En la Edad Media los religiosos alemanes del pueblo llano se despacharon hasta en el monasterio, con estos cantos críticos y burlescos dejando el rollo religioso en el lugar que debería ocupar siempre: el bendito e inocente humor y la gozosa chirigota. Nada que ver con el miedo a los castigos ni la misericordia como chantaje, con el maravilloso 'humor de dios' -mucho más PadreMadreAmorVida que ídolo todopoderoso a su bola religante- y que sólo espera que l@s hij@s despistad@s y con el alma en el pozo del olvido, entren dentro de sí, se aparten un ratito cada día de las pantallas y los cotilleos estúpidos para cultivar conciencia, y así recuperen la inocencia de la hondura y salgan del panteón costroso del finiquito autopropulsado.
Pues bien, eso es lo que la humanidad actual debe hacer con el sistem in failure de su propia invención, que ahora, desparramado y enloquecido, la oprime y la mata: unos buenos Carmina Burana de barrio, de minimalismo rural pleno de gozo resucitado, hasta llevarnos la sorpresa de descubrir entre nosotr@s, el nuevo continente compartido, de la Conciencia de un@ al tod@s... Ése es el futuro que nadie ni nada podrá impedirnos construir en el horizonte incontaminable del milagro a nuestra disposición, si queremos, claro! El uso del libre albedrío es cosa nuestra. Pero hay que saltar al vacío de la sorpresa, donde lo humano es lo divino y lo divino, lo verdaderamente humano...El significado de carmen/carminis, en latín, es 'poema', y carmina, es su plural. Poemas, poesías...
Saltemos cuanto antes de la pringue de una prosa en las últimas, al baño reconfortante y sublime de la poesía como transmutación eucarística (en griego: la buena gracia) y veremos maravillas en lo que desde la desesperación resignada y depresiva es el fin necesario de un mundo sin futuro y sin presente sano, que en realidad ya se ha acabado aunque parezca que no.
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