jueves, 9 de diciembre de 2010

¿Qué hacemos con WikiLeaks?

Cada vez se revela con más fuerza que el planeta Tierra es simplemente el dramático videojuego que se ha inventado a sí mismo para permanecer siempre en la inmadurez de Peter Pan. Un mundo acostumbrado a inventarse cada día un motivo más esperpéntico y atroz, más estúpido y cruel, para no pensar jamás en las verdaderas soluciones a su patético destino, que sólo depende de lo que decide cada día al pairo de las noticias, que a su vez deben renovar el morbo y afilar el filo de la navaja y del riesgo, para mantener despierto el estado de alarma y las conmociones colectivas.
El juego, como siempre que no existe la adultez suficiente para ponerlo en su sitio, acaba convirtiéndose en adicción. Y eso es lo que está ocurriendo en estos momentos planetarios. La sensibilidad hipertrofiada y anestesiada,se ha ajustado a los fuegos de artificio mediático, como se adapta un mando a distancia a la TV dgt. Ya no interesa leer un libro ni ver una buena película ni la información que hace pensar, sino la desinformación en cascada vertiginosa, que altera emociones y confunde mentes, nubla inteligencias e intoxica los jugos energéticos y biológicos del ser humano.
En ese caldo de cultivo aparece un fenómeno más. Dicen que nuevo. Pero no. Es tan viejo como las trampas de caza prehistóricas. Otro tentáculo más del Gran Hermano vigilante, escapado de ese 1984 orwelliano, paseando por las pantallas y las redacciones de los periódicos. Por los corrillos y tertulias, por las peluquerías y los titulares de la prensa gratuita que rebosa en las papeleras o tendida al abandono en los bancos al sol de cualquier parque público.

¿Qué aporta WikiLeaks de nuevo? Solamente la confirmación de las certezas individuales del casi 100% del Planeta. No está contando nada que no se haya "sabido" desde siempre.

1. Que el uso del poder para sustituir el servicio a los ciudadanos, que es la verdadera política, es la enfermedad más grave que padece la sociedad humana.

2. Que el vicio de esa tendencia no es exclusivo de unos "poderosos" determinados, sino que cualquier humano en estado de dormición perenne hace lo mismo que los mandamases a los que insulta y desprecia como si no tuviese idénticas tendencias que le convertirían en juguete del monstruo cocreado entre todos, en cuanto tuviese las mismas prerrogativas y ventajas del poder.

3. Que una posibilidad preciosa como es la vida y sus recursos potenciales, se pierde como el humo de un cigarrillo maléfico, en estupefaciente chismografía insustancial.

4. ¿Quién se ha extrañado de que Putin, Berlusconi y Gadafi sean uña y carne? Nadie. ¿Y de que los USA sean el ojo periscópico que ya lleva casi tres siglos impreso en sus billetes de dólar y el brazo pragmático de la degradación moral del mundo? Nadie. ¿Alguien se ha sorprendido de verdad de que en las embajadas se cuezan habas de todos los colores, de que los militares del imperio torturen a diestro y siniestro, de que los politicantes destructores de la verdadera sinergia del servicio a la Polis, se llenen los bolsillos y pacten con el mismísimo diablo, le vendan armas y le faciliten el plan hege-de-mónico? No. El público en general, después de leer o escuchar esta épica cutre del "más de lo mismo", se encoge de hombros y suelta, como en aquella viejísima canción de los años sesenta que hablaba de un telegrama que llegaba con retraso: "Ya lo sabía".

5. Quizás el verdadero valor de este huracán prefabricado sea la confirmación de que la mente y la conciencia humanas sí evolucionan en capacidad deductiva, detectivesca natural, clarividente e intuitiva. Es un test que revela, quizás, que ya estamos aptos para pasar de la religión y el culto mediáticos y manipuladores. Y hora de entrar en nosotros mismos, donde están encriptados todos los archivos posibles: donde está el foco siempre encendido de la verdad universal. De la iluminación verdadera. Los creyentes le llamarán Dios y los no creyentes Fuerza Interior.

