lunes, 26 de mayo de 2025

Haciendo los deberes cada día en la escuela de la conciencia se aprende a ver, a preparar y a valorar el pan nuestro de cada día con el que la especie humana alimenta su autoconocimiento y su despertar. Nos conviene investigar el verdadero significado de lo que pensamos, hablamos, escribimos, sentimos al mismo tiempo que lo compartimos, unas veces para nuestro ego/persona y otras para el Nosotr@s individual y colectivo. Vamos al tajo, querida family!

 

 Hoy se me ha colado en el ordenador de la conciencia el uso normalito que l@s human@s hacemos del concepto lucha. Y del retintín admirativo y hasta muy positivo con que lo manejamos. No se nos ocurre relacionarlo para nada con el concepto guerra, cuando en realidad jamás podrían existir guerras sin lucha. Algo así como si pudiesen existir infecciones graves sin virus ni bacterias ni dolores ni fiebres, sin síntomas y sin causas, y para colmo la humanidad considerase que padecer esos males es muy loable, virtuoso y necesario. Tenemos el adjetivo "luchador y luchadora" como un piropo que endosar a quienes se empecinan y son capaces de cualquier cosa, por difícil, dañina, disparatada  o cruel que sea, si eso favorece el salirse con la suya, en cualquier aspecto antropológico, triunfando sobre dificultades y problemas, aunque tantas veces eso tenga como consecuencia hacer papilla a otros, como a sí mismos. 

Veamos qué significa y de donde procede el término lucha. Su origen es el latín. Y su contenido semántico es originalmente lucta-ae: pelea, discusión, contienda, una sencilla palabra declinable que fue derivando en acción verbal con el verbo luctor, de la primera conjugación, una puesta en marcha del concepto inicial, que significa pelea, discusión, contienda, agresión y lucha, sin caer en la cuenta de que la raíz semántica es luct, la misma que da origen al término luctus-us, de la cuarta declinación que significa,para remate: luto, duelo y llanto, dolor profundo y lamento por la pérdida de seres queridos o de todo aquello que es imprescindible para vivir con dignidad y felicidad. Algo así como la depresión que producen las desgracias. 

La lucha no es una virtud como nos sugiere la inercia de la ignorancia, en realidad es una desgracia y considerarla necesaria y positiva, como un valor social, político, religioso, cultural, económico y hasta presuntuoso, es como una droga lingüística. Cuanto más necesario se hace por adicción, el consumo del brebaje considerado hasta como "virtud", más se autodestruyen los consumidores del producto. 

Las guerras, esas masacres demoledoras, cuya tendencia "natural" nos viene directamente de la herencia animal más primitiva de nuestra especie, pues es más que evidente que los animales sobreviven mediante la lucha entre especies, disputándose los alimentos, los espacios habitables, el poder reproductivo y las presas de caza, la posesión sexual. La lucha en ese plan es vital para su supervivencia. Tiene lógica que en la Prehistoria, con una humanidad recién estrenada en el Planeta, la animalidad nos contagiase su luctatio animalis.  

Han sido milenios y siglos arrastrando el aprendizaje troglodita y nuestra evolución oprimida y tan autoagredida, no puede más con el peso bestial de semejante herencia ya caducada, obviamente, gracias a ese proceso maravilloso, salvífico y divino que llamamos evolución, o sea, el desarrollo propio y compartido del tandem alma/conciencia, que nos va descubriendo paso a paso y en la medida que nos hacemos conscientes, nuestro origen y nuestro destino, saliendo del huevo de lo primitivo para emprender caminos nuevos, desarrollando las alas del espíritu, mediante el crecimiento de la consciencia, que brota de la semilla interior que al nacer en este mundo y empezar a respirar hace posible nuestro despertar y nuestro mejor desarrollo posible. 

Una vez descubierta la cueva de la confusión hay que salir de ella entrando en lo mejor del Nosotr@s mism@s. Así nos lo han ido mostrando y explicando en la práctica diaria los seres más avanzados que han dedicado sus vidas al servicio del Amor Infinito haciendo posible la materialización de su enegía. Lao Tse, Sidharta, Jesús, Rumi, Mikao Usui,...etc, etc... y todos los seres de luz creciente que han ido y van, siguiendo los pasos y experiencias vivas del Reino de los Cielos dentro de nosotr@s mism@s. Así, al descubrir el fondo sin límites del milagro perenne de la Vida, el valor de "la lucha" y su luto inseparable, se borra para siempre. 

No sigamos, por más tiempo, confundiendo "la lucha" con el esfuerzo contagioso y entusiasta de la luz infinita y su bondad, mucho más inteligente, humilde, feliz, inocente, sana y acertada que la mejor guerra(¡?), siempre demoledora y suicida para nuestra propia especie. Repasemos nuestra historia. ¿De qué han servido dos guerras mundiales, el genocidio del pueblo judío en manos de imperios hitlerianos por los siglos de los siglos, hasta conseguir que los propios judíos se conviertan en nazis? No pintemos de útil ni de justa "la lucha", por mucho que nos la quieran vender. Ni  desaprovechemos la energía que nos rescata y nos salva constantemente, usándola para todo lo contrario de lo que Somos en realidad. La guerra es imposible sin odio, sin miedo, sin engaños y abusos de poder y amenazar,  y sin vendas que tapen los ojos de la humanidad con mentiras, trampas, ignorancia y barbaridades sostenidas por los poderes y los dineros que nadie, por cierto, se va a llevar cuando su vida en la Tierra se acabe, dejando sólo un rastro repulsivo y terrible como resultado de tanta basura vendida como victoria y triunfo de lo peor de la especie, mientras el Planeta se agota y se convierte en un pedrusco vacío y achicharrado rodando por el cosmos.

Fuera luchas y adentro la paz, la verdad de la compasión, de la escucha mutua, de la empatía, que es aprender a ponerse en el lugar de los "enemigos", para que empecemos a verlos y a comprenderlos como los herman@s en el infinito y transformador Nosotr@s que son y somos en realidad.

Cuando salgamos a manifestarnos en las calles, porfis, que no sea "la lucha" rupestre de siempre el único motor sin frenos que nos inspire y nos anime, sino el cariño, el respeto, la ternura, la compasión, la liberación contagiosa y el buen humor, también, con y por los "enemigos", que en realidad sólo son máscaras, personae, tapando el rostro y la figura de la verdadera identidad en las antípodas del verdadero SER, que todas y todos SOMOS cuando despertamos y podemos reconocernos y así disfrutar de la Casa Infinita, donde nadie es extranjero ni enemigo porque tod@s somos la Gran Familia sin fronteras hija pródiga que vuelve a casa y siempre es recibida con todo el milagroso Amor de Padre/Madre/Hij@, mucho más que un dios etiquetado e idolatrado a imagen y semejanza de las religiones, sus intereses, sus apegos, sus miedos y sus obsesiones intocables. El Amor Infinito que nos crea, nos sostiene y nos acoge sin ataduras ni castigos, ni chantajes, ni discriminaciones, no se merece unas respuestas como las de este mundo, que para colmo son el finiquito de la propia des-humanidad...Ains!!!


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