George Orwell: «En tiempos de engaño universal, decir la verdad se convierte en un acto revolucionario».
miércoles, 11 de junio de 2025
Muchas gracias, Mónica García, doctora, hermana, ministra de Sanidad y ser humano de lo más completo👍👍👍👏👏👏👏🙌🙌🙌🙏🙏🙏🙏!!!!!
Es una pena que resulte tan difícil la escucha, el respeto, la ética y
la responsabilidad social, con partidos tan agotadores como las derechas
retorcidas que humanamente no dan más de sí, pero que inhumanamente no
tienen límites. Incapaces de ver lo que está pasando en nuestra especie y
en nuestro planeta, como consecuencia.
Incapaces de comprender lo
absurdo de su actitud terminator, luchando como fieras para appoderarse
del ppoder, sólamente por eso. Les resulta indiferente el sufrimiento
social, el gravísimo problema de la vivienda, de los abusos laborales de
las grandes empresas, el desamparo y el abandono de la España vaciada,
los peligros de la tecnología salvaje , el negocio cerril y la I.A. a su bola,
como icono dominador de la sociedad. En fin, una aberración detrás de otra.
El desastre de la DANA en València ,
con Mazón y su Ventorro, equivale al desastre de la Sanidad en Madrid
durante la pandemia que se llevó por delante a más de 7.000 ancian@s
abandonad@s en las residencias del imperio del terraceo y de la
horterada moral que se alimenta y se destroza a sí misma con su propia
mediocridad, una especie de drogadicción convertida en guerra
antipolítica.
Para esa calaña, el bienestar de la ciudadanía, de la
"politeia", sus derechos y sus deberes, no existen, todo ello es sólo
obra de sus "enemigos" terribles e izquierdosos, cuya peor ofensiva
consiste en intentar ser decentes y no caer en las redes del miserable
"y tú más", hasta conseguir que la basura, las calumnias, el fango y la
peor miseria se conviertan en el único modo de "entenderse" a base de
agresividad,chantajes, falsetes demoledores, y bajeza absoluta en todos los sentidos.
La repugnancia imparable que esto produce, puede ser la más dañina lacra social que se
puede imaginar. Esperemos que un nuevo 15M, un nuevo 0'7 y una nueva
Conciencia, un nuevo Evangelio (buena noticia) se vayan activando y despertando, si es que queremos que
esta situación no destruya la misma sociedad que hasta ahora no está
reaccionando adecuadamente, por el mismo caos utilizado como armamento demoledor.
Tras haber salido de una dictadura militar
de casi cuarenta años, no podemos volver otra vez al Paleolítico del
desastre, ni olvidar a Adolfo Suárez, a Marcelino Camacho, a Nicolás
Redondo, a Santiago Carrillo, a Dolores Ibarruri "La Pasionaria", a san Julio Anguita, un ejemplo de compromiso vital en la Casa Común, a socialistas
de verdad, como Rodríguez Zapatero o como Compromís, o como Mónica García, Yolanda Díaz, Tere Rodríguez o Antonio Maíllo...Trabajando juntos como servidores del pueblo español, de la humanidad, mano a mano y codo con codo, capaz y capaces de aprender
y de cambiar a mucho mejor, día tras día. Pues lo más bonito y genial que tiene la vida es que se puede ir haciendo nueva cada día, a cada momento, con cada respiración, con cada mirada, con cada nota musical, con cada rayo de sol, soplo de viento o gota de agua, o canto de pájaro, o con cada hierba que crece en las aceras y en los rincones del asfalto...Con la luz del infinito repartida y compartida en cada instante, con cada ser humano consciente y a estrenar, sin exclusiones clasistas ni ideológicas ni religiosas.Tan humanos como divinos.
En fin, pongámonos en marcha y no volvamos
otra vez al Paleolítico, porfis, olvidando para mal todo lo sufrido y lo aprendido, sino asimilando todo para
mucho más bien que mal...claro, que eso dependerá de cómo y en qué estado anímico,mental y emocional, decidamos dar los pasos de cada día, de cada instante; esa independencia consciente es la verdadera libertad, que nada ni nadie puede darnos ni quitarnos, como la vida, si no la entendemos y disfrutamos como cosa de cada un@ en medio del Nosotr@s que la necesita para disfrutar su luz y su impulso más humano y completo.
Muchas gracias, otra vez, querida Mónica García
y también a Público, por ofrecernos la transparencia y la energía de tus acertadas, sanísimas y lúcidas
reflexiones. Un abrazo enorme a toda la peña que despierta y se espabila para bien, aunque el panorama no lo facilite, pero sí lo provoque...Ains!!!