6. Este aluvión de evidencias presentidas y sabidas de antemano puede hacernos el gran servicio de la libertad autónoma. Y de la transparencia personal. De sacudirnos por fin el sueño y la abulia del tiempo. La comodidad de dejar nuestras decisiones en las manos de los traficantes de dinero, de influencias, de poderes, de intereses, de esos santones del enjuague que medran a base de la mezcla y del chanchullo. De la confusión constante y teledirigida. Que no son "malos", sino simplemente niños pervertidos. Nacidos y deseducados sin valores pero llenos de ambición y egocentrismo, para seguir las inercias impuestas. Para ser esclavos y propagadores del miedo y de la sumisión mecánica a las pulsiones personales y colectivas que terminan por degradar y hacer irrespirable cualquier medio.

7. Hace falta que desarrollemos la capacidad de la autodeterminación y del alejamiento respecto a estos miasmas del infundio, en los que lo de menos es qué cuentan, sino el uso de unas técnicas narcóticas sobre la mente y la conciencia. Este "escándalo" informativo es en realidad un experimento para comprobar hasta donde los ciudadanos del mundo pueden ser convencidos y arrastrados a estados catatónicos. Lo mismo que hacen con el invento de las catástrofes, accidentes, epidemias, querras y terrorismo. Y su ampliación mediática que multiplica los efectos reales de las calamidades y con ello manipula el fondo psíquico del inconsciente colectivo.

8. Pensemos un poco. ¿Cómo es posible que una sociedad tan avanzada como para poseer tanta tecnología, tantos recursos, tantos medios, que permiten a un ciudadano cualquiera "aterrorizar" a los gobiernos del mundo entero sólo por contar chismes sobre unos y otros, no tenga el impulso de emplear esa misma fuerza mediática para erradicar hambre, violencia, desigualdad, desempleo, mafias políticas y económicas, fanatismo y racismo religioso o patriótico e inmigración por miseria y carencias?

9. En un planeta informatizado donde todos espían a todos. Donde simplemente un escrito sin relevancia cuyo tono no gusta al imperio hacker se elimina o se eclipsa. En todos los foros y bloggs significativos donde se comenta lo más sustancioso que puede despertar y ayudar, los colaboradores se quejan de ello, ¿cómo es posible que un buen día un indivíduo anónimo de repente ponga el mundo patas arriba por contar lo de siempre y que los espias que controlan hasta lo más mínimo se lo hayan permitido? Porque WikiLeaks no ha añadido nada transcendente a la información habitual, sólo el rocambolesco comic de la persecución de un cibernarciso, y cómo no, con el reclamo de un asunto sexual de fondo, que se ha convertido en el foco de atención mundial. -¿Cómo no recordar "Sexo, mentiras y cintas de vídeo"?- Y de distracción para los ciudadanos que fijos en esta historieta de Tebeo, no se dedican a trabajar y a salir adelante en medio del caos creado por la misma mano que crea los "fenómenos" y se divierte poniendo el mundo al revés. Así la locura de los incapaces cibernetas les hace soñar que gobiernan el mundo y lo arrastran a cualquier cosa para demostrarase su propio poder y combatir el miedo a la muerte, que es el motor aterrorizado de la locura. El impulso que les hace creerse dioses a lo Harry Potter. Y sólo están convirtiendo el Planeta en una guardería de niños locos y autodestructivos. Sobre todo autodestructivos. Pues quienes hacen daño a otros se suicidan sin saberlo. La energía esencial es idéntica, aunque los envases sean distintos. Por eso quien a hierro mata, a hierro muere.
De esa maldición sólo salva el cambio radical. No los pactos engañosos que no pueden engañar al Yo superior del propio delincuente. Sólo es esa parte de la conciencia el juez personal que acaba por poner en su sitio la historia de cada uno. Como se hace con los terroristas en una sociedad justa: Primero se entregan las armas y el arrepentimiento. Después se negocian las condiciones. La justicia y el delito no están en el mismo plano. Mientras el delito se mantiene, la justicia es inaccesible. Y la falsa compasión es igualmente una complicidad. Para que se salve el delincuente, el delito debe ser reconocido por él y abandonado para siempre. Así sí se puede empezar de nuevo a trabajar en el mundo para mejorarlo. Lejos de los escándalos mediáticos que manos oscuras tejen y destejen a capricho y por capricho de una psicopatía cibernética que terminara en cenizas por autoagotamiento.

