Una de las oraciones, junto con el Parenuestro, mas recitadas por los cristianos de la rama catolica, es el Ave Maria. Una plegaria poetica y cancionada a lo largo de la historia, por musicos importantes. Pintada en cuadros renacentistas como los de Fra Angelico. Una oracion en zapatillas, domestica y entranyable. Menos contundente y solemne que el Padrenuestro. Mas de andar por casa.
La figura de Maria en el cristianismo es un simbolo materno y testimonial de las raices humanas de Jesus. Pero en el catolicismo ha llegado al colmo de la exaltacion, tal vez porque en los retratos antropologicos de la antiguedad fue la sustituta de la figura de Isis, la "madre" egipcia de la divinidad. Maria responde al arquetipo divino de la maternidad. Al milagro de la vida que se renueva en el nacimiento.
Realmente en los evangelios no existe ningun indicio mariolatrico. La figura de la madre de Jesus aparece sobriamente tratada por Mateo en la encarnacion, el encuentro con Isabel, el Magnificat delos humildes y el nacimiento. Solo Juan, que segun cuenta el mismo, se encargo de ella por recomendacion de Jesus, la cita, ademas del episodio del calvario, como colaboradora y animadora en el relato de las bodas de Cana que tienen un precioso significado. El resto de citas es simple y a veces tan natural como cuando ante la visita de la madre al hijo predicador, este afirma que sus lazos familiares estan en la humanidad que descubre al Padre Dios, y no en los vinculos carnales y encadenadores de la familia, y con la afirmacion impactante y bastante heavy de que "quien no odia a su padre y a su madre no es digno de mi". Frase, seguramente mal traducida y peor interpretada, que ha condicionado tantas veces la vena sectaria y fanatica del catolicismo. Evidentemente, es imposible que un ser de la talla de Jesucristo, noviolento por naturaleza, compasivo y misericordioso con enemigos y con lo peorcito de cada casa, manifestacion completa del amor divino, hiciese ese tipo de afirmacion.
Mas bien su recomendacion es la de transformar el tipo de lazos que nos vinculan en la familia y frustran las posibilidades de crecer porque repiten esquemas enrarecidos que se heredan e impiden el depertar y la lucidez responsable y autonoma, imprescindible para un desarrollo adecuado.
En la religiosidad cristiana, como en la judia, Dios aparece en masculino.La trinidad es masculina. Tal vez por la pesima prensa que la mujer tiene en la Biblia, desde el mismo comienzo de la humanidad. Provocadora. Incitadora al mal. Manipuladora. Cizanyera y lianta. En fin, como ver el rostro femenino de la divinidad arrastrando ese curriculum? Como justificar que el hijo de Dios hubiese nacido de una mujer, estando el genero femenino inmerso en aquel lodazal de bajas concupiscencias enredadoras de la "virtud" masculina y marcadas hasta por la biologia que las mancha de sangre una vez cada 28 dias dejandolas empastradas hasta fisicamente? La solucion era que Maria hubiese sido tambien concebida sin "mancha" ni vestigio del dichoso "pecado original", porque ademas, el acto de concebir hijos atraves de esa concupiscente tendencia llamada sexualidad, era vergonzoso y solo permitible y disculpable si se empleaba para la reproduccion. Los buenos catolicos llevan unos mil quinientos anyos mas o menos hechos polvo y divididos por un Dios incoherente y sadico que les da un sistema reproductor para crecer y multiplicarse solo materialmente, y tambien con el estigma amenazante del pecado, si ademas de usar el sistema reproductor para perpetuar la especie lo aprovechan para demostrarse carinyo, ternura, intimidad y crecimiento compartido atraves de una union afectiva, bella, capaz de transformar el eros violento del deseo reproductor, en una abrazo sutil que une cielo y tierra, cuerpo y alma en una fusion de voluntades, pensamiento y elevacion. En meditativa entrega. En plegaria a dos voces y en silencio contemplativo que descubre el amor divino en los lazos humanos como ya experesa el Cantar de los Cantares. Que puede crecer, multiplicarse y poblar la tierra de sentimientos hermosos, de seres magnificos y libres, conscientes, de obras de arte, de poesia y sutileza, si las tendencias originales, en vez de condenarse y castrarse, se aducan e iluminan con orientaciones mas adecuadas a lo humano que a lo animal, que termina reducido a instinto salvaje reprimido. A la droga dura de la adiccion, cuando se separa sexo de amor. Un polvorin al que no se puede arrimar la cerilla de un pesamiento o de un deseo porque la bestia escondida y avergonzada de su condicion, no termina de asumir que no es bestia, sino el lado creciente de una virtud desconocida, que esta por refinarse y enriquecer aun mas la esencia de la especie.
