domingo, 28 de enero de 2024

Qué maravilla, encontrar estas reflexiones al leer la prensa!!! Gracias, David Casarejos y Nueva Tribuna, por compartir y publicar algo tan urgente y necesario como el alimento de la conciencia consciente. David da en el clavo totalmente recuperando el sentido del término exacto que define etimológicamente el concepto DEMOCRACIA -"demos"= ciudadanía y "krathia"=poder-: el poder del pueblo, que no significa mandar y hacer lo que a los partidos les convenga, sino la obligación cívica de "poder hacer" algo bueno para tod@s, un servicio al bien común y no un mangoneo ideológico, social , clasista y financiero para sacar tajada usando a la "politeia"(la ciudadanía) como botín profesional, laboral y económico de larga duración a ser posible, mientras dure el timo de la papeleta que exime del compromiso responsable personalizado y humano de verdad, no sólo de boquilla y cómoda urna evidentemente.

 

ACTIVISMO SOCIAL

¿Y si la política estuviera en manos de la ciudadanía? 👍👍👍👍🤩🤩🤩😍😍😍✍️✍️✍️👪👨‍👩‍👧‍👦👨‍👨‍👧👩‍👩‍👧‍👧👩‍👩‍👧‍👦👩‍👩‍👦🙏🙏🙏🙏

En las ultimas horas hemos escuchado como Lilith Verstrynge ha renunciado a su escaño y parece ser que abandona la actividad política.

Estas noticias suelen ser sorprendentes y más aun si vienen de diputadas jóvenes a las que les quedaría por delante unas cuantas décadas de trabajo solucionado y bien pagado.

Sale de un partido que cuando nació estaba formado por una lista de desconocidos para la gran parte de la población y parecía que una de las reglas no escritas era la rotación de los cargos y una impresión de que no venían a perpetuarse en puestos encadenados de por vida.

Muchas y muchos de los miembros fundadores salieron del partido poco a poco, y este goteo quizás se incremente ante las perspectivas de futuro que gran parte de sus miembros electos puedan prever de un partido político que se creó a partir de un movimiento ciudadano y que venía a cambiar las maneras de trabajar de los partidos tradicionales.

Los partidos tradicionales no nos ofrecen una rotación de cargos y la inclusión de nuevas caras en sus listas de la manera que Podemos ha ofrecido, y quizás la caída de este partido haya venido acelerada por una falta de nuevos lideres que lleguen sin la mochila de haber estado en una cúpula de un partido que ya puede ser considerado “tradicional” tras haber copiado estructuras y maneras que venían a cambiar.

Ciertamente la falta de nuevos liderazgos, con gente que llegue nueva a la política es frenada sin ninguna duda por las primarias, elecciones a dedo y otras formas de decidir sus listas que están obsoletas y que solo varían en el caso de poder llegar al gobierno, en el gobierno ya hay posibilidad de elegir a gente independiente o a personas que nunca pasaron por la necesidad de trepar dentro de un partido político, y sus experiencias y currículos avalan su elección en puestos de mando. En ocasiones hemos podido ver a personas destacadas en la sociedad civil ocupando cargos de mando sin tener que jurar lealtades ni haber estado afiliados a ninguna formación política.

La sociedad en la actualidad está dejando de lado el activismo y cada vez es más difícil lograr que la gente se implique en movimientos que podrían ayudar a construir una sociedad mejor, se critica a los políticos, a las instituciones, a la inercia y la falta de ideas, pero se hace desde un sofá sin intentar aportar nada para mejorar lo que tenemos.

No hay una única razón por la cual el activismo este en declive, pero si hay algunos factores generales que podrían contribuir a esta pérdida de interés en ciertos contextos. Algunas posibles razones incluyen:

La primera razón podría ser una fatiga del activismo.

Participar en actividades activistas puede ser emocional y físicamente agotador. Las personas pueden experimentar fatiga o desgaste debido a la constante lucha por cambios sociales, especialmente si los resultados no son inmediatos o visibles. 

La falta de resultados perceptibles también hace que muchos movimientos desesperen y pierdan militancia tras desilusionarse. Si los esfuerzos activistas no producen cambios tangibles o si los objetivos parecen inalcanzables, las personas pueden perder la motivación para continuar.

