INCÓGNITA ELECTIVA
Poder o no poder. Es aún la cuestión.
Mas ¿qué aporta esa duda
si se ignora y confunden el qué y el para qué,
con el cómo y con quienes necesitan poder
a costa de la gente, colgada en las higueras
del camino ancestral,
convencida de ser Caperucitas, ovejas sin pastor,
también Bellasdurmientes, Cenicientas,
o tal vez Blancanieves, o burros con la flauta
en medio de los prados y los votos
sonando de chiripa, en el momento clave
de la oportunidad?
¿Poder para estorbar, retorcer e impedir?
¿Poder para intrigar, trepar y especular?
¿Poder para forrarse y presumir?
Poder y más poder sin otro fin
que llevar la contraria simplemente
con rabieta constante de niñ@s cuarentones
empachados
con el pastel pringoso de la inercia...
¿De qué sirve poder si no hay sustancia,
ni moral, ni más principios que fingir
y fardar, tan sólo figurar
a base de litigios, de leyes fracasadas,
de enredos y de mierda?
Imposible poder si no se ES.
Y todo se reduce a la rabieta de sólo simular
y disfrazar el hueco del vacío con la apariencia
de lo que nunca ha sido ni será,
porque todo es la nada
si aún no existe el motor esencial de la conciencia.
Jamás es un fracaso reconocer los fallos, los errores,
a propia incompetencia
del chantaje sin más de la ignorancia
que impide retirarse a tiempo del fracaso
en asuntos que superan los propios intereses,
porque hacen picadillo el Bien Común,
sino el acierto sano y necesario
para que se termine la ficción del poder todo
cuando servir para sumar la vida, el alma,
la igualdad y la conciencia
es lo fundamental y necesario.
Quizás hay que ver más y poder menos,
quizás imponer menos para lograr Ser más,
sumando limpiamente para multiplicarse
sin fracturas soberbias y obcecadas
tan sólo especialistas en romper, restar
y dividir...en plan hegemonía mandamás,
como Dios nunca manda ni jamás mandaría
si quisiera mandar en vez de amar
que es la especialidad de la creación
fuera de las cavernas, un vuelo innovador,
una liberación de gracia original
donde siempre palpitan la luz y la alegría
que aprovechan el mal como maestro del No
y 'al enemigo' como hermano pequeño y despistado,
que necesita amor y comprensión más que castigo
para hacer los deberes en la escuela del mundo.
O sea, otro cantar, que en vez de sembrar egos
con bulimia ancestral, siembra y cosecha Vida
para tod@s igual!
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