El president de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón (i) y el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo (d). - EP
El president de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón (i) y el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo (d). - EP

Cuando se creó la Unidad Militar de Emergencias (UME) en octubre de 2005, durante el Gobierno de Zapatero, las críticas de la (ultra)derecha -entonces todo estaba en el PP, también Abascal- se oían en el Tíbet. Los argumentos eran un chiste macabro, a la vista del desastre de las últimas horas con la DANA y teniendo en cuenta cómo la UME, especializada en el rescate durante grandes catástrofes, ha ayudado a tanta gente, a tantos pueblos y ha salvado tantas vidas. Decían los del PP y su órbita que la UME era "un capricho faraónico" o un "instrumento inventado" por el Gobierno del PSOE para ir desmilitarizando las Fuerzas Armadas, convirtiéndolas en una ONG cuando la función del Ejército es la guerra, putodefender España y ese blablablá de Dios-patria-rey que les encanta ... En ese argumentario andaban en 2005 y en esas razones andan en 2024.

Ahora mismo, las instituciones se encuentran volcadas en los rescates y el cuidado de los y las afectados de todo tipo por la peor DANA del siglo en España; también en la prevención de más daños, porque el temporal continúa fortísimo por media Península. Ya habrá tiempo -dicen los y las políticas- para la fiscalización de las administraciones competentes, sobre todo, la del Govern valenciano de Carlos Mazón, que cogobernaba con Vox hasta hace poco y sigue disponiendo del apoyo de la ultraderecha para mantener el poder. Efectivamente, los tiempos institucionales son diferentes a los de la prensa, en particular, y de la sociedad, en general, por lo que la ristra de reproches al Ejecutivo de la Generalitat por la gestión de esta tragedia no se ha hecho esperar en redes sociales y los canales dispuestos por la prensa. Nuestro deber es contrastarlo todo y en eso estamos, no obstante, con demasiadas certezas ya de errores y negligencias cometidas por esta administración autonómica. Pueden consultarlas AQUÍ.

Más allá de los fallos concretos que recogemos en Público (alertas tardías, falta de previsión laboral, anulación de la Unidad Valenciana de Emergencias sin darle tiempo a implementarse,... ), y a falta de más perspectiva y tiempo para analizar todas las cuestiones de una situación tan compleja y dolorosa, hay dos cuestiones que son bandera de los gobiernos de coalición de PP y Vox, solo del PP en el caso de la Comunidad de Madrid y de toda la derecha neoliberal: la privatización de lo público y el negacionismo de la emergencia climática, entre otras, que viene de un desprecio absoluto a la ciencia y una mayor querencia por las cuestiones de fe, llámale religión o llámale conspiraciones de todo pelaje.

Los hechos, sin embargo, llevan tiempo demostrando lo perjudicial de esta ideología, al menos, desde la pandemia, como constataron las tragedias en las residencias de mayores carentes de recursos y personal o las movilizaciones negacionistas de las vacunas y los contagios. Ayer mismo, en esa línea, el jefe de Prensa (un decir) de Alvise Pérez volvía en redes con la teoría disparatada de las presas demolidas como causa de las inundaciones, y a continuación, lanzaba una oración o así por las víctimas. Todo junto en un puñado de caracteres, el bulo y la oración, y ese sujeto sigue teniendo acreditación de "periodista" en el Congreso, por cierto.

Los científicos expertos  nos están alertando desde hace mucho tiempo de fenómenos cada vez más extremos provocados por la emergencia climática: mucha lluvia en tiempo récord y largas épocas de sequía y calor extremo, entre otros. Hay territorios con mayor riesgo (Comunitat Valenciana, Catalunya o el Este de Andalucía son algunos), nos dicen, aunque en toda España se notan los efectos de la aceleración del cambio climático, sean Galicia o La Rioja. Es importantísimo adaptar los territorios a estos riesgos para salvar vidas (se sigue construyendo cerca de los ríos), pero la Generalitat de Mazón optó por sacar pecho de la supresión del chiringuito que decían que era la Unidad Valenciana de Emergencias (como de la UME de Zapatero decían Mariano Rajoy y los suyos) y dar muchos millones de euros a la tauromaquia, que es el gran ejemplo de cuidado de la naturaleza, como todo el mundo sabe, y por eso se coloca a un torero franquista de vicepresident.

Es agotador tener que recordar una y otra vez que nuestros impuestos van a eso y los de quienes no pagan lo proporcional a su capital deben irlo también e inmediatamente; deben destinarse a reforzar desarrollos urbanísticos y unas infraestructuras públicas de prevención y rescate que se hacen especialmente necesarias en este momento. Contemplar la imagen subliminal que nos está dejando esta DANA es la mejor forma de entenderlo todo: trabajadores desprotegidos completamente por sus empresas, que los manda a trabajar ante una situación tan grave, y militares de la UME, bomberos, policías o guardias civiles (tus impuestos) rescatando a la gente con el agua hasta el cuello. No hay consuelo: el negacionismo mata.