Represión gubernamental o falta de apoyo por la sociedad y los medios. En algunos lugares, la represión gubernamental puede desalentar a las personas a participar en actividades activistas por temor a represalias, y ciertos movimientos que han sido objeto de presión por parte de medios mayoritarios pueden perder un atractivo que antes poseían si su objetivo se ve lejano y los apoyos escasean.

En muchos movimientos activistas se han llegado a experimentar divisiones internas, disputas ideológicas o falta de cohesión, y ello ha hecho que su impacto se debilite y se pierda la capacidad para generar cambio.

Otro factor que puede afectar el nivel de implicación en el activismo o voluntariado es el cambio de prioridades de las personas y la sociedad en general con el tiempo. Cuando la necesidad del cambio que anteriormente se antojaba necesario se desvanece y llegan otros problemas urgentes o cambios en la percepción pública, el activismo pierde relevancia.

Asimismo, cuando se ha llegado a tocar el poder o a ser parte de la toma de decisiones y no se consiguen los objetivos que se esperaban lograr desde esa posición llega el desencanto con las instituciones, y si las personas pierden la fe en las instituciones gubernamentales o en las estructuras existentes, se vuelven escépticas sobre la efectividad del activismo como medio para generar cambios significativos.

En la era de la información, la saturación de noticias y eventos puede hacer que algunas causas activistas pierdan visibilidad en medio de la sobrecarga de información. En 2023 los problemas que afrontamos parecen haberse multiplicado y a la amenaza de gobiernos radicales y economías en problemas hemos de añadir la causa climática a la que llegamos tarde y sus consecuencias empezamos a pagar.

Es importante destacar que el activismo puede experimentar fluctuaciones, y el declive en un momento o lugar no necesariamente significa que esté ocurriendo a nivel global, quizás España necesita un nuevo 15M que detone una necesidad de retomar esas ganas de hace una década, con una lección aprendida de los errores cometidos. Los movimientos activistas pueden resurgir y evolucionar en respuesta a nuevas circunstancias o desafíos.

La pérdida de interés en la política no puede ir de la mano de una desidia generalizada y esperar que alguien solucione los problemas por nosotras y nosotros. 

Somos piezas del puzle y somos parte, tanto del problema como de la solución, y la implicación en movimientos, asociaciones, partidos o sindicatos puede llevarnos a encontrar nuevas soluciones, en vez de dejar que una clase política que ha demostrado en muchos casos ser inútil e inoperante, continue decidiendo por todas y todos nosotros y siguiendo el mismo guion que nos ha traído hasta una situación de crisis continua y falta de esperanza.

De la mano podemos cambiar el rumbo a través de la participación activa en las decisiones.

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Comentario del blogg: 

 

Totalmente de acuerdo, hermano David, España y el mundo necesitan con urgencia  un permanente 15M . Un estado despierto constante que no es un episodio del pasado, sino que sigue y late dentro de cada conciencia humana, es vida nueva en marcha y ya sabemos que la vida atraviesa periodos alternos entre sueño y despertar, hasta que cambia de un modo irreversible, igual que un bebé cuando nace deja de ser un feto dependiente del organismo materno, para iniciar un nuevo estado vital. 

Pero es cierto que en la pluralidad humana las cosas pueden cambiar si la conciencia personal una vez despierta une y crea la conciencia colectiva (siempre de uno en una, y escapando de los mogollones de "la ilusión", que disfunciona   como globos en el aire, que lo mismo vuelan que se pinchan, se revientan, estallan  o se deshinchan). 

El 15M no fue  un estallido causal de emociones cansadas y hartas de soportar la vida y sus "políticas" como un fardo y no como un conjunto de energías magníficas que ha ido haciendo posible una evolución extraordinaria en lo biológico pero que aún no se ha producido mayoritariamente en lo instintivo,en lo emocional ni en lo mental, y mucho menos en lo energético, psíquico y cósmico que llamamos "lo espiritual" como un referente religioso, ideológico y también mecánico, porque todo es mecánico y autómata en la humanidad cuando el despertar necesario no es una experiencia individual, del una por uno y del uno por una, sino un relato externo y fuera de la realidad comprobable. 

