😍🤗🧐👍🙏 Mil gracias, Luis, hermano poeta😍🤗🧐👍🙏

VERSO LIBRE

El patriotismo antipatriótico

Luis García Montero

 InfoLibre

Son muchas cosas las que le debo a la lectura de María Zambrano. En momentos en los que la razón práctica podía desembocar en la autodestrucción y en una cámara de gas, su concepto de razón poética sirvió para cuestionar cualquier modernidad que prescindiese del respeto a la dignidad humana. Me valgo de la razón poética cada vez que las dinámicas sociales quieren separar la razón y los sentimientos, provocando autoritarismos sin compasión o populismos irracionales. Frente al poder sin corazón o frente al asalto mediático de los fluidos neoliberales, creo en las instituciones capaces de ordenar el diálogo y la convivencia.

También pienso en Benina, la protagonista de Misericordia de Galdós estudiada por María Zambrano, cada vez que necesito justificar mi inclinación a la resistencia y la esperanza. Quien no puede asumir el cinismo del todo vale y nada tiene solución, ni la ingenuidad optimista del que desconoce las heridas de la realidad, llega a encontrar en las convicciones íntimas y en la propia educación sentimental argumentos para salvarse del odio y de la renuncia.

Pero el consejo de María Zambrano que más he recordado en los últimos meses es la necesidad de vigilar a los patriotas que trabajan para destruir a su patria, esa retórica del nacionalismo que se convierte en una forma dañina de perderle el respeto al sentido democrático de pertenencia y a la necesidad de convivir. Se trata de una precaución que aprendí con la lectura de Los intelectuales en el drama de España, un ensayo, muchas veces reeditado, que publicó por primera vez en 1937 la editorial chilena Panorama. 

Confieso que lo primero que me llamó la atención y me emocionó cuando cayó en mis manos el libro fue el anuncio en una de las solapas de otro libro, Madre España, en el que los mejores poetas chilenos mostraban su amor por mi país. Una España democrática y solidaria, sin tentación ninguna de imperialismo, había conseguido que poetas como Pablo Neruda, Vicente Huidobro y Pablo de Rokha la llamasen madre, igual que el peruano Cesar Vallejo, el cubano Nicolás Guillén o el argentino Raúl González Tuñón. Para quien ha heredado el profundo amor a España de una exiliada como María Teresa León, un preso como Miguel Hernández o un asesinado como Federico García Lorca, víctimas todos del falso patriotismo, la defensa de la Madre España supuso una invitación al orgullo.

A lo largo de sus reflexiones, en las que despuntan la esperanza y la razón poética, María Zambrano le explica a Gregorio Marañón, sumiso al golpe de Estado de 1936, uno de los motivos más fuertes de su indignación. Eran numerosos los levantamientos o las revoluciones a lo largo de la historia, pero ninguna había utilizado hasta entonces el patriotismo para vender a la patria. Los militares que dieron el golpe y provocaron la guerra, autodenominándose nacionales, no tuvieron el menor escrúpulo a la hora de vender España a Hitler y Mussolini.  

Así lo escribió María Zambrano en 1937: “En realidad estos nacionalistas se avergonzaban íntimamente de ser españoles, porque en España no había esa exhibición lujosa de fuerza y violencia que era el fascismo. Antes que españoles eran…fascistas y su pertenencia a España estaba condicionada. Y eso es lo que nos separa, doctor Marañón: nosotros antes y sobre nada pertenecemos al pueblo español y estamos unidos a su suerte y a su porvenir incondicionalmente porque le amamos y este amor nos da esperanza en sus decisiones”.

No puedo evitar acordarme de María Zambrano cada vez que alguien intenta deslegitimar a un Gobierno elegido por los españoles en las urnas, cada vez que los políticos con banderita de España en la muñeca intentan desprestigiar en Europa a la nación, cada vez que un nacionalista trama conspiraciones para que los fondos europeos no lleguen a su país  o cada vez que en nombre de la patria se venden la salud pública, la luz y el salario de los españoles en beneficio de los bancos y las grandes empresas. Sí, es una triste verdad actual: son peligrosos los patriotas que no dudan en vender a su patria. 

