martes, 18 de noviembre de 2025

Muchas gracias, Nueva Tribuna y a Roberto R. Aramayo, por este aporte histórico y reflexivo, y que así el pasado nos sirva para no repetir la Historia del horror, que tant@s español@s padecimos en los años , 40, 50, 60, 70, y de los primeros 80 en el siglo XX y que continuamos soportando en el XXI con la misma mugre heredada, conservada y producida por los residuos tóxicos, que ahora estamos experimentando, unidos al resto del mundo, que también ha ido siguiendo los mismos senderos del idéntico panorama universal. Un mismo indiscutible y demoledor sistem in failure, que infecta igualmente a los totalitarismos demoledores que a las popularismos falsamente democráticos; en el fondo de esta falsa humanidad, lo que ha venido contaminando todo, es la ignorancia de lo mejor de cada ser humano que impide conocer, valorar, potenciar, compartir y disfrutar el NOSOTR@S, liberándonos para siempre de la tiranía del ego, infectando todos los tejidos vitales, mentales, emocionales mediante la esclavitud personal, social, sometedora y adoradora de los poderes más rimbombantes, más primitivos, ególatras/idólatras y dormidos ante la Realidad de la Consciencia, del Alma y de la verdadera Inteligencia, un nuevo estado evolutivo sin el que ya es imposible que nuestra especie, y hasta el propio Planeta consigan seguir vivos, si la especie que parte el bacalao sigue, mayoritariamente, en este plan, en el que los dictadores sanguinarios pueden llamarse Hitler, Mussolini, Franco, Netayahu, Putin, Trump, Bolsonaro, Milei, Abascal, Feijóo o Mazón o Ayuso...Sostenidos y votados por irresponsables, fanáticos, 'desilusionados' o miserables al por mayor en la inopia, que no votan a los menos peligrosos porque la responsablidad cívica y ética que deberían asumir, les parece humillante e inútil, y así, regalan escaños y puestos de responsablidad desde la nada a lo peor de lo peor... Por ejemplo, "como estoy muy cansado de Ximo Puig no voto a nadie para que salga lo que sea, menos el aburrimiento del PSOE otra vez..." Y ahí está el resultado: la 'ideología' del Ventorro, su sentido de la irresponsablidad total, y la maravilla de sus consecuencias, burradas y destrozos asesinos que sin la cooperación pasota de los "buenos" que se abstienen, nunca habría permitido que "los malos" hayan dejado València en auténtica bancarrota social, antiorganizativa y antipolítica. Reivindicar a los muertos históricos autores tiránicos de lo más impresentable es inútil y disparatado, sobre todo cuando han sido una verdadera aberración inhumana y enferma de su propia infección que acabó y acaba con ellos y con todo lo necesario para que la humanidad despierte, compenda y cambie sin necesidad de perecer en el horror. El pueblo tiene voz y necesita expresar sus necesidades, sus carencias y también su felicidad y sus ideas sanas y útiles., sus iniciativas y propuestas concretas y realizables, mucho mejor ideadas y organizadas por la ciudadanía concreta del día a día, que por los poderes teóricos,mecánicos y sólo rentables en la inopia práctica del "forring office", como sucede en estas pseudodemocracias de quita y pón, de "kratòs sin dèmos" -poder sin pueblo- o sea, de ppoder sin servir ppara nada, sólo para berrear, insultar, cobrar sueldos millonarios sin dar un palo al agua, y tener pprivilegios, que quienes le ppagan con el sudor de su frente, nunca tendrán. Olvidemos el odio, la venganza, la rabia, los orgullos, el rencor histórico e histérico y pongamos en marcha ese reino de los cielos en la tierra cuya semilla TOD@S llevamos dentro, y que en realidad es nuestro origen y nuestro destino. Ningún "poder divino" ni religioso, salva a nadie que no sea consciente de lo mejor de sí mism@s -no desde los egos, sino desde la humildad el SER- y le permita realizar la mudanza siempre en paz, en luz sorprendente y en una nueva experiencia vital sin vuelta atrás, por más años que pasen. Y eso no es cosa del ego, sino de que el ego despierte de una vez y entre en la Casa Infinita del Nosotr@s. No hay privilegios ni nadie por encima de nadie. Sólo la humildad del Amor Infinito , más allá de tiempos, espacios, vacuidades y tontunas. Volvamos a nacer en el inmenso abrazo de la VIDA MATERNOPATERNAYSOROFRATERNA sin más, y todo será nuevo para TOD@S a cada paso que damos y milagro que nos lleva a la CASA de TOD@S, de la que en realidad nunca hemos salido...Ainssss!!!!