Opinión
El saludo freudiano
La
ministra de Sanidad, Mónica García y la presidenta de la Comunidad de
Madrid, Isabel Díaz Ayuso, durante la XXVIII Conferencia de Presidentes.Europa Press
Hacer
política desde la propaganda, el histrionismo y el victimismo no solo
resulta agotador, sino que anticipa escenas tan inverosímiles como
reveladoras en términos casi freudianos. Me explico: el pasado viernes,
la señora Ayuso me retiró el saludo alegando —según ella y su entorno
más vasallo— que yo la había llamado "asesina". Ni que decir tiene que
nunca he hecho tal cosa, ni lo haría. No solo por respeto, sino también
por no caer en el mismo nivel del partido que, desde los atentados del
11M, ha insinuado ese mismo calificativo —en su versión de "cómplice"—
cada vez que ha gobernado la izquierda. Pero lo cierto es que, en el PP,
la verdad hace tiempo que dejó de operar, ni siquiera en el plano
subconsciente.
Mentiras
mediante, la realidad es que ese salto cualitativo entre denunciar las
decisiones políticas que derivaron en el abandono de 7291 mayores por
parte del gobierno de la Señora Ayuso en plena pandemia e inferir que
eso es un "asesinato", solo puede explicarse desde la culpa freudiana.
En ningún caso el berrinche de la presidenta —traducido en mala
educación al increparme durante un saludo institucional— es un acto
inocente. En ningún momento, a lo largo de estos cinco años, una de las
principales responsables intelectuales de esos protocolos de la
vergüenza —como recientemente los ha calificado el Sr. Burgueño— ha
afirmado que los desconociera, que los hubiera evitado o que, de haber
tenido conocimiento, habría ordenado detenerlos. No, su defensa ha sido,
como siempre, el ataque, la mentira y el victimismo. Para ella, las
víctimas no son los mayores que fallecieron sin el auxilio mínimo que
merecían, ni sus familias, a quienes ha tratado con insultos y
desprecio. Para ella, la única víctima es ella misma. Porque una cosa es
jactarse de decir que 'le gusta la fruta' para insultar abiertamente al
presidente del Gobierno, y otra muy distinta es que alguien se atreva a
no rendirle pleitesía ni tragarse sus mentiras.
Pero,
¿por qué ahora y no hace cinco años cuando le pedía desde la Asamblea
de Madrid las mismas explicaciones y responsabilidades políticas por los
protocolos de la vergüenza? ¿Por qué ahora no soy merecedora de su
saludo y sí lo he sido en las innumerables ocasiones que,
institucionalidad mediante, nos hemos encontrado desde aquel fatídico
marzo del 2020 cuando se urdieron y firmaron los famosos protocolos?
Porque algo ha cambiado en las últimas semanas. Algo que no le pasó
desapercibido a la jueza que instruye uno de los casos abiertos en uno
de los juzgados. Por primera vez, tras la declaración del que fuera
nombrado mando único para la medicalización de las residencias de
mayores en Madrid —el conocido ideólogo de la privatización, el Sr.
Burgueño—, el foco no se sitúa ya en la firma de los altos cargos, sino
en una reunión celebrada en la Puerta del Sol días antes. En ella, la
presidenta Ayuso, su jefe de gabinete Miguel Ángel Rodríguez, el Sr.
Lasquetty, el Sr. Ruiz Escudero y el propio Burgueño decidieron que las
residencias de mayores quedarían fuera del circuito sanitario para
ponerse al servicio del negocio de la llamada 'medicalización'.
Intentar
privatizar la medicalización de las residencias en plena pandemia
impidió que los mayores fueran derivados a IFEMA o a los hospitales de
campaña que en ese momento estaban empezando a montar diferentes ONGs
como Médicos Sin Fronteras o Médicos del Mundo o que fueran
medicalizados por esas mismas ONGs.
Y
esa es, en el fondo, la herida que se intenta tapar con insultos,
numeritos y victimismo prefabricado: la de una decisión política que
abandonó a los mayores y a sus familias. La de un modelo que antepuso
los intereses económicos al auxilio y a la asistencia médica, y que
trató a nuestros mayores como si fueran piezas de un monopoly
desechables.
La
verdad siempre acaba abriéndose paso. Y si hoy empieza a ser nombrada
incluso por quienes formaron parte de aquel entramado, es gracias a
quienes, durante estos cinco años, no han dejado de exigir memoria,
verdad, justicia y reparación. Y por mucho que a la señora Ayuso le
moleste, le seguiremos recordando que no habrá impunidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario