje de espiritualidad real que cambia la vida. Y eso, parece que este devoto e ilustre convidado de piedra, no lo ha comprendido todavía.

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