50 AÑOS SIN FRANCO

La democracia no es el problema y Franco fue un dictador sanguinario

Franco, después de traicionar su juramento al régimen republicano, usurpó el poder durante casi cuatro décadas durante las cuales media España fue sojuzgada o tuvo que partir al exilio.

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Cunde la especie de que una dictadura podría solucionar los problemas del sistema democrático, tal como sucedió con la República de Weimar. La dictadura franquista usurpó el poder con las armas y fue cruel con quienes perdieron la Guerra Incivil.

Pensar que la democracia es el problema y que se podría vivir mejor bajo una dictadura o que no hay diferencia entre uno u otro régimen político es desconocer las elecciones de la historia. Es obvio que ahora mismo incluso en los países presuntamente más prósperos, a la vista de unos buenos indicadores macroeconómicos que no se notan en la vida cotidiana, buena parte de las generaciones más jóvenes tienen la impresión de no poder planear su futuro, porque acceder a una vivienda para emanciparse se ha convertido en un lujo y el salario promedio no da para pagar las facturas más elementales.

Este panorama se ha traducido en un malestar social que menosprecia la democracia y el comportamiento de los partidos políticos no ayuda en absoluto con su peligrosa polarización, que convierte al adversario político en un enemigo a batir, generando un ambiente paramilitar de atrincheramiento ideológico y un maniqueísmo que impide trabar acuerdos para solventar los auténticos problemas de la ciudadanía. Los grandes debates quedan encubiertos y preteridos por acusaciones mutuas que convierten a la política en un instrumento para sus propios fines, insultando nuestra inteligencia con frivolidades pueriles o malversando perversamente un terrorismo que ya no existe sin reparar en el daño hecho con ello a las víctimas.

Mentir se ha convertido en el deporte favorito de los delincuentes y sucedáneos, aplicando los métodos del trumpismo. Inventarse una realidad paralela, una especie de imaginario mundo infantil, donde todo va según sus veleidosos caprichos y no cabe rendir cuentas ni hacerse responsable de nada en absoluto. Alguna gente compra este discurso porque les reconforta escuchar que hay fórmulas mágicas para sus miserias, por mucho que nunca se apliquen al ser fantasmagorías inasibles. Otros repudian la política, como si esta inaceptable pantomima pudiera homologarse con un arte tan serio y noble, cual es el de administrar honestamente la esfera pública.

La prestación de servicios básicos es lo que corresponde gestionar a quienes el voto popular coloca en las instituciones. En sus manos debería estar que contemos con los recursos energéticos y de comunicación más imprescindibles, además de garantizar un sistema sanitario, y educativo tan accesibles como bien dotados o que los más desvalidos no queden a la intemperie cuando necesiten auxilios. Ahora por ejemplo les correspondería regular cuanto concierne a esa IA que lo puede cambiar todo y que aumentará los privilegios de unos pocos en manos privadas.