Resulta que ese paso evolutivo que nos integra y universaliza, sólo se nos ha quedado adherido como las pegatinas, las etiquetas y los sellos de correos e incluso como los tatuajes, en relatos teocráticos y prácticas religiosas, fuera completamente de nuestra comprensión y de nuestro presente evolutivo constante. Pululando durante milenios entre la imaginación de "los iluminados", las lecciones de "los sabios" reducidas a palabras y discursos y el descoloque total de los penumbrosos, despistados y desubicados -pastores y rebaños fatalmente comprendidos y situados-, que primero han sido "iglesias" y después sectas y después gobiernos hipernecesarios  para quienes aún viven autoencerrados en la cueva de Platón porque ni siquiera intuyen que pueda existir algo fuera de ella, y que, precisamente, esa cueva está en medio de otras dimensiones llenas de paisajes diversos, abiertos y nutritivos sin necesidad de tinieblas que en realidad privan a nuestra especie de evolucionar de verdad no sólo en el  sobrevivir atascada en las rutinas y costumbres, sin ese sentido profundo del noúmeno kantiano, que se echa de menos en cuanto se aprende a pensar y a relacionar causas y efectos, a comparar y a descubrir el vacío de contenidos individuales para poder alcanzar la realización colectiva. 

Ese constante rifirrafe produce fenómenos como Podemos, por ejemplo o  el PP y Vox o los separativofiílicos que paradójicamente se llaman "Junts", en completo despiporre oximorónico. Todos ellos están aún en la cueva platónica, ignorantes de que hay realidades geniales en la energía sutil y creadora que contiene en su territorio existencial a la misma cueva que la ignora y la ningunea. Es decir, que basta con salir del pozo negro propio para descubrir la belleza, la luz, la paz, el bienestar, la armonía, la verdadera igualdad y la felicidad, sí, ese imposible estado que a los prisioneros voluntarios de la cueva platónica les resulta una colección de imposibles, precisamente, porque todo lo cifran en el exterior de sí mismos, en el nivel del mero fenómeno kantiano y ni siquiera intuyen que el noúmeno son ell@s mism@s y, por esa sinrazón andan buscando dioses y "soluciones" en medio del vacío y de la resignación...que tantas veces acaban en depresiones, enfermedades y en verdaderos suplicios, también para quienes tienen al lado o están bajo su poderío inexplicable en comunidades humanas despiertas mayoritariamente, como por ejemplo sorprendente lo es el barrio de Patraix en València, una comunidad natural en la que fluye el cariño de un@s por otr@s sin que nadie le pregunte a nadie de dónde viene ni en qué cree, ni a qué partido vota..

Será por eso que allí se encuentran centros de acogida a refugiados y emigrantes, como CEAR y ACCEM, centros de convivencia libre y sanísima como Sankofa, o escuelas públicas o privadas, cuyo juego callejero es que el alumnado dedique algunas tardes a la semana, y ya fuera del cole, a recoger colillas de l@s fumador@s, y  a tirarlas al contenedor correspondiente...sin gruñir, sonriendo...o que la Asociaciò de Veïns se haya convertido  y se convierta cada dos por tres en un banco natural de alimentos, en la Plaza del Barrio...y la farmacia en una ONG natural, en la que los farmacéuticos te llaman por teléfono y cuidan de ti -gratuitamente- si eres un yayo o una yaya sin ayuda de familiares, aunque los vecinos y vecinas también sean verdader@s ángel@s de la guarda...

Hay que añadir que el 15M en este barrio es el modo natural de convivir... O sea, que sí, que se puede sin que tengan que venir podemitas a enredar lo que ya funciona de maravilla o a poner y quitar círculos que en realidad ya funcionan de maravilla sin jefes ni líderes... Sólo falta que esa experiencia se contagie y regrese a las calles y a las plazas de España y del mundo, para recuperar lo que en realidad, todos y todas llevamos dentro, pero que aun no se ha convertido en institución política...Quizás sea ese paso empeñado en controlar institucional, económica y socialmente,  todo lo que pilla, el que acaba por fastidiar con  el miserable uso del "poder", las mejores posibilidades colectivas...Tal vez el acierto que necesitamos sea la liberación de clichés y la creación progresiva del Bien Común en la concejalía del Amor sorofraterno, ése que no sabe de fronteras ni de razas ni de credos ni de partidos. Tal vez Platón tenía más razón que un santo cundo afirmaba que sólo los filósofos/los despiertos -ojo, no confundir el término con los más listillos y especuladores, o sea, los sofistas del siglo XXI- estaban en condiciones de gestionar la democracia, o sea, el gobierno del pueblo, de la ciudadanía.

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