jueves, 29 de febrero de 2024

 

Assange en el corredor de la muerte

JULIAN_ASSANGE
Julian Assange, en una imagen de archivo.

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Ayer tuve le fortuna de ver la película Tierra de Audaces de Henry King. Rodada en 1939, cuenta la historia tantas veces contada de los hermanos Jesse y Franz James, pero sobre todo, como pasaba con frecuencia con el cine norteamericano de aquellos años, denuncia la crueldad del capitalismo salvaje contra los ciudadanos indefensos que viven de su trabajo sin meterse con nadie: Una empresa de ferrocarriles privada pero apoyada y defendida por el Gobierno arrasa las tierras de los campesinos y mata a quienes se oponen a venderlas por un puñado de dólares. Ni el recurso a la justicia ni a las altas instancias gubernamentales sirve para detener a los forajidos capitalistas, sólo queda la acción directa, rebelarse contra la dictadura de una oligarquía que tiene a todo el país, incluidas sus instituciones, a su merced.

Traigo esto a colación porque en buena parte del cine yanki de aquellos años se respiraba un aire de libertad del que hoy carece. Los campesinos no querían vender sus tierras al ferrocarril, pero lo hubieran hecho si por ellas les hubiesen pagado un precio justo. La rebelión nace cuando se dan cuenta de que no pueden recurrir a ninguna instancia y que, por tanto, el sistema es su enemigo.

Julian Assange nació en Australia en una familia bien situada. Comenzó a estudiar Ciencias y Matemáticas, pero no concluyó ninguna de las dos carreras. Atraído por la programación informática, se introdujo en los archivos de una universidad australiana para demostrar los fallos de seguridad de sus sistemas. Fue encarcelado y multado siendo muy joven. Viajero, de culo inquieto, defensor del libre mercado y aficionado a la Filosofía, comenzó a interesarse por el funcionamiento de las redes de poder. Con tal finalidad y basándose en la experiencia de Wikipedia, en 2006 fundó Wikileaks, página dedicada a denunciar los abusos de poder y la falta de transparencia de las democracias occidentales, financiándose con donaciones particulares. Después de unos años en los que sus trabajos apenas fueron recogidos por los medios tradicionales, el 28 de noviembre de 2010 dio a conocer más de doscientos cincuenta mil documentos secretos del Departamento de Estado del Gobierno norteamericano en los que todo el que quiso pudo leer informes detallados de la actuación de Estados Unidos en todo el mundo, pero sobre todo las torturas y matanzas perpetradas por su ejército en Irak y Afganistán, dejando al descubierto el proceder incalificable de la primera potencial mundial fuera de sus fronteras.

No era la primera vez que se conocían las atrocidades perpetradas por Estados Unidos en sus intervenciones en el exterior, tampoco que se sabían las estratagemas ridículas inventadas por los estrategas del Pentágono y la CIA para justificar sus guerras, pero sí fue la primera vez en la historia en que se publicaron cables e informes internos de la Secretaría de Estado en los que se hablaba abiertamente de ellos. Ese día de noviembre de 2010 Julian Assange firmó su condena. En una democracia liberal de la que tanto hablan los líderes de la derecha española, la revelación de esos documentos debería haber supuesto la dimisión del gobierno norteamericano y el procesamiento de los responsables por crímenes contra la humanidad. No fue así, sino todo lo contrario, no hubo dimisiones, no hubo procesamientos, ni siquiera disculpas o lamentaciones por lo sucedido, la única consecuencia de aquella noticia fue que Assange perdió la libertad y entró en el corredor de la muerte, refugiándose primero en el sur de Inglaterra, después en la embajada de Ecuador en Londres y más tarde detenido y encarcelado en una prisión de máxima seguridad.

Además de la vida de Assange, lo que estos días se ventila en Londres es si la libertad de pensamiento y de expresión siguen siendo valores democráticos

Hace unos días supimos de la muerte del opositor ruso Alexei Navalny, quien hace años fue envenenado por agentes de ese país. No hay seguridad sobre ello, pero probablemente no habría muerto si no hubiese estado encarcelado en las cárceles de Putin. En este caso, la prensa mundial ha cubierto la noticia con todo tipo de informaciones, suposiciones y elucubraciones, como debía ser. Sin embargo, Assange lleva encarcelado, de un modo u otro, desde que hizo públicos los papeles del Departamento de Estado norteamericano, es decir casi catorce años. No ha sido juzgado ni hay delitos objetivos que haya cometido, pese a que durante años Suecia pidió su extradición a Londres por presunta violación, caso que se cerró en 2017. La única razón para explicar el calvario que está sufriendo Assange, con graves repercusiones en su salud física y mental, es que Estados Unidos está aplicando medidas ejemplarizantes para futuros navegantes. Tras los casos Ellsberg, Manning y Snowden, Estados Unidos decidió atajar drásticamente cualquier nueva fuga de información secreta que ponga en cuestión su estrategia de dominio mundial. Nada importa, ni la democracia, ni la libertad de expresión, ni los derechos humanos, ni la dignidad humana, como en la película de Henry King todo está permitido con tal de proteger la razón de estado, que en este caso no es otra que la de los intereses de las grandes corporaciones que dominan el mundo. Sólo existe una ley, que es la del más fuerte, y ante esa ley lo mejor es guardar silencio, cerrar los ojos y mantener los oídos conectados al auricular.

Assange, premiado por la Universidad de Sidney, Amnistía Internacional, Reporteros Sin Fronteras, The Economics, Le Monde o Times, ha sido víctima de un complot de la CIA para asesinarlo, su cabeza ha sido pedida por los políticos republicanos Sarah Palin y Donald Trump, por el periodista de la Fox Bill O'Reilly y por el político canadiense Tom Flanagan, sólo por el delito de poner en conocimiento de los ciudadanos de todo el mundo los secretos de la sanguinaria política exterior norteamericana. Estos días los magistrados británicos deciden sobre su extradición a ese país y si no la han concedido todavía, pese a las inmensas presiones recibidas, es por miedo a la reacción que tal decisión podría suscitar en todo el planeta y porque nadie está seguro de lo que las autoridades políticas y judiciales norteamericanas harían con un hombre inocente. Además de la vida de Assange, lo que estos días se ventila en Londres es si la libertad de pensamiento y de expresión siguen siendo valores democráticos o han pasado, y con ella la democracia misma, al desván de la historia. De momento, Estados Unidos parece haber decidido esto último; Europa, calla, como es costumbre.

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 Comentario del glogg

 

Una verdadera pesadilla para la Humanidad: su propia desaparición como tal especie HUMANA(¿!), en la que los viejos imperios están siendo sustituidos debacle a debacle, por el Imperio Global de la Locura, confundida con inteligencia. 

Una monstruosidad convertida en sistem in failure mecánico, donde alma y conciencia, en vez de ser materia prima de la vida y de la evolución, son un estorbo, "el enemigo" que es necesario eliminar, para que el finiquito total de la especie no se retrase tanto en dimes y diretes morales, que no les sirven como negocio. 

En  latín, moral mos- moris, siginifica "costumbre, hábito", igual que en griego, significa èthós ,'ética')- Lo aclaro, porque generalmente al hablar o escribir much@s, creen que ambos conceptos son diversos, incluso a la moral se la incluye en la religión y la ética se les endosa a los filósofos. Y no es así, sino que son dos vocablos distintos en dos idiomas distintos, aplicados a un mismo contenido semántico: la costumbre humana, no la esencia ontológica de la conducta. Cuando dices ética, estás diciendo, moral. Y viceversa.

Las costumbres y hábitos son las formas materializadas del comportamiento humano, originariamente sin ningún referente cualitativo, hasta que Aristóteles, hace unos 24 siglos, les aplicó un nuevo sentido: un nivel de conocimiento interno, de maduración mental y emocional, que implica, por ello, una mirada nueva al colectivo humano desde la individualidad personal responsable, consciente de sus actos y de la influencia natural e inevitable en la vida y estados de nuestros herman@s de especie, un paso fundamental en la evolución que nos inter-relaciona y nos vincula desde unos valores mucho más humanos que los instintos animales. La Ética o Moral, es el gen educativo de nuestra evolución desde el basurero inconsciente del primitivismo como sistema hasta el taller del reciclaje de la conciencia.

La ética=la moral que se expresa en nuestras vidas, culturas y civilizaciones, mediante un nuevo contenido conductual más humano e inteligente, y por ello, verdaderamente justo y equilibrado, es la medida de nuestra evolución personal y colectiva. Si aún estamos abducid@s dependiendo de la violencia, del engaño, de la manipulación, del conflicto/rabieta constante, alimentad@s con la ambición destructiva de la violencia, del castigo y el premio, y de considerar "poder" a la capacidad para matar y destruir más cómodamente lo que molesta, aunque sean seres humanos, hasta usando leyes y todo,como  Estados y formas de gobierno que  ven la crueldad retorcida como algo natural y hasta "justo", es que sólo estamos involucionando, antropológicamente marcha atrás y nuestra especie es una aberración, pues de humana tiene poquísimo, es mucho más una animalidad sólo cuantitativa y mecánica, que sólo finge ser aparentemente cualitativa para lavar la cara a los mismos habitantes de las mismas cavernas, retorcidamente salvajes. 

Curiosamente la ética se ha convertido hasta en una especialidad docente de la Filosofía, pero no se enseña, ni se aprende y ni se practica como un conocimiento práctico fundamental, desde que llegamos a este mundo. Es sólo como un calendario caducado en la pared de una cultura de usar y tirar. 

La Ética es la humanización de nuestra naturaleza primaria, significa descubrir a cada un@,  a l@s Otr@s, en el Nosotr@s de nuestra individualidad. Significa que el Nosotr@s sea reconocido como la materia prima y la emanación constante del espíritu regenerador que nos mantiene viv@s en  el presente constante de la vida. No es una teoría, es una práctica consciente y compartida del aquí y del ahora, que también nos relaja y nos descansa, mientras nos alimenta desde esa luz infinita e inagotable que nos hace posibles, llenando de sentido y sanas actitudes todo lo que hacemos, y cuando eso no resulta fácil, el fondo humano de los mejores sentimientos, nos ayuda a tirar del equipaje. 

Todo ese proceso hay que compartirlo y enseñarlo en casa, en la guardería, en el parvulario, en el cole, en institutos, universidad o escuelas profesionales, y practicarlo en el curro, en la calle, en el metro, en el autobús, en el ascensor...¿Qué cómo se hace? Viviendo el amor sorofraterno con toda normalidad, sin miedo ni pensamientos de baja estofa que interfieran el proceso.

Sólo en un mundo semejante serían imposibles casos como el de Assange o el de Navalny, o como el exilio forzoso de Edward Snowden...De poco vale que los USA y la UE quieran combatir a los Putines y Netanyahus, si en esos USA y esa UE, vive encadenado y siempre amenazado un Julian Assange, a la espera de liquidarlo. 

¿Toleraría y aceptaría como normal, algo así, una humanidad verdaderamente HUMANA? ¿Generaría y votaría  políticas como esas, una verdadera Humanidad? 

No esperemos que cambie lo que no sabe por donde va, ni cómo cambiar la muerte por la vida, las negruras del exterminio por el camino de la claridad y la rutina de la costumbre mecánica por el nuevo equipaje de ética/moral con luces. Cambiemos nosotr@s y no votemos nunca más los 'trumpantojos' ni aspiremos a ser des-gobernad@s por los orcos de Mordor, que sin saberlo ni caer en la cuenta del desastre, son también creación nuestra...en la versión más chunga y torpona de la especie. Nunca desees ni pienses ni le hagas a otr@s, lo que nunca querrías que te hiciesen a ti. De lo contrario, cualquier día, el mismo búmeran en cuya construcción y  lanzamiento  has cooperado te devolverá la visita, por pura inercia física, dinámica y amoral.

¿Estaría ahora gobernando Argentina ese Miley, si nadie le hubiese votado o acaso podrá gobernar Trump, si en noviembre nadie le vota...? Por esa razón la trituradora humana de la Bestia odia la democracia de los pueblos y se la quiere cargar, comprándola con la mentira y el negocio "para todos", que sólo es para ella, en realidad.

Pensa, pensa, Salvatore...Ainsss  


                 Alarm Clocks Ringing

 

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