martes, 31 de agosto de 2010

La muerte, la gran maestra

Estos dias estamos rodeados por diversas noticias de desapariciones. Distintas formas de marcharse del planeta. Por un lado la tragedia "natural" en Pakistan. Consecuencia de la destruccion mediambiental de aquella zona asiatica. Alli, como en el norte de la India, se han esquilmado zonas inmensas de bosque para el negocio maderero y para convertir el terreno en zona de explotacion agraria. Eso ha provocado una desaparicion progresiva del humos sobre la litosfera, es decir, una vez desaparecida la vegatacion, desaparece el manto organico de tierra que fija la vida en el mineral rocoso. Las lluvias torrenciales ciclicas de los monzones han ido arrastrando las tierras sin raiz vegetal que les de consistencia y un desierto montanyoso va invadiendo lo que antes fue una frondosa zona de bosque selvatico. Y las consecuencias no hay mas que verlas en la actualidad. Doscientos anyos desde que los ingleses empezaron a construirse muebles chippendale con maderas "nobles" taladas en aquellas zonas y de ahi, hasta ahora, que ya no queda nada mas que inundacion, muerte y olvido hasta la proxima llamada urgente de la ONU. Miles de seres se van del planeta de golpe. La muerte en masa es como una burbuja de dolores anonimos que diluye la intensidad del dolor individual, las lagrimas contadas de los seres queridos, la opacidad del anonimato. Muertes de tercera. Que cansan el alma del mundo por la inercia inhumana de la catastrofe como espectaculo mediatico y ,por ello, apenas cuentan en la conciencia individual del consumista habituado a su rutina.

Muertes de segunda. El heroe anonimo y apatrida por decreto de la indiferencia. Que se contabiliza entre los muertos propios por puro tramite. Es el caso del interprete que murio en Afganistan junto a los dos guardias civiles, victimas del mismo atentado terrorista. Muertos de primera. Cuyos despojos organicos fueron recibidos agasajados y homenajeados con todos los honores, como corresponde a los hombres y mujeres que han dado su vida por un servicio, se supone que al bien comun, aunque eso tendrian que afirmarlo los afaganos y no nosotros. Al parecer lo criterios de los invadidos y supuestamente "salvados", no coinciden con los invasores y supuestamente, "salvadores". El caso es que Ataollah Taefy Kalilien, el interprete, irani de nacimiento y ciudadano espanyol por eleccion propia, vecino de Zaragoza, y al servicio de la mision "pacificadora" en Afganistan, no ha merecido en publico ni un responso civil, ni una plegaria laica, ni una bandera espanyola que nos recuerde que las patrias van mas alla de la circunscripcion territorial o el pedigree catolico, apostolico y romano, para mas inri. Como el imperio fosil que inicio el totalitarismo europeo hace unos dosmil y pico anyos. Morir por la patria de origen es una heroicidad por debito, pero morir por la patria que uno ha elegido, es otra categoria mas elevada y generosa. Solidaria y mucho mas "grande". Ese hombre oriental ha sido capaz de superar barreras culturales muy potentes. He debido hacer una catarsis interna enorme para superar tabues educacionales del ego colectivo y aceptar otros parametros sociales muy distintos a los de su origen. Solo por eso, por la capacidad integradora y respuetuosa, merece un homenaje. Una plegaria civil y agradecida. Un recuerdo y una placa, no para el, que ya esta mas alla de toda bagatela al uso, sino para nosotros. Para recordarnos que grandeza de alma puede desarrollar un ser humano anonimo, que no dudo en ayudar al entendimiento entre lo diverso. Interpretar lenguajes hasta hacer posible la comprension. Si la muerte de los dos guardias instructores es tragica y heroica, la de Ataollah Tafey Kalilien es ademas, un simbolo, una delicada metafora que indica el drama del no entendimiento.Matar al interprete es dinamitar el puente que nos une por medio del lenguaje. Parafraseando la vieja cancion,podremos repensar tarareando el son de la justicia "Si calla el traductor, muere el mensaje, porque el mensaje mismo es como un canto. Si muere el traductor pervive el llanto, la ignorancia, el dolor y el desencanto" Paz y esplendor eternos para ti, hermano Ataollah de lejanas latitudes y proximidad civilizada y magistral. La conciencia de este pueblo no te olvidara, aunque no haya un monumento ni un homenaje publico, lo mas sabio y centrado de los pueblos sabe reconocer la excelencia cuando la encuentra en el camino. Que Allah te bendiga eternamente con su presencia y su amor. Y a tu familia le de la paz en el corazon y la luz en el alma. La capacidad para perdonar al mundo injusto y seguir creciendo hacia lo alto.

Y luego nos llego la muerte que no es muerte, sino un segmento de paso en la tempiternidad -su definicion de la existencia- de Raimon Panikkar. Un ejemplo de grandeza humilde, natural y espontanea como el espiritu. A seres como el no se les llora, porque producen gozo y liberacion hasta de la misma sombra de la muerte que en estos casos es como un suave pajaro domestico que aparece de pronto junto los sabios y los santos para confirmar la bondad real del camino elegido y realizado en plena consciencia. Raimon es tempiterno. No muere. No nace. Mientras parece que nace y muere. Como todo ser de luz es atemporal. Zai Saman. Senyor del tiempo. Lo trasciende. Testigo pleno de que la iluminacion es el camino de la felicidad y por eso, la madre de la libertad verdadera. Un precioso acontecimiento se produce en el cosmos cuando un ser realizado trasciende fisicamente lo que ya ha trascendido mas alla del organigrama circunstancial.

No hay barreras en la luz
ni fisuras en el espiritu
Unidad y silencio.
La musica interior.
Toque leve de rosa en plenitud
el perfume de Dios sobre las cosas


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