 

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Comentario del blog:

 

Como siempre, las reflexiones de nuestro hermano poeta ayudan a profundizar en el pensamiento y en la emoción para que el sentimiento nos impulse a reconsiderar concepto y actitudes. Personalmente, me impulsan a reconsiderar el concepto y la experiencia de "la patria" y a las alturas de la historia que padecemos, solo me cabe en la conciencia el planeta Tierra como 'matria' de la humanidad, como la Casa Común a la que pertenecemos tod@s,  cuyas habitaciones y espacios a compartir son los países, continentes, regiones regaladas, sin compraventa ni guerras, por la madre Naturaleza. 

Nadie posee la inmensidad, los seres humanos, como los animales y  las plantas, formamos parte de ella y precisamente no comprenderlo ni vivirlo se convierte en un infierno demoledor y ya globalizado que no nos permite evolucionar ni, como dicen en las escuelas de EGB, " progresar adecuadamente". Precisamente, el himno de La Internacional Socialista lo viene dejando meridiano desde hace más de un siglo: "El hombre del hombre es hermano, derechos iguales tendrá, la Tierra será un paraíso, "patria de la humanidad". Debo añadir que la inclusión de "la lucha" en el contexto, no encaja con el presente y el futuro que ahora necesitamos establecer, por varias razones: 

1) El mundo se ha quedado tan pequeño y en tal proceso voraz de agotamiento exponencial, que ya no hay espacio común ni privado disponible para mantener luchas y sostener vidas imprescindibles en buen estado, sin que todo se vaya a la mierda y la enfermedad/plaga vaya siendo el estado "natural" de la especie y del biós planetario. Sobre todo porque el virus más agresivo es el propio ser humano(¿?)

2) Las actuaciones materiales de las "patrias" se basan fundamentalmente en el miedo del poder a dejar de ser necesario para sus sostenedores. De modo que si no hay conflictos con "las patrias" circundantes, ni rifirrafes en acción, el fervor patrio se desinfla y se queda en nada. Las "patrias" son la ampliación del ego individual más primario en el plano colectivo. Un ejemplo muy cercano y actual: la negativa de Macron a construir un gaseoducto transpirenaico para que Portugal y España puedan quedar unidos al Continente  en un momento tan crítico, inestable y difícil en el tema energético, sin caer en la cuenta de que si la Europa del Este hubiese hecho eso mismo, negando el paso al combustible por sus territorios hacia Occidente, Francia no hubiese podido cocinar, ducharse o poner la calefacción con gas. Otra modalidad del mismo rollo es la negativa de la Italia de Salvini a acoger refugiados y migrantes ex-patriados por supervivencia, sobre todo si son negros y pobres. Y cómo no, en el caso español poner concertinas en las fronteras, para evitar el acceso a los emigrantes, ¡en el propio territorio africano!, por parte de España. Y eso no lo decide el pueblo en  las urnas sino los "patriotas" que manipulan a sus anchas, por delegación automática. ¿Tenemos derecho a invadir continentes invadiendo otras "patrias" durante siglos? ¿Tiene Inglaterra derecho a establecerse como "patria" impuesta en Gibraltar o en cualquier lugar de la Commonwealth a miles de kilómetros de la "patria" sin que nadie haya preguntado a los nativos invadidos si están de acuerdo en admitir como "patria" un fenómeno tan absurdo, sobre todo ya en el siglo  XXI?

3) Las 'patrias' no son cosa natural del pueblo, sino un invento ancestral de los que mandan sobre los pueblos y viven de ese poder, que procede indefectiblemente del dinero, de sus manipulaciones y sus redes de pesca, que es en lo que miserablemente ha derivado el concepto de la política (servicio a la ciudadanía que habita en las "polis", haciendo todo lo contrario: usar a la ciudadanía para situarse en una vida cómoda y bien pagada, mangonear, forrarse y, si se puede, vivir siempre a costa de la politeia, ya sea en lo estatal como en lo privado puertagiratorio que controla 'patrióticamente' , desde siempre, lo estatal). 

