miércoles, 22 de septiembre de 2021

El regreso de la Inquisición, sin más; ya que la Justicia está maniatada, ese "santo" tribunal hace encaje de bolillos para echar una mano ( y si se puede, una soga) al cuello de las herejas y herejes parlamentari@s. Tenemos un país digno del Wonderland de Lewis Carroll. O del manicomio de Ciempozuelos o el de Bétera. Ainss! Pero no nos pasemos de rosca. Ni las brujas ni los brujos son un ideal ni un modelo para seguir adelante como sociedad sana y ética. Son un doloroso brote de la peor historia macabra, una penosa consecuencia de la frustración social y de la carga histórica de un sufrimiento feroz y demoledor, o sea, el efecto de las peores causas, como la injusticia, la crueldad, el odio, el resentimiento y la venganza. España tiene el terrible defecto de sublimar todo aquello que signifique rebeldía contra las barbaridades que por otro lado ella misma acepta y bendice sottovoce. O proclama y venera. Las pobres brujas no eran rebeldes, ni luchadoras políticas, eran comadres, más listas que la mayoría pero sin escolarizar ni educar, aprendiendo de lo más primario e instintivo e invasivo que tenían más a mano: la miseria , el miedo y la superstición. Trataban de sobrevivir e iban por libre, dentro de lo que había, haciendo ungüentos, pócimas, a veces para curar y otras para lo contrario, o trapicheos entre la clientela del pueblo, tipo La Celestina. Eran mujeres capaces de mantenerse de lo que aconsejaban y recetaban a sus clientes y clientas. No eran luchadoras ni rebeldes, eran sencillamente supervivientes maltratadas e ignoradas por los poderes de alto copete, -y encima, mujeres- que se encomendaban a los infiernos en vez de a los cielos, algo normal y muy lógico, si ya los cielos estaban ocupados por los ricos, la nobleza y los poderes de los señores sobre siervos y siervas. Hay que compadecerlas y entenderlas por lo que sufrieron en todos los sentidos, pero no divinizarlas ni considerarlas modélicas Hipatias de Alejandría, Rosas Parks, Maries Curie, ni Hildegards Von Bingen ni Rosalías de Castro ni Concepciones Arenal ni Marías Zambrano, Rosas Luxemburgo, Teresas de Ávila, Ritas Levi Montalcini o Hannahs Arendt...He conocido a algunas personas en la misma onda, con complejo de chamanas y chamanes pero sin el agravante social de entonces, y puedo asegurar que de admirable y ejemplar no tienen nada. Están a la misma altura moral y psicoemocional de sus detractores machovoxceros. Son dignas más de compasión que de castigo, porque siempre acaban sufriendo los efectos de sus propios búmerangs. Creo que es muy poco lúcido endiosar todo aquello que da la razón a lo que nos mola y se la quita insultando y agrediendo lo que nos fastidia, solo por la leyenda que cuentan relatos interesados en destacar determinados comportamientos como ejemplares, cuando tampoco lo son ni lo fueron, lo mismo que ocurre con los represores capaces de lo peor, para colmo , en nombre de la ley e incluso de Dios. No se deben establecer modas en el terreno de los valores esenciales, como son la verdad, la honestidad, el equilibrio, la mesura, la ética y la compasión. Por supuesto que toturar, asesinar y quemar en la hoguera a cualquier persona, a cualquier ser vivo, por muy horrible que sea o haya sido su conducta, es más horrible y demente todavía, teniendo en cuenta que los pirómanos asesinos acusadores son "los buenos" que se valen de manipular leyes y tribunales para ser lo peor de lo peor con toda la justificación del mundo. Pero procuremos, también, no perder el Norte y que un disparate no nos lleve a otro, y en ciertos casos, al destarifo irracional como ideal social recomendable, porfa! La brujería, en cualquier época de la historia, es hermana gemela del trastorno psicoemocional que utiliza la manipulación y la corrupción para engañar y sacar beneficios y negocio de sus apaños esotéricos ocultistas, más allá de que ese juego esté o no justificado por la Historia y sus errores, no deja de ser lo que es . Vamos, como la política del pp o de vox, y el catolicismo ateo práctico sin ir más lejos. Con el agravante de que también adoran al mismísmo demonio creyendo que es Dios. Como l@s antigu@s bruj@s ¡Menudo cacao! Esas crónicas tenebrosas deben quedarse en el territorio de los viejos cuentos, solo para que leyéndolas aprendamos que el mundo no necesita repetir curso en plan máquina si queremos que evolucione y progrese adecuadamente en la escuela de la evolución y de la transcición ecológica en todos los sentidos, también en la emocionalidad y la evaluación de unos referentes históricos ya superados, afortunadamente, en muchísimos aspectos

 

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