Al reflexionar sobre el comportamiento del derechismo alucinatorio, inspirado desde el inconsciente colectivo por la fábula de La zorra y las uvas de Esopo, bastante más aterrizado de lo que parece, no he podido evitar el flash del papelón eurovisivo que España tendrá que afrontar este año, representada en Malmö por una nebulosa que se considera y se jacta de ser una zorra aspirante a zamparse las uvas del europremio a su zorrería.
Si analizamos el significado del concepto "nebulosa", se entiende bastante bien todo el aclarador conjunto de obviedades. La derecha imperialista sin principios y abarrotada de finales enloquecidos, a lo largo de la historia humana, va produciendo gases sin parar, o sea, una nebulosa, que se forma a base de la combustión de esos gases al entrar en contacto con la energía luminosa de cualquier estrella cercana con bastante más luz que ella: la democracia. Y claro, el resultado es una humareda expandida en el espacio. No es nada sólido, ni líquido, ni tangible, es sólo humo visible, y por ello, sólo una emanación tóxica. Sin vida propia. Mecánica y sin capacidad para crear ni sostener la vida verdadera. Un muermo cósmico. Simplemente. El producto exterior brutísimo de fumar constantemente los cigarrillos y porros del ego más obtuso y tarado. Una nebulosa no respira, ni piensa, ni se ocupa de nada ni de nadie. Sólo flota en la nada mientras la toxicidad del humo, su propia sustancia insustancial, se lo permita, mientras haya estrellas que generosa e inconscientemente le den el calor y la energía que ella, como nebulosa, ni produce, ni imagina siquiera.
Es curioso cómo la humanidad dormida en plan nebulosa total, reproduce mecánicamente en sus actos, instintos, emociones piradas, ideas, deseos y decisiones/estropicio, todo lo que la rodea, sin distinguir lo que le da la vida, de lo que la extermina. Y llamando enemigo peligroso a todo el que tiene más luces que ella y ve la que se está liando planetariamente en el plan nebulósico de un tinglado cada vez más des/humano. O sea, reproduciendo sine die el numerito del Paraíso Terrenal, con la eterna elección mecánica, sin alma ni conciencia, entre bien y mal, traducido al aquí y ahora: lo que sólo da triunfos pírricos, dinero y poder y lo que no. Sin que la escucha ni el diálogo inteligente consigan acercar la luz a las tinieblas de Egolandia. No nos mata ser "malos", sino ser tontos creyéndonos los más "listos", para acabarlo de arreglar.
Trump, Milei, Bolsonaro,Putin, Zelensky, Netanyahu, la UE desnortada, Biden a la misma altura, los ayatolas de las venganzas "justas", Aznar, González, Feijóo, M.Rajoy y la voxciferancia de todos ellos, lo van dejando clarísimo, dentro de su nebulosidad zorril...Sólo basta con ver lo que hay: Cuando alguien intenta plantear caminos más cercanos, civilizados, dialogantes, justos, igualitarios, fraternos, sanos, eficaces, pacíficos e inteligentes, se convierte inmediatamente en el peor enemigo y, por ello, se le persigue, se le calumnia, se le acusa de lo que la misma nebulosa perpetra y hasta se le crucifica de mil maneras. La obsesión de la nebulosa facha con Pedro Sánchez es un ejemplo evidente.
En ese plan repiten siglo tras siglo el mismo programa antivida/forringoffice, sin distinguir de donde procede su tendencia finiquito fashion, con distintos formatos y disfraces, confundiendo libertad con destrozo de sí mismos, mientras pretenden ser eternos en su perpetuo rigor mortis, que ellos ven -para remate- como una ristra de éxitos, tomaya! No son eternos, pero su invento sigue impreso en los genes tóxicos de su herencia energética para el arrastre.
No se puede estar más en la parra sin uvas...El sello del invento hasta se ha convertido en canción nebulosa: Zorra, esópica, sin duda. Toda una apología del disparate dominante. Si eso se lleva el europremio, apaga y vámonos, familia querida, española, europea...y lo que caiga...
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