En tiempos de confusión lo más urgente es la calma y la serenidad para encontrar soluciones, como en tiempos de enfermedad lo básico es la sanación y poner la atención en lo mejorable y no en obsesionarse con la misma enfermedad. Toda obsesión es un delirio, un desajuste de emociones y pensamientos que acaba por deteriorar la razón y la voluntad de los mismos que sin ser conscientes hacen de los problemas sin resolver, la misma burbuja que los atrapa y los bloquea. Las decisiones adecuadas no las dicta ninguna burbuja, ninguna situación por dura que se presente, que solo es una pescadilla causal que se muerde la cola de sus propios efectos, una mecánica, sino que las construyen la inteligencia, la lucidez y la conciencia despierta, y así se evitan errores garrafales, que van cayendo como losas aplastantes sobre sus propio promotores.
Esas carencias fundamentales son la base del caos. Si lo que triunfa es el barullo y no el equilibrio, la confusión y el desmadre acaban por agotar a los seres humanos y dejarlos K.O. para afrontar y discernir serenamente cómo asumir la realidad y gestionar lo que va surgiendo en el tiempo y en el espacio, que son transitorios y cuya trascendencia depende mucho más de cómo y con qué actitudes se afrontan que de los mismos acontecimientos en sí, que en definitiva, serán el resultado de cómo se vivan y se comprendan tanto en lo individual como en lo colectivo.
Toda crisis estatal procede de un conflicto sin resolver, que crece, estalla y destruye todo si se deja a su aire mientras quienes están al cargo de la situación, atrapados en los tejemanejes que ellos mismos han utilizado desde siempre para conseguir estar al cargo del asunto, son los mismos gestores del desastre. Semejante situación se convierte en un desequilibrio social contagioso, en histeria sociopolítica, que paraliza la sociedad con su propio histerismo institucional, que sin duda procede de la falta total de ética, de lucidez y de verdadera inteligencia -que ellos han confundido con intereses propios y de ppartido, trampas, mentiras, postureos y ppoder del ppastón. Una caja de herramientas super cutre, que se desgastan y se quedan en nada cuando la realidad acaba por dejarlos en bolas.
Ese proceso ha existido siempre a lo largo de la Historia, pero en esta época terminal de un tiempo que ya no funciona como solía hecerlo, se está acelerando a causa de le dependencia total de la tecno/telecominicación imparable, que no deja espacio ni tiempo para pensar, acertada y sencillamente, la respuesta que merece cada embestida de una realidad desquiciada y neurótica, impulsada por las prisas constantes por dar el campanazo y ser un crak mediático, aunque sea por unos minutos e incluso aunque lo que se cuente sea un error o un estupidez.
Lo mismo es aplicable al comportamiento de la oposición parlamentaria y de grupos con prisas como Podemos -no Unidas Podemos, solo Podemos, que quede claro- , gracias a cuya Ley con las prisas del "Sí es sí " se ha llegado al esperpento de que la misma ley que se ha votado, libre de la cárcel a los culpables de los delitos que ese ley señala como tales. Una locura total. Sobre todo con un Poder Judiciaĺ esperpéntico como está quedando clarísimo y más que evidente.
En este estado de cosas, no solo en España, sino en el mundo entero, es urgentísimo calmarse. Recordar que somos human@s y no objetos, ni muebles, ni robots ni marionetas pseudoinformadísimas, Dejar a un lado las pantallas y salir a caminar, aprender a convivir, ocuparnos unas de otros y otros de unas, recuperar la capacidad para reconocernos como semejantes, como familia infinita y necesitada de fraternidad tanto o más que "libertades" esperpénticas que nada tienen que ver con la verdadera libertad, la igualdad, los derechos y los deberes, que aportan el equlibrio, la salud psicoemocional, la ética, la verdadera justicia, sí esa, de la que como dicen las Bienaventuranzas, l@s equilibrad@ y más humanos, tienen hambre y sed.
Sólo con ese hambre y esa sed de Justicia verdadera, en el interior de cada uno y una, la sociedad podrá volver a recuperar el 15M, nacido en 2011, que Podemos se encargó de deshacer tacita a tacita y círculo a círculo, a partir de 2014, para colocarse en su lugar en el Parlamento y convertir en profesión remunerada el trabajo y el compromiso vital de una sociedad, que sin ciudadanía comprometida es un mierda y un cuento chino.
Yolanda, Alberto, Íñigo, Marta, Baldoví, Otegi, Aitor Estaban, Teresa y Quichi, más ĺa parte más sensata y lúcida de ERC, más IU, el PSOE, Coalición Canaria, y de toda España en general,etc, etc...No olvidemos que solo las bases sociales tienen la capacidad de conseguir una verdadera democracia, mediante sus votos, pero sobre todo mediante una conciencia colectiva construida con la buena pasta de las conciencias individuales sanas y equilibradas, para que cuando las burbujas institucionales revienten, el pueblo pueda reorganizarse a tiempo, con serenidad y con propuestas basadas en la realidad mucho más que en la especulación demoledora del "y tú más" con sus efectos tóxicos y ppodridos, que más necesitan un psiquiátrico que un Parlamento.
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