Es una cuestión que denuncia por sí misma la incongruencia elevada a la enésima potencia. Porque en la práctica resulta que es el criterio de los jueces el que maneja y decide la orientación de lo aparentemente intocable. Pero hasta ese poder depende de las ideas políticas, morales y sociales de las señorías del mazo en ristre y de quienes las nombran y autorizan a convertirse en gestores absolutos de unas cuestiones temporales y cambiantes que nunca pueden ni podrán controlar sin pisotear los derechos y los deberes que todos los seres humanos compartimos por nuestra propia esencia natural: el mismo nacer, el mismo transcurrir con idéntica necesidades básicas, y el mismo morir. Circunstancias irreversibles que diseñan sin duda el principio de la igualdad vital
¿Puede ser imparcial la jurisprudencia que depende de un criterio omnipotente a la hora de aplicar la teórica esencia intocable de 'La Ley'? ¿Acaso los jueces son dioses y las leyes intocables su reino omnipotente? ¿Y qué sucede cuando hay jueces que carecen de conciencia y son simples robots programados por una sociedad inconsciente e irresponsable, e igualmente robótica por mayoría? ¿Qué sentido tiene una "justicia" que como remedio de todos males sólo sabe aplicar castigo y venganza convertida en ley y que carece de una ética pedagógica con la que ayudar, sanar y reeducar a los más deficientes, en vez de acabar hundiéndolos en el mismo lodo que los ha convertido en delincuentes, en el fondo tan desalmados como el mismo sistema que los está juzgando? La delincuencia es ante todo una enfermedad social por carencia de luces, de orientación y de ética, por ausencia total de vida verdadera. La Ley nunca puede ser un muermo castigador en manos de castigadores al servicio de las rutinas autómatas, porque pierde totalmente la credibilidad y la eficacia de la Justicia auténtica, que nada vale sin la indispensable misericordia adjunta.
Un ejemplo actualísimo: Si la justicia es auténtica y eficaz porque ha conseguido que unos terroristas de la antigua ETA se hayan reeducado y reinsertado en la sociedad y que por ello se impliquen en el bien común, para acceder al servicio colectivo de sus municipios, como concejales o alcaldes cooperadores en plena democracia regeneradora ¿no debería ser un triunfo y un éxito del mismo Poder Judicial de un Estado, esa participación? Creo que BILDU lo es, sin duda. Una sociedad capaz de superar el ojo por ojo y diente por diente de las "justicias" vengativas y tan inhumanas como la propia delincuencia, es un paso evolutivo imprescindible para salir del fango en los agujeros negros de una animalidad convertida en un destructivo modus operandi legislador cocinado por el rencor, por la inmadurez primitiva y absurda de la venganza, que desconoce la empatía, la compasión, la fraternidad y hasta la buena política. Perdonar es comprender y restaurar lo mejor de nosotr@s mism@s, como indivíduos y como sociedad, mucho más que una virtud/etiqueta de corta y pega. El perdón no sólo ayuda a los perdonados, es que al mismo tiempo cambia e ilumina para siempre la vida de los perdonadores. Nos engrandece a los unos y a los otros, porque nos hermana y nos une. Deshace los rencores e ilumina las inteligencias que el odio en conserva de la venganza "justa" contaminan y bloquean. Nos viene bien recordar cada día, como un mantra necesario el dicho latino al respecto: sumum ius summa iniuria: máxima ley, máxima injuria. Hasta los creadores del derecho romano se dieron cuenta de la existencia del revés universal que puede producir elevar las leyes por encima de una humanidad a la que, por el contrario, deben servir y orientar, nunca, nunca, jamás destrozar ni manipular utilizándolas como excusa institucionalizada y más sabihonda y ensoberbecida que verdaderamente sabia, acertada y humilde.
La memoria histórica debe estar igualmente en ese mismo horizonte. No para vengarse, que ya es imposible y absurdo y provoca mucho más el fracaso de todos que la paz y el equilibrio comunitarios. ¿Acaso el odio y la venganza sin límites podrían devolvernos a las víctimas que perdimos? ¿Qué mejor final de una contienda que el perdón, el arrepentimiento y el abrazo? Qué mejor victoria contra la muerte social de las egopatías "justas" que la resurrección en una nueva sociedad basada en un nuevo Nosotr@s? En las próximas elecciones, votemos en la línea del perdón y del entendimiento, o sea, de la suma, de la escucha, de la acogida y del compartir, quitando de en medio la barbarie del arrasar, del mentir, del corromper y mangonear, o sea, votemos a la Justicia verdadera y como un búmerang de vuelta, veremos y comprobaremos los resultados. Eso se consigue evitando engancharnos en "La banalidad del mal", como llamaba Hannah Arendt a ese triste, mediocre y tóxico camino, del que ella misma y su pueblo, habían sido víctimas durante el nazismo alemán, esencialmente, para no repetir con la venganza justa, el mismo horror de sus verdugos, "justificado" en una venganza igualmente asesina, convertida en un "derecho humano"(¿?) en plan Ley del Talión. Necesitamos revisar los "tics" más negros de la historia para dejar de repetirlos. Y convertir 'La Ley' en un verdadero ejemplo evolutivo humano y lúcido de lo mejor del Nosotr@s mismos como especie e individu@s. Un dato muy significativo e importante acerca del estado de salud ética, madurez humana y política y conciencias despiertas de los vascos etarras reahabilitados, ha sido su decisión de dimitir como candidatos en las próximas elecciones.
