sábado, 26 de diciembre de 2009

Carta urgente para Oriente

Queridos Reyes Magos
Si aun creyera en vosotros os pediria tantas cosas...Por ejemplo, lucidez suficiente para no dormirme en las ideas preconcebidas y comodas que tal vez pudiese estar confundiendo con la justificacion de mis debilidades.
Inocencia iluminada para ver cada instante y cada manifestacion del ser como nuevos e irrepetibles.
Clarividencia para distinguir lo medicore de lo bueno y lo bueno de lo excelente.
Confianza suficiente en la voz interior como para no confundirla con las voces y ecos que quisiera oir porque me confirman los prejuicios y limitaciones que, a su vez, me aseguran la posesion de "razones seguras" y componendas para tapar la cara de la verdad.
Una mirada honesta hacia mi misma, para que pueda ser igualmente honesta cuando mire a los otros.
Un bisturi lo suficientemente afilado para cortar sin miedo los lazos que esclavizan y manipulan desde la hipocresia aprendida y bendecida por la costumbre facilitadora de vicios camuflados de virtud, y por eso, indetectables.
Un colador que me permita filtrar y separar la miseria de la verdadera riqueza. Ir eliminando los elementos innecesarios, contaminantes, embaucadores y falsos, que puedan enrarecer e intoxicar la atmosfera interna.
Valor para no avergonzarme de lo que soy y coherencia para mostrarlo sin infantilismos de imagineria. Que la imagen que los demas perciben de mi, se ajuste realmente a lo que soy y a como soy.
Unas gafas para apreciar las distancias entre la neurosis y la salud mental. Para que la primera no se convierta, como un autochantaje, en mi modus vivendi y que la segunda sea mi verdadera maestra de vida.
Lucidez suficiente para comprender que lo que sucede en mi vida, la gente "perjudicial" que me pudiese complicar, las telaranyas que me envuelvan, los intoxicadores parasitarios a los que pudiese culpar de mis "males", realmente los atren a mi, mis actitudes negativas,mi falta de caracter y de solidez psicoemotiva, mi superficialidad, mi falta de equilibrio, de discrecion, de humildad y todo lo que tengo en comun con ellos, sin ser consciente.
Fuerza superior que me permita poner orden en mi misma sin achacar mis fallos a esos agentes invasores que me convierten en marioneta y titere de sus manipulaciones, con mi consentimiento, mi inconscencia, mi comodidad y hasta mi admiracion. Y con mi profundo disgusto cuando sufro las consecuencias de sus precariedades, errores de calculo y juicios temerarios, que yo he aceptado como "sabiduria" y norma de conducta salvifica.
Gozo para disfrutar honestamente de mis procesos sin sentirme culpable de nada, sino adultamente responsable de mis errores involuntarios, de mis complicidades perjudiciales pero "rentables" y de sus consecuencias.
En una palabra, queridos Magos de Oriente, os pido la formula para tener siempre la mente limpia, el alma y la conciencia despiertas, el corazon dispuesto, enamorado del Amor y generoso y el Espiritu en conexion constante, como esa Luz inextinguible que jamas se apaga sobre quienes desean alevarse de verdad sobre lo elemental y sus cadenas.
Y por fin quiero pediros conocer y a aceptar el don de la libertad, que nada tiene que ver con los caprichos, pulsiones, obsesiones, con las manias, las fobias, las filias, la cabezoneria, las cuadraturas mentales y la obstinacion. Sino a valorarla como el don mas alto que la Inteligencia Eterna ha regalado a los hombres que muestran deseos de buena voluntad para poder realizar su funcion particular y unica en el puzzle universal.
No os voy a pedir que "traigais la paz al mundo" porque eso depende de que el mundo se lo trabaje y no de que vosotros se lo deis. De hecho ni siquiera se daria cuenta del regalo, en el estado en que esta'. Por eso he preferido pediros lo que yo necesito para construirme y construir. Celulas sanas hacen un cuerpo sano. Comenzando por lo pequenyo se llega a lo grande. Sin cimientos las construcciones no se sostienen.
Estoy segura de que me vais a traer lo que os he pedido, porque es un bien que tambien repercutira en todo y en todos.
Buen viaje, queridos Reyes Magos. Y que vuestra magia bendita haga el resto.

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