4)Lo primero que el pellizco patriota ultraderechil cacarea para hacerse hueco en el poder, es el miedo, del miedo pasa a la confrontación, a la amenaza, al "delito de odio", a invadir instituciones para tener caché oficial, a ver enemigos hasta en la sopa, la paz no está ni se la espera ni se la conoce nada más que de oídas y temidas, porque su llegada significaría el entendimiento sin barreras, el finiquito del patriotismo; la paz en ese nivel sin conciencia ni alma ni verdadera inteligencia, significa el fracaso de todo un sistema,podrido  hasta las cachas, pero hasta ahora el único que da resultados para el forring office. 

5)Si los pueblos descubren la fraternidad y la cooperación, y que la única "patria" que tiene sentido verdadero es la humanidad compartiendo feliz y tranquilamente en paz el mismo planeta, con capacidad creciente de cooperación federal de municipios autosuficientes y solidarios superando fronteras y "patriotismos" ¿qué pasaría con sus privilegios, su poderío y sus negocios, su glamour y sus paraísos fiscales? 

6) El mejor y más rentable escenario ad hoc es el lavado constante de cerebro y emociones, que no dejen espacio ni tiempo para descubrir el fregado patriótico en el que los instintos más primarios se rebocen en el concepto "patria", ya sea, como fallas, como mascletás, juergas nacionalizadas, como corridas de toros, sanfermines, toros de la Vega o toros embolaos, colocados a la misma altura "patriótica" que las procesiones, romerías y fiestas de guardar, en las que desfilan los devotos con los legionarios y las imágenes de Jesús de Nazaret y la Dolorosa al ritmo de marchas militares, porque no es lo mismo matar por dios, la patria y el rey que matar solo por orden de Hitler, Stalin, Mussolini, Roosevelt, Bush, Biden, Aznar, Putin o Zelenski...Ains! Tampoco es lo mismo matar a tiros que hacerlo a base de medicamentos a cascaporro en una residencia de ancianos o por falta de comida o de descanso o de techo o de atención médica que da cita para dentro de seis meses...Eso es lo que hasta ahora venimos llamando "la patria". 

No dejemos que la épica de los cantares de gesta pasados  por la fotocopiadora de la misma aberración nos sigan dejando k.o. las neuronas y la conciencia, porque en ello nos va la vida de tod@s y también de la misma matria Naturaleza que nos hace posibles y mutuamente sostenibles. 

Debo estar en la parra, seguramente, pero a mis recién estrenados 75 septiembres, a lo largo de mi vida, no he encontrado fuera de ese "espacio psicoemocional y fraterno" ninguna otra razón ni convicción ni experiencia fundamental que me incline a la fragmentación de esa vivencia que es bastante más "matria" que patria. Y no es feminismo, es apertura y acogida; como hija única durante 17 años y luego madre de ocho hij@s he descubierto que la maternidad esencial no se limita a los lazos de proximidad ni de los genes, ni de los territorios y que solo cuando hombres y mujeres crecemos y acertamos a encontrar dentro de cada un@ al padre y a la madre, al hermano y a la hermana, a la hija y al hijo que somos tod@s sin excepciones, las patrias como separación de bienes y de males ya no existen y no es que las rompamos ni las destruyamos aposta, es que se disuelven solas, por sí mismas, como el tiempo, como el azúcar o la miel en un té o en un café calentitos. 

Es una experiencia práctica no es una especulación ni un dogma ni una utopía, ni una imposición, es la pedagogía natural de nuestra esencia humana, una necesidad tan delicada como dulcemente imperiosa, sobre todo si es cierto que deseamos que la humanidad no se vaya por el desagüe y el Planeta enloquezca como está sucediendo actualmente, porque a la matria que se llama Gaia  no se la "salva" destruyendo su esencia para sobremorir  tan miserablemente, rechazando e incluso matando a sus propios miembros si no son idénticos entre sí. ¿Acaso son idénticos los hijos de la misma familia y se les acepta y se les quiere como son y aun se les ayuda más si no son "perfect@s" y todo les sale genial? 

