miércoles, 10 de junio de 2009

La última pregunta decisiva

Habían pasado horas innumerables. Horas sin tiempo. El Sheik y su familia se movían. Hablaban. El extranjero permanecía en silencio bajo la higuera. De vez en cuando alguien le sonreía con respeto y distancia. Algún niño se le acercaba y le rozaba el pelo o la rodilla. Los pájaros revoloteaban sobre su cabeza. De pronto vió al Sheik que estaba terminando de meter aceitunas negras en una olla de barro.

Se levantó. Caminó despacio hacia él, que en ese momento estaba a punto de beber el té que su mujer le había servido en un bol.

-¿Y el vacío?- preguntó- ¿de que está hecho?

-De amor- respondió el Sheik con una sonrisa, ofreciéndole el té y un puñado de dátiles.

Eso era todo.

1 comentario:

el cielo en la buhardilla dijo...

Querida Ali espero que hayas solucionado el koan del cuento
Besitos