Desmantelar lo público para privatizarlo absolutamente todo es algo incongruente con un sistema democrático que selecciona por un tiempo a quienes deben administrar la ‘res pública’. Para eso está la iniciativa privada cuyos réditos no deberían incrementarse gracias al erario público ni una especulación financiera propia de un casino. Los programas electorales que manifestaran su intención de privatizar sin tasa suponen algo contradictorio con el juego político, aunque consigan adeptos que consideren un robo la recaudación de tributos y crean más apropiado abstenerse de hacerlo como gorrones que se benefician del resto sin sonrojarse por ello.

Hace un siglo la República de Weimar atravesó un trance parecido. La socialdemocracia fue considerada el origen de todos los males y eso dio paso a una confrontación radical entre las posiciones más extremistas, abriendo paso al nazismo y su Estado totalitario. Solemos olvidar que mientras gobernaron las derechas la II República española no supuso ningún problema y que fue la victoria electoral del Frente Popular el detonante del golpe. Algunos generales decidieron traicionar a su patria desenvainando el sable y provocaron un fratricida conflicto bélico, que ganaron gracias al apoyo de Hitler y Mussolini, implantando luego un régimen fascista denominado nacional catolicismo por el decidido apoyo del Vaticano y la jerarquía eclesiástica española.

Sin bien es cierto que se cometieron atrocidades por parte de ambos bandos en la contienda, la posguerra permitió a los vencedores mostrar durante mucho más tiempo su crueldad con quienes portaban el gen rojo. En realidad, la cruzada era una batalla eugenésica, como la emprendida por el nazismo contra los judíos. De hecho, la brigada político social aprendió a torturar con las SS y Himmler le dio a Franco la idea de utilizar a los republicanos para reconstruir el país, utilizándolos como mano de obra esclavizada para construir verbigracia pantanos o el faraónico monumento del Valle de los Caídos.

Franco, después de traicionar su juramento al régimen republicano, usurpó el poder durante casi cuatro décadas durante las cuales media España fue sojuzgada o tuvo que partir al exilio. Algunos resultaron muy beneficiados y siguieron en las instituciones tras el advenimiento de la democracia. Las previsiones de continuar el régimen tras la muerte del Caudillo contaban con un monarca elegido a tal efecto y educado en los principios del Movimiento. Solo figuras como Torcuato Álvarez Miranda, Adolfo Suárez o Santiago Carrillo consiguieron encauzar una transición que quiso liderar Manuel Fraga, fundador del Partido Popular. Del 23 F mejor ni hablamos

El medio siglo transcurrido desde la muerte de Franco nos permite hacer un balance y hacer un inventario de las contribuciones realizadas a la modernización del país o a su desmantelamiento. Es una triste noticia que la democracia sea considerada el mal radical y ciertos discursos catastrofistas calen tanto en una población harta de las acrobáticas piruetas circenses que algunos denominan ominosamente ‘política’, siendo únicamente politiquería del tres al cuarto. 

Como cualquier otro instrumento, la política puede ser manipula y verse atropellada por unos abusos que la desnaturalicen. La política es cosa de todos y cada uno de nosotros. Mantenernos al margen deja el terreno libre a los a abusones de turno, cuya pretensión es utilizarla para perseguir sus propios intereses al margen del bien común. Para ese objetivo no dudan en difamar y recurrir al engaño sistemático, al modo en que lo hacía Goebbels o con su peculiar estilo hace ahora entre nosotros Miguel Ángel Rodríguez como mano derecha de Ayuso.

Recomiendo la lectura de Franco-ETA: La extraña pareja, un ensayo político que sirve para refrescarnos la memoria en este cincuentenaria del fallecimiento de Franco. Afortunadamente hay diversos documentales que podemos ver estos días gracias a esa efemérides. Las nuevas generaciones quizá no son conscientes de algunos privilegios cívicos que dan por supuestos y que ninguna dictadura preserva salvo para una escasa élite plutocrática, por muy mal que vean sus perspectivas de futuro, siendo esto algo que urge remediar sin más dilación y que requeriría la colaboración de todas las fuerzas políticas.

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