No nos alegramos de que este estallido de falsa libertad trate de jugar con todos los ciudadanos del mundo. No nos alegramos de la ingenuidad palurda de los medios de comunicación que han perdido el Norte y los otros tres puntos cardinales, con tal de conseguir audiencia y masa crédula que les aumente las ventas y la publicidad. Pero sí podemos confiar en que estas penosas exhibiciones de insensatez y estas bengalas de cortísimo alcance iluminativo, sirvan al menos para hacernos reflexionar acerca de lo que de verdad importa y vale la pena leer y escuchar. Y nos impulsen a pasar página en este diario de sombras cada vez más confusas y cada vez menos creíbles.
Sólo nos salva la conciencia despierta por el tacto real y palpable de la vida plasmado en las decisiones propias y compartidas que colaboran a mejorar el mundo mejorándonos nosotros y viceversa. ¿Esta historia farandulera nos mejora o nos distrae? ¿aporta soluciones a los problemas de alguien, además de los que pueda tener la personalidad megalómana y filoparanoica del señor Asange?
Quizás otro beneficio de esta historia podrá ser el que se lleven los psiquiatras al tratar nuevas patologías sociales y la investigación de nuevas enfermedades producidas por los nuevos mecanismos adictivos y alienantes de un uso destructivo de la cibernética.

Para el resto, quizás, una vacunación masiva contra el virus de la estupidez y del abuso.

3 comentarios:

Bea dijo...

Desde que ha aparecido este idiotizante modo de informar sobre tontunas, dimes y diretes que se parcen más al Belén Esteban horror show que a otra cosa, tengo la impresión de estar viviendo en los tiempos de mis padres, cuando en la portería del edificio se hacían corrillos y se chismorreaba de todo el barrio.O como cuando estás haciendo zapping y te encuentras programas de cotilleo en los que todos se gritan, nadie escucha y el zappinero cambia de canal por pura supervivencia.
¿Cómo es posible que periodistas con un poco de lucidez afirmen que se ha producido un nuevo periodismo con este guirigay? Es que parece el cuento del rey desnudo con su traje invisible y ridículo.¿Será posible que nadie se dé cuanta de que esto es una tomadura de pelo prefabricada como las pandemias de los laboratorios farmacéuticos? El cibermundo está en manos de locos freelands de la idiotez.
Una persona verdaderamente inteligente sabría distinguir lo que es importante, de lo que son los comentarios dignos de la prensa amarilla y rosa, de los marujeos de
peluquería con la Campos y la Quintana, pero entre ministro y presidentes, ministras y secretarios de embajada. Qué cutrez por Dios! Vaya tela, con la revolución wiki-friky. Es ridículo. Y hacerles caso patético.

Anónimo dijo...

Es muy curioso, sí, un fenómeno de cotilleo y chismes sin valor alguno. Luego protestan de que los jueces tienen que ordenar escuchas para pillar delincuentes y eso es vulnerar la intimidad de los que delinquen. Se sanciona al juez y se da la razón a los chorizos del enjuague corrupto. Pero aparece un invasor de intimidades a gran escala, que no a gran contenido, que sólo aporta dimes y diretes que no significan nada, porque si hubiese sido así no se lo habrían prermitido desde el momento en que la Cia controla internet, y todos piden su libertad informativa. Perfecto. La indefensión es total, no por que se sepa todo, sino porque nadie sabe distinguir lo que vale de lo lo que es basura. Los jueces al exilio. Los narcisos sin sustancia, al poder. Ni Asange podría haber llegado a más, ni los medios a menos.

Pedro Luis dijo...

Esta historia wiki hubiera sido creíble si hubiese sacado a la luz, por ejemplo, los chanchullos de la banca internacional. La corrupción de la red necon con que la economía del mundo se ha infectado.Las cuentas secretas en paraísos fiscales de los dinerócratas del planeta. Los entresijos que han llevado a las guerras y los abusos. Las formas corruptas de enriquecimiento y los silencios de los políticos ante la injusticia y las masacres y la venta de armas camuflada de ayuda. Los negocios de las religiones y las sectas. Y la implicación sectaria de los dirigentes ploíticos y líederes sociales y religiosos. Éso, sí tendria interés y explicaría muchas cosas. Pero eso nunca lo harán porque el propio sistema es el que fomenta estas salidas de tiesto sin más valor qu el glamour y la desestabilización para ir subiendo el precio de todo y para que los cuatro o cinco de siempre se embolse en el dinero de todos y se rían encima de la idiotez de los imbéciles que todo se lo tragan porque ya se han olvidado de que además de pantalla, teclado y ratón, tienen un cerebro fuera de uso y aún por estrenar.