En vez de investigar con honestidad y agradecimiento ese don maravilloso de la sexualidad cuando se convierte en amor, los catolicos decidieron suprimirlo del catalogo de la santidad posible. Y condenar a la mujer al servicio del hombre. En perfecta herencia judaica y vetotestamentaria, como en el Islam, las mujeres no se ordenan en el sacerdocio de su iglesia. No pueden consagrar. Son gestoras y gestantes de la vida, madres nutricias de todos los hombres, receptoras de la semilla que fecunda, pero no son dignas del sacerdocio, ni de tocar lo sagrado. Son las limpiadoras. Las cocineras. Las siervas...Las ultimas...Sin embargo sin ellas no hay vida posible. Sin la generosidad femenina no habria nada, lo mismo que sin la fuerza masculina tampoco. Ellas lo saben. Ellos, aun estan descubriendolo.
El Evangelio, en cambio, lo mismo que en la concepcion y nacimiento de Buda o de Mitra, ha proporcionado una vision mucho mas "moderna" y poetica de la mujer y de su dignidad. Ya que el hombre no sabe captar la altura y la profundidad del amor que da vida, es el propio Espiritu el que propone a la mujer que conciba en su seno virginal la vida del hombre-dios. Del Hijo divino del Hombre Eterno. Del Yo superior. Y manda a un arcangel de inspiracion a proponerle el milagro, "porque ha hallado gracia a los ojos de Dios", porque Dios mismo se ha enamorado de ella, de su finura, de su bondad, de su silencio y de su discreta pureza. Porque la considera su igual. Porque nunca se avergonzaria de lo que ha creado. "Yo te saludo, Myriam de Nazareth, porque estas llena de gracia y el Senyor esta contigo, ha bendecido en ti a todas las mujeres que son como tu ..."y bendito sera siempre el fruto de tu vientre", anyaden las palabras de otra mujer, la prima Isabel, que espera tambien un hijo celeste y sabe reconcer la grandeza del amor en cuanto la ve y la siente en su interior, sin que nadie le diga nada. El rostro femenino de Dios empieza a dibujarse sobre la tierra en la figura de la madre que acoge la vida sin miedo y superando lo que no entiende se convierte en tierra fertil para que el cielo crezca dentro de ella y sane poco a poco las heridas naturales de una humanidad en busca de su divinidad.
El final de la metafora divina y del saludo angelico, es una oracion hecha por los hombres, que al fin intuyen de lejos, con miedo y reverencia, la gracia de la mujer bendecida por el don de la maternidad, en todos los sentidos, biologica, psiquica, afectiva, espiritual..."Santa Maria, Madre de Dios en la humanidad, cuida de nosotros los despistados y entretenidos, los dormidos y encandilados por las apariencias que tapan la realidad...ahora y en la hora de nuestra muerte, porque en esa hora decisiva necesitaremos siempre la mano maternal divina que cierre nuestros ojos cansados de no ver y abra nuestro ser al infinito..." No sera un Dios justiciero ni condenador lo que encontraremos, sino a Padre/Madre. La acogida protectora paternal que sale al encuentro del hijo que vuelve despues de andar buscando fuera lo que llevaba dentro y la ternura inamovible de un corazon maternal purisimo que nunca nos ha abandonado en el camino de la existencia temporal, que estaran ahi dentro y alrededor para ahuyentar fantasmas y creaciones mentales que las cultuaras del castigo y la condena han creado e inventado haciendo que la humanidad se crea lejos y perdida, envuelta en tinieblas de terror y desesperanza.
El destino humano es compartido entre las dos facetas unidas de Dios. "Hombre y mujer los creo" a su imagen y semejanza. El ser es uno con dos aspectos que se complementan entre si. Yinn y Yang, Tao. Padre, Hijo e Madre-Espiritu Santo. El rostro materno de Dios o el rostro paterno de la Diosa crean la vida del Hijo/a que les lleva dentro. SIEMPRE UNO.
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