Sería genial que la tv, en vez de tanta peli violenta y mediocre y tanto blablablá, ofreciese obras maestras en reconciliación, perdón y humanidad como Maixabel. El relato auténtico y en limpio, de unos hechos reales, que ahí están sentando precedentes ejemplares.
No olvidemos que estas iniciativas como las del centro penitenciario de Nanclares de Oca, ya desde 2012, son más que necesarias, básicas y fundamentales, si es que de verdad queremos salir de las cloacas de siempre, ánimo y p'alante, familia querida:
televisión
A las 23:15 horas
ETB-2 emitirá este miércoles el reportaje 'El perdón'
A.H.
EITB
En el marco de los encuentros mantenidos por etarras arrepentidos y familiares de víctimas del terrorismo, dos de sus protagonistas cuentan su experiencia.
El centro penitenciario de Nanclares de Oca ha comenzado a acoger encuentros discretos y muy emotivos entre etarras arrepentidos y familiares de víctimas del terrorismo. Dos de los protagonistas de dichos encuentros relatarán su experiencia en el reportaje El perdón, producido por el programa '30 Minuts' de TV3 y que ETB-2 ofrecerá este miércoles a partir de las 23:15 horas.
Se trata de los testimonios de los protagonistas de dos encuentros indirectos. El primero, Iñaki García Arrizabalaga, hijo de Juan Manuel García Cordero, asesinado por ETA en 1980, hablará de su impresionante reunión con un etarra con delitos de sangre que ha querido permanecer en el anonimato. "A mí me obsesiona saber si cuando van a asesinar a alguien le miran a los ojos. Y me dijo, tal y como yo intuía, que no le miran a los ojos". Es una de las referencias del encuentro - aterradora y a la vez emotiva - de Iñaki Garcia Arrizabalaga con su interlocutor.
El segundo protagonista del reportaje, es Iñaki Rekarte, uno de los autores del atentado con coche bomba en Santander en 1992 en el que murieron tres peatones. Después de 20 años de reclusión, ahora se beneficia del tercer grado y sólo debe pernoctar en la cárcel de Martutene. Hablará de la reunión que tuvo con la viuda de un hombre asesinado por la banda terrorista, su pasado como etarra y su proceso de ruptura. "Y el encargo era ...: 'venid, haced todo lo que podáis. Las palabras eran: Vosotros matad a todo lo que podáis. Así era", confiesa Iñaki Rekarte sobre la preparación del atentado en Santander. "A veces pensaba: Algún día tengo que ir y pedir perdón", dice Rekarte.
Los
testimonios de Txema Urkijo, de la madre de Iñaki García, Concha
Arrizabalaga, y de la mujer de Rekarte, Mónica García de Paredes,
completan el relato de El perdón, un reportaje de Eduard Sanjuan y Mireia Pigrau producido por el programa '30 Minuts'.
Encuentros entre etarras y víctimas
La iniciativa surgió de los mismos reclusos de ETA encerrados en el centro penitenciario de Nanclares de Oca. Muchos están allí y tienen algún beneficio penitenciario precisamente por haber roto con ETA y haberse arrepentido de sus atentados. Algunos han querido ir más allá: pedir perdón a los familiares de sus propias víctimas o a otros familiares de aquellos que fueron asesinados o heridos por ETA. Con una condición certificada por las dos partes: estos encuentros no implican ninguna reducción de pena adicional ni beneficio penitenciario extra.
La Oficina de Víctimas del Terrorismo, de la mano especialmente de Txema Urkijo, históricamente involucrado en iniciativas de paz en Euskadi, cogió el testigo de la propuesta nacida en Nanclares para poder hacerla realidad. Con un amplio equipo de especialistas en la mediación se fueron preparando estos encuentros. Hasta ahora se han hecho once reuniones, cuatro de ellas con ex terroristas que rinden cuentas de sus atentados directamente ante los familiares de las víctimas que ellos causaron. De momento, los protagonistas quieren mantener el anonimato. En el resto de encuentros, familiares de personas asesinadas por ETA se reúnen con presos que en nombre propio y de la organización que ahora repudian quieren pedir perdón.
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