Las "patrias", por mera mecánica heredada, usan lo que las "une" para dividir, ponerse gallitos, y separarse del resto de la humanidad si la cosa no sale a favor de sus fijaciones reivindicativas. La gran lección del momento -Ucrania, Rusia, Palestina, Siria, Armenia, Yemen,Marruecos y el Sahara Occidental con España de por medio, las inundaciones terribles de Pakistán, los USA y China en la parra del negocio global, el agotamiento de las fuente y contaminación de las energías tóxicas, el pifostio europeo pillado entre dos precipicios: el de la especulación y el de la devastación, el canto de sirena afónica de los USA y el grito desgarrador del agotamiento de recursos por guerra sin sentido y cambio climático imparable, deberían abrirnos los ojos, dejando a un lado lo que nos divide y potenciando lo que nos une, no solo como españoles, sino sobre todo, como Humanidad sin fronteras, como ya hacen los Médicos sin ellas, y como debemos empezar a hacer tod@s cuanto antes; el tiempo no tiene marcha atrás y aunque solo sea por egoísmo, el amor, la empatía, la compasión y la acogida deben ser ya  nuestras nuevas matrias, sin la menor duda; por suerte, la poesía es y puede ser aún más, el mejor y más acogedor puente hacia el futuro matriótico de una nueva humanidad que vaya superando la necesidad de envasarse al vacío en los viejos frascos de las patrias-momia. Un futuro que solo será posible con el cambio lúcido, honesto, equilibrado y humanitario de este presente. Los futuros no se improvisan, dependen de lo que hacemos o evitamos hacer en el día a día. 

Se entiende que desde una narrativa romántica, mítica, uniformada y evidentemente distorsionada por los propios narradores de la Historia, el fenómeno patriótico tenga tanto tirón emocional sobre los pueblos, ya que si un historiador o un escritor  se iban de la lengua y de la pluma, el poder del momento los convertía instantánemente en herejes y en pinchos morunos de hoguera inquisidora sin compasión, una virtud blanduja y tontorrona que a las patrias no les hace ningún "tilín" por si les quita autoridad. Y hasta ahí podíamos llegar, xd!

¿Habrían muerto de igual modo Unamuno, Antonio Machado, Miguel Hernández ,Muñoz Seca, Calvo Sotelo o Federico García Lorca, el Doctor Pesset Aleixadre un modelo de humanidad y de médico, o mi tío José a sus 18 años, con un brillante primero de carrera de Ingeniería de Caminos recién terminado y  fusilado en Ciudad Real por salir a la calle el 18 de Julio del 36 con una camisa de Falange, por cuyo "delito" primero fue a la cárcel siendo menor de edad y tras cuatro meses en prisión, fusilado "por traición a la patria", o mi tío abuelo Joan Farrás i Serra, desaparecido a los 33 años, y obligado a entrar en combate en la batalla del Ebro, sin ser militar ni rojo ni azul, solo padre de familia y guarnicionero...  me pregunto, habría sido así si España en vez de una "patria" hubiese sido una matria? Urge que revisemos inercias y superemos relatos, leyendas y ficciones manipuladas cuanto antes, y que maduremos para que el menú de cada día no sea tan tóxico y nos alimente, nos humanice sin tiquismiquis, en vez de mantener activa la enfermedad silenciosa de la costumbre que mata sin piedad lo mejor de nosotr@s mism@s, sin que ni siquiera caigamos en la cuenta.

Lo importante es que los árboles patrióticos no nos impidan ver el bosque completo, profundo y fértil,  de una nueva humanidad en construcción como Casa Común inevitable. 

Intentemos el menos reconocer primero y superar a continuación las tendencias más primitivas, disfrazadas de lagarterana o de fallera mayor,  que aun nos impiden evolucionar hacia un  nivel que ya es urgencia y vayamos haciendo un buen funeral a la herrumbre y a las costras del pasado liquidando conceptos insostenibles que ya solo son cadenas y lastres tóxicos, si es que de verdad queremos que la vida no se nos disuelva en la lejía trasnochada y en el aguarrás institucionalizado de un patriotismo más cerca del fervor y la eficacia del hacha de sílex monitorizada que de la esperanza y de la vida auténtica, que vale mucho más la alegría de Ser en auténtico presente que la pena de repetir e imitar obtusos e ilusorios pasados sin futuro.