El recluta que se negó a fusilar y lo pagó con su propia vida
Los vecinos de Ibias (Asturias) recuerdan lo que pasó aquel 4 de agosto de 1938
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Por mas que le pese a la catolicidad ultra, el mundo, gracias a Dios y por desgracia para la multitud afecta a la fanfarria canonizadora, esta lleno de santos anonimos. De desconocidos noviolentos, de heroes del silencio que componen sus baladas en la discrecion de la normalidad. Santos de andar por casa. Sin procesiones ni novenas. Sin incienso ni velas. De Maximilianos Kolbe que nunca se ordenaron sacerdotes de nada, porque quizas no lo necesitaban. O porque ni siquiera se lo plantearon. Ya ejercian de angeles directamente y sin saberlo. Modestos y silenciosos como las flores. Si saber ni tener noticia de su propio perfume, de su "olor a santidad". Un recluta. Un chaval cualquiera. Que pasaba por las calles del pueblo, quizas con su punyado de vacas o con la pala de minero al hombro. O que salia a pescar el pan de cada dia en la bravura del Cantabrico. Quien sabe a que' pudo dedicar su breve tiempo sobre la tierra aquel muchacho.
Solo cabe pensar en la belleza natural de una vida que termina a manos del vergugo por negarse a matar a un semejante.
Para cuando una memoria historica de la bondad? De la simplicidad del bien a secas. De la belleza suprema. De la elegancia etica y honesta del verdadero heroe.
Se conmueve el ser. Eso que algunos llaman alma y otros, sensibilidad. Pero sobre todo se conmueve el corazon. Esas entranyas de madre que toda criatura, medianamente sana, lleva dentro. Y ese homo spiritualis del futuro que esta en germen dentro de cada uno, mas alla del culto y de los dogmas, se reconoce como padre, madre, como hermano y hermana, del recluta asesinado por el lado "piadoso" de la contienda fratricida. Menos mal, que eran los del lado "bueno", no? Aquellos que despues de los fusilamientos entonaban el Te Deum en cualquier catedral de provincias con la bendicion de los obispos, cardenales y demas especimenes. Aquellos que presidian los defiles y las procesiones con bandas militares junto al Cristo yacente y la Virgen Dolorosa, atravesando calles de madrugada, mientras una saeta enronquecida por la emocion visceral y compasiva, acompanyaba el "paso". Que facil era compadecer a las estatuas y llorar su dolor biblico en pasado remoto y fusilar a los inocentes cara acara en presente de indicativo, al Cristo verdadero y encarnado en cada uno, pero aun mas visible en la bondad y en la inocencia de un"cobarde mariquita" que no tiene valor para echarse el mosqueton al hombro y vaciar el cargador en el cuerpo de un hermano.
En tiempos de descubrimentos catolico-pederasticos, de silencios historicos y mordazas al portador, de memorias de antanyo sin revisar y jueces justos en libertad secuestrada, de corrupcion beata y recurrente, meapilas y de mil caras, este recluta que viene del pasado a darnos una clase magistral de elegancia angelica y humana en una pieza, es un regalo de la historia. Y la confirmacion de como los renglones de Dios acaban por explicar hasta lo mas oculto entre lineas y dejar muy clarito el mensaje liberador. No todo termino en el Golgota ni en el seplucro. No todo se reduce a un torneo entre "malos" y "buenos". Hay un milagro escondido en la conciencia limpia y despierta de los que un dia como todos, se levantan del polvo y ante la barbarie, simplemente se niegan a coger un fusil para matar. Aunque luego les cueste su propia vida. Hay gente que lo hace. Vale la pena pertencer aun a esa especie que a veces dudamos de calificar de "humana".
La calavera inerte esta vez no entristece. Nos viene a recordar el poder que en silencio mueve el mundo y la vida, mas alla de esa comedia entrecortada por la temida muerte.Que despues de todo es mas acogedora y piadosa que esta protohistoria sin stop que nos lleva arrastras por el calvario egocentrico, espantado y muerto en vida de la no-conciencia.
San Recluta Desconocido, ora pronobis!
Solo cabe pensar en la belleza natural de una vida que termina a manos del vergugo por negarse a matar a un semejante.
Para cuando una memoria historica de la bondad? De la simplicidad del bien a secas. De la belleza suprema. De la elegancia etica y honesta del verdadero heroe.
Se conmueve el ser. Eso que algunos llaman alma y otros, sensibilidad. Pero sobre todo se conmueve el corazon. Esas entranyas de madre que toda criatura, medianamente sana, lleva dentro. Y ese homo spiritualis del futuro que esta en germen dentro de cada uno, mas alla del culto y de los dogmas, se reconoce como padre, madre, como hermano y hermana, del recluta asesinado por el lado "piadoso" de la contienda fratricida. Menos mal, que eran los del lado "bueno", no? Aquellos que despues de los fusilamientos entonaban el Te Deum en cualquier catedral de provincias con la bendicion de los obispos, cardenales y demas especimenes. Aquellos que presidian los defiles y las procesiones con bandas militares junto al Cristo yacente y la Virgen Dolorosa, atravesando calles de madrugada, mientras una saeta enronquecida por la emocion visceral y compasiva, acompanyaba el "paso". Que facil era compadecer a las estatuas y llorar su dolor biblico en pasado remoto y fusilar a los inocentes cara acara en presente de indicativo, al Cristo verdadero y encarnado en cada uno, pero aun mas visible en la bondad y en la inocencia de un"cobarde mariquita" que no tiene valor para echarse el mosqueton al hombro y vaciar el cargador en el cuerpo de un hermano.
En tiempos de descubrimentos catolico-pederasticos, de silencios historicos y mordazas al portador, de memorias de antanyo sin revisar y jueces justos en libertad secuestrada, de corrupcion beata y recurrente, meapilas y de mil caras, este recluta que viene del pasado a darnos una clase magistral de elegancia angelica y humana en una pieza, es un regalo de la historia. Y la confirmacion de como los renglones de Dios acaban por explicar hasta lo mas oculto entre lineas y dejar muy clarito el mensaje liberador. No todo termino en el Golgota ni en el seplucro. No todo se reduce a un torneo entre "malos" y "buenos". Hay un milagro escondido en la conciencia limpia y despierta de los que un dia como todos, se levantan del polvo y ante la barbarie, simplemente se niegan a coger un fusil para matar. Aunque luego les cueste su propia vida. Hay gente que lo hace. Vale la pena pertencer aun a esa especie que a veces dudamos de calificar de "humana".
La calavera inerte esta vez no entristece. Nos viene a recordar el poder que en silencio mueve el mundo y la vida, mas alla de esa comedia entrecortada por la temida muerte.Que despues de todo es mas acogedora y piadosa que esta protohistoria sin stop que nos lleva arrastras por el calvario egocentrico, espantado y muerto en vida de la no-conciencia.
San Recluta Desconocido, ora pronobis!
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