Una maravilla. Il cammino dell 'anima. Basado en la obra y en la experiencia de Hildegard von Bingen. Es decir en la experiencia de cualquier ser humano que se decida a dar el salto definitivo superando el miedo, las inseguridades, los autoenegaños, ofertas opacas con ilusorios futuros sin salida, trampas y tópicos de todo tipo, algo que se puede descubrir y evitar sin ponerse laureles ni pretendiendo ser santos ni "talentos especiales"(claras trampas del ego, que no sabe cómo enredar y atar almas, cuerpos, mentes, deseos imperiosos de glamour y fantasmadas por el estilo)
El maestro Branduardi ha hecho el milagro transtemporal de presentar en YouTube este trabajo lleno de energía, precisamente en una época de lo más heavy, donde la confusión, la oscuridad y la debacle vienen disfrazadas de tecnología, falsas facilidades e invitaciones al finiquito camuflado de triunfos y ganancias, 'éxitos' de quita y pon, exhibiciones, seducciones y promesas que nunca serán lo que prometen, sino trampas y ratoneras para que nada cambie ni las conciencias despierten. Eso es el panorama de la superficie de los egos desnortados. En la profundidad la cosa es distinta. Las voces del ego no se escuchan. Sólo está la terapéutica sinfonía de la luz que no deslumbra ni aturde, que cura, acoge y acompaña sin poner condiciones ni cobrar entradas ni matrículas. Como una madre, nos acoge, nos abraza y como un padre, nos espera en la puerta de casa para que no nos extraviemos, para darnos la bienvenida a nuestro origen: a la Casa de Tod@s.
Solo encuentra quien busca. Solo recibe quien da sin cobrar nada. Solo cabe por la puerta del infinito quien no lleva equipaje que se atasque en la entrada. Como en los aviones, el exceso de peso y volumen no es posible, por eso el equipaje siempre tiene un límite. Los apegos amontonados, manipuladores y pegajosos no permiten el despegue de nuestro vuelo. Il cammino dell'anima, lo borda. En este crepúsculo invernal de un febrero pandémico, esta música y esas palabras, pueden ayudar a que la vía se despeje. ¡Hale, a disfrutar, herman@s y compañer@s de camino, que